Amarte Así - Juliantina G!p (Terminada)

Capitulo 38

-POV VALENTINA-

Tres meses habían pasado desde que Miguel había nacido, tres meses habían pasado desde que Juliana fue por esa mujer y su bebé. La prueba de ADN había salido positiva; la pequeña Sara, era hija de Juliana.

Una bebé castaña de ojos marrones, que nació el mismo día que mi pequeño Miguel, y ese mismo día fue rechaza por su propia madre. Zara se había vuelto una loca histérica porque Juliana no se casaría con ella, sobre todo.... no quería a su hija por el hecho de tener una condición igual a la de mi preciosa ojicafe, Incluso, intentó acabar con su vida; intentó abortar en cuanto se enteró, Gracias al cielo que la bebé logró sobrevivir. Desde ese momento Juliana hizo lo posible por obtener la patria potestad de su hija, y un par de semanas después lo logró, la rubia no podía acercarse a la pequeña bebé, tampoco a Juliana.

Todo iba muy bien, supongo. Mis hijos estaban sanos, fuertes y no les faltaba nada.

El restaurante se había vuelto aún más popular, sobre todo después de hacer tratos con Baker, él era quien ayudaba en la administración por el momento. Ahora estábamos a nada de abrir un tercer restaurante aquí, en Yellowstone.

-Mami, ¿Puede venir Kurt a jugar a la casa?-preguntó mi hija de repente, haciéndome sobresaltar.

-¿Kurt?-pregunté mirando hacia la cama; donde estaban los dos pequeñitos durmiendo.

-Si mami-contestó mi hija, mirando también a la cama- Mike no quiere jugar conmigo, está cuidando de mis hermanitos-señaló. El enorme perro estaba echado a un rincón la cama, durmiendo, "cuidando" de los dos bebés.

-Bien, pero...recuerda que mamá vendrá por ti, y por tus hermanos-comenté acariciando el cabello de mi hija.

-¿Por qué mamá sólo viene los viernes?-preguntó preocupada- ¿Ya no nos quiere como antes?.

-Ella los ama, mi amor-respondí dejando un beso en su cabeza.

-Entonces...entonces ¿Por qué ya no vive con nosotros?-preguntó mirándome a los ojos.

-Porque está trabajando, pero...te aseguro que ella los ama mucho.-apreté sus mejillas con suavidad.

De pronto, tocaron a la puerta. Melissa sonrió aun más, y salió corriendo, pues ya sabíamos que era Juliana quien venía a buscarlos. Me acerqué a la cama, y revisé por última vez los pañales a Miguel y Sara.

Hoy me había tocado cuidar de nuevo a la pequeña, y a mí no me molestaba, al contrario, amaba poder cuidar de ella y darle todo el amor. Ella solo era una bebé que no llevaba culpa de nada, era una bebé que necesitaba de una madre, y yo le daría ese amor a pesar de que las cosas entre Juliana y yo no estaban del todo bien.

Corrí a buscar un pañal al darme cuenta de que mi pequeño se había hecho del baño otra vez. Justo cuando comencé a cambiarlo, Sara despertó y comenzó con sus pucheritos.

-Oh no...Despertaron los bellos durmientes de ojos marrones- susurré, pero la menor comenzó a llorar- No, no llores mi amor-pedí mientras cambiaba rápidamente a Miguel; quien al escuchar llorar a su hermanita, él también comenzó a llorar.-Ya, ya, aquí está mami-murmuré una vez que terminé de cambiar a Miki.

-Hey, ¿Qué pasa?-escuché la voz de Juliana. Volteé a verla y me quedé como tonta unos segundos, pues se veía tan guapa vestida de manera formal, pero con su cabello alborotado. Ella sonreía con Melissa en un brazo, y el otro tenía un ramo de rosas. Seguía con la intención de conquistarme nuevamente, pero es que ni si quiera tenía que hacerlo.

-Pasa que echan de menos a su madre-comenté volviendo a lo mío, cogiendo a mi hijo en brazos, tratando de calmarlo.- ¿Puedes ayudarme con la bebé ?-pedí. La ojicafe asintió con una sonrisa.