Malas decisiones

5

Me reuní con Kim Taehyung una semana después. Días antes había avisado al personal de la casa acerca de la boda, algunos parecieron sorprendidos y otros fingieron la reacción, al parecer la mayoría de ellos ya se lo imaginaban, después de todos no es mentira el dicho que dice que las paredes tienen ojos y oídos; y sólo estaban esperando el aviso oficial de mi propia boca. Fue claro para ellos que las cosas en la casa cambiarían rápidamente y tendría que amoldarse a las órdenes del nuevo patrón, sólo esperaba que Kim no me quitara autoridad con los empleados que había servido por años a esta familia, precisamente por eso, algunos de ellos hicieron muecas mostrando su disgusto.

Cuando Taehyung era joven, junto con su madre, habían sido parte de ese mismo personal, de hecho, su apodo era la de "el chico de los recados", simplemente hacia todo y nada, si la cocinera necesitaba aceite, él saldría a comprarlo, si el jardinero necesitaba quien lo ayudara a abonar la tierra, Taehyung tendría que estar disponible, si el bote de la basura estaba lleno, le tocaría ir a vaciarlo, si la señora quería que en su tina de baña hayan pétalos de rosa, Taehyung cortaría las más frescas. Sonaba incluso irónico que la próxima vez que Taehyung pisara la casa lo haría como el nuevo patrón y quienes lo usaron como recadero tendrían que servirle. Dicen que la vida da muchas vueltas, un día estas arriba y otro abajo, lo aprendí a las malas.

Tome tiempo para inscribir a Minji en el preescolar, siendo el mismo colegio en el que inscribí a Jungwoon, porque la escuela impartía los tres niveles escolares a excepción de la universidad, pensar en Jungwoon todavía hacía que me doliera la cabeza por la preocupación, pues todavía estábamos llevando una relación tensa, él no quería hablar conmigo y trataba de no cruzarse en mi camino, ni siquiera para la cena. No puede obligarlo a salir de su habitación para hablar conmigo y tampoco quise invadir su privacidad entrando con mi juego de llaves. No sabia como pedirle perdón por las decisiones que estaba tomando y lo mal que seguramente lo estaba pasando, era sólo un niño. Minji era más fácil de tratar, apenas y sabía nada del mundo real, su única preocupación era no salirse de la línea a la hora de colorear.

—Buenas noches —ni siquiera me di cuenta cuando llegó, pero Taehyung ya estaba frente a mí, jalo de su silla sin dejar de mirarme y tomo asiento— ¿ya has ordenado?

—Te estaba esperando, deberíamos pedir la especialidad de la casa, dicen que es muy delicioso.

—Está bien —Taehyung asintió y dejo la carta de lado—, ¿Qué te ha pasado en el rostro, no tenías esa cicatriz la ultima vez que nos vimos.

Me sentí un poco avergonzado cuando Taehyung pregunto, rápidamente trate de esconder la cicatriz con mi flequillo. No sabia ni por donde empezar a explicar no podía simplemente decirle que no sabia como educar a mis hijos, incluso temía que al contarle creyera que seria mejor mandarlos a un internado o incluso a un colegio militar.

—Me he golpeado con una de las puertas de la casa, pero ya está mejor.

—Ya veo, debes tener más cuidado —Tal vez era mi imaginación, pero Kim estaba actuando más amable y menos reacio que la ultima vez, eso me hizo recordar en las palabras de Yunho, Tal vez Taehyung todavía sentía algo por mí, me quise reír de mí mismo en ese instante, era imposible—. No puedes llevar una cicatriz en tu rostro cuando nos casemos se vera de mal gusto.

Suspire, completamente imposible.

—Lo siento, tendré más cuidado la próxima vez, no es tan grave de todos modos, lo ocultaremos con maquillaje cuando llegue el día. Hablando de eso ¿Cuándo llevaras tus cosas a la casa?, será antes o después del matrimonio.

—Es preferible que sea antes, para que no haya inconvenientes después, había contratado un equipo de mudanzas para que estuviera listo en dos semanas pero dado a que se retrasara la boda y necesito mis cosas en mi departamento tendré que cambiar las fechas.