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No pude dormir bien por la noche, intentaba cerrar los ojos, pero me seguía doliendo el pecho, así que sólo di vueltas en la cama dentro de la habitación principal, durmiendo por periodos cortos de tiempo. Tampoco quería estar acostado aquí, este era el espacio de Taehyung y en estos momentos lo odiaba demasiado, al menos agradecía que se haya trasladado a otro lugar para dormir después de haberme lavado y quitarme el lodo de encima. Después de insistir en que no quería verlo se fue con su pijama a otra habitación, si se hubiera intentado acostar podía apostar que me aventaría por la ventana con tal de no tenerlo a mi lado. Aun así, toda la habitación olía a su perfume.

Cuando los primeros rayos del sol entraron por el balcón, intenté levantarme, pero no tuve las fuerzas suficientes para hacerlo, mi cuerpo me dolía, sentía una picazón en la garganta y un ligero escalofrío. Me dejé caer en el suave colchón y decidí no ir a trabajar. Un rato después llegó Taehyung por lo que cerré los ojos y fingí dormir mientras él se movía de un lado a otro arreglándose para ir a la oficina.

Después de unos minutos pude sentir su presencia cerca de donde estaba.

—Hoseok —susurró— sé que estás despierto. Se me olvidó comentarte lo del jardín, había pedido el servicio desde el segundo día que llegue aquí y también se me olvidó cancelarlo por concentrarme en el recorte del personal, admito que no es una buena excusa, pero no sabría que vendrían. Lamento si te lastime, Hoseok háblame por favor.

Se acercó a mí y puso su mano en mi hombro, me giro para que lo mirará, pero yo seguí con los ojos cerrados. No estaba dispuesto a aceptar sus excusas porque, aunque se hubiera llegado a arrepentir después, lo planeo para lastimarme desde un principio.

—Déjame solo por favor —terminé diciendo cuando no pude seguir fingiendo más y parecía que no tenía planeado irse.

—Te ves un poco mal, ¿puedo sentir tu frente? —pidió, parecía verdaderamente preocupado, pero no debió haberme lastimado en primer lugar.

—Déjame solo —volví a decirle. Taehyung ignoro mi solicitud ese inclino por encima de mí, una vez que su mano se colocó sobre mi frente, me miró con preocupación.

—Estas ardiendo Hoseok, te llevaré al hospital.

Taehyung rápidamente me envolvió con las sábanas y me tomó en sus brazos para sacarme de la habitación. Mi cuerpo se sentía demasiado débil para reprochar y negarme a ser llevado, entendí que estaba mal, cuando vi que Taehyung estaba preocupado, sí un hombre que me despreciaba estaba asustado por lo que me podría llegar a pasar, no podía significar nada bueno. Bajo corriendo por las escaleras ignorando a cualquiera que intentará hablar con él, incluso a mis hijos.

—Lo llevaré al hospital y les avisaré en cuanto tenga noticias.

La señora Park aún en contra de las protestas de Taehyung, se acercó hasta nosotros y me sintió la cabeza.

—No está tan grave, no hace falta que la lleve al hospital, va a salir más enfermo de ahí, sólo tiene un poco de temperatura que no pasa de treinta y ocho, regrésalo a la cama y quítale todas esas cobijas de encima, le prepararé un té con miel y trapos húmedos.

—Yo soy un farmacéutico, sé más de medicina que tú.

—Pero usted está alterado y no parece en sus cabales. Exagera las cosas y asusta a los niños.

La señora Park miró a mis hijos y le indico que fueran a comer, a regañadientes Taehyung me regreso a la habitación, minutos después la señora Park entro y detrás de ella su hija Hyunbi.

—Señor Kim, debería ir a trabajar, nosotras nos haremos cargo.

Park me colocó algunas toallas húmedas en la cabeza, mi cuerpo se estremeció y empecé a temblar un poco.

Malas decisiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora