El orígen del infierno...
Tenía 9 años de edad...
Una niña que solo pensaba en estupideces y que lloraba por cualquier cosa, una chiquita niña hermosa que solo jugueteaba con las mariposas que veía.
Tenía sueños.
Metas.
Propósitos.
No esta mierda.
A pesar de vivir en un lugar peligroso veía todo de manera positiva, tenía a mi mejor amigo Cris conmigo, mi primer mejor amigo, el padre de Loren, tenía junto a mi, a mi hermana Jessica a mi otro hermano John, que a pesar de que no sabía que era mi hermano lo amaba.
A pesar de eso, yo lo consideraba como un hermano aunque no lo supiera.
Y éramos varios hermanos.
No solo tres.
Si no seis.
Toda una descendencia.
Viví en el peor lugar y aún así me veia el lado positivo a todo, jugaba y era feliz, mi madre que hacía todo por verme feliz a pesar que nunca tuve una figura paterna.
No lo tuve todo pero era feliz.
A duras penas teníamos donde vivir y sin embargo yo era feliz.
Soy la única hija reconocida por mi padre biológico la única que tiene su apellido.
Mi padre y mi madre se casaron, pero al ver que el tenía más hijos, mi madre se divorcio de el y ella quedó embarazada de Jessica, la única hija de un matrimonio legal fui yo.
Por lo tanto cada negocio, cada empresa y cada cosa me iba ser heredada a mi, una maldición.
No sé equivocaron cuando dijeron que seguiría sus pasos.
El fue un mafioso, pero ahora yo soy diez veces peor que el
Una completa maldición.
No se hizo responsable de mi mientras estaba con vida, pero apenas murió todo fue quedado a mi.
Su herencia fue mía cumpliendo 17 años, por lo tanto me involucre en esto como antes.
A manos llenas.
Tenía nueve años en ese entonces.
Cuando fue la primera vez que me acosaron, me pegaron varios niños y no supe defenderme, a tal punto que fui enviada al hospital con heridas graves, violada y destruida mentalmente.
Niños mayores que yo, unos tres años por encima de mi edad...
Recuerdo que fue un día que venía del parque, me tomaron y me llevaron al cementerio cerca de allí, me pegaron y violaron.
Nunca dije nada por miedo y porque era obvio que nadie me iba a creer, así que solo calle...
Todo fue repentino y triste para mí, en cuanto salí del hospital les dije a mis amigos Cris y John que me entrenarán para saber defenderme, tres años de entrenamiento fuerte sin descanso, sin sacos de box ni nada.
Usaba piedras y me rompía los nudillos haciendo eso, mis amigos me destrozaban en el entrenamiento pero sabía que era para hacerme más fuerte.
Me dejaba romper y no me importaba con tal y todo fuera para hacerme fuerte.
- AGH!!! CRIS PARA!!! ME DUELE!- Recuerdo que decía esto entre sollozos mientras el ponía varios paquetes de tierra en mi pequeña espalda, que estaba morada por golpes anteriores.
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.+•°El Diablo No Negocia °•+.
Ficción General- Es tan inevitable no sentir estás cosas hoy en día, el vacío que queda cuando tienes las mejores mansiones pero ya no están esas personas que le hacian luz a tu malvado corazón. - Cuentan los más sabios, que no importa que tan malo se puede llegar...