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Pude sentir cuando Taehyung llegó, no encendió las luces pero hizo algo de ruido al cambiarse por lo que eventualmente me desperté.

Subió a la cama y se acostó a mi lado abrazándome por la espalda y dándome un beso en el cuello. Sólo ese pequeño toque hizo que mi cuerpo se estremeciera y dejé escapar un pequeño suspiro.

—¿Estás despierto? —susurro Taehyung muy cerca de mi oído.

—No he podido dormir —también susurré—, así que no intentes hacerle nada extraño a mi cuerpo —intente bromear pero mi voz delataba mi estado de ánimo.

—¿Por qué tu voz suena así?, ¿Lloraste, es por lo del jardín?, Lo arreglaré, sé que no será lo mismo pero al menos déjame intentarlo.

—No es eso —dije, al menos me tranquilizaba saber que Taehyung estaba dispuesto a enmendar su error respecto al jardín—, discutí con Jungwoon, no fue una discusión exactamente pero creo que lo hice sentir mal, de hecho, puedo asegurar que debe estar llorando en su habitación y no puedo consolarlo porque él o quiere que quien lo consuele sea yo. No sé que hacer con mi hijo, a veces siento que estamos bien y otras veces siento que me odia.

—¿Pues qué fue lo que le dijiste?

—La verdad, le dije que te amo —Taehyung se acomodo en la cama para darme un beso en la mejilla—, también le dije que Jungkook no era el hombre que él creía, debe estar muy desilusionado; es decir, amaba a su padre más que a nada, siempre fue más cercano a él que a mí. Cuando Jungkook murió estuvo varios días sin poder hablar, ni comer. Minji es pequeña, ella ni siquiera sabe asimilar que es la muerte, por supuesto que siente la ausencia de su padre pero contrario a Jungwoon, ella siempre fue más cercana a mi que a su padre. No digo por eso a uno le duela más que al otro, pero Jungwoon está en una edad más complicada.

—¿Quieres que hable con él?

—No —me negué porque eso podría empeorar las cosas—, solo quiero que me escuches.

—Esta bien, voy a hacer lo que tú quieras.

Taehyung y yo hablamos por varios horas, aunque el que dirigía la conversación era yo, le expliqué muchas cosas de mis hijos, de sus personalidades y sus comportamientos, incluso de lo que hacían en sus tiempos libres o las cosas que le gustaban, hasta que me poco a poco empezamos a cansarnos y caer rendidos de sueño.

Me desperté por el sonido de la regadera, me levanté y fui a buscar un cambio de ropa, deje un conjunto de traje color azul y una camisa de cuello negra en la cama, entonces me quite la ropa y la avente al cesto de la ropa sucia para que momentos después le hiciera compañía a Taehyung en el baño.

Estaba de espaldas a mi, lavando su cabello, la espuma caía por su espalda ancha y el agua bajaba por su cuerpo, lo mire de arriba a abajo, especialmente la parte de su tonificado trasero. Había visto a Taehyung dirigirse el Gym, con algunos colegas a la hora de la comida, así que era normal que tuviera un cuerpo marcado, pero realmente se veía como un dios.

Me acerque por detrás y le di un beso en la espalda y luego otro en el cuello, con mis manos acaricie sus costados. Taehyung se dio la vuelta y me beso, correspondí al instante, siguiendo acariciando su piel con mis manos, el agua de la regadera empezó también a mojarme con agua caliente.

—¿Coqueto desde tan temprano? —Taehyung apunto a burlarse de mí.

—Quería ahorrar agua.

Kim le cerró a la llave y al aire frío hizo que sintiera escalofríos, me abrace a mi mismo, hasta que Taehyung junto sus labios con los míos, abriendo su boca y sacando la lengua para meterla en mi boca, también use mi lengua para besarlo y mis manos rodearon su cintura.

—¿Ya no te sientes mal? —pregunto en un susurro.

—Te había dicho que me sentía mejor desde esa vez —respondí medio avergonzado por recordar lo excitado que veía ese día.

—Es verdad, pero era mejor prevenir, no quería que tuvieras una recaída. Me preocupo por tí y por tu cuerpo.

Taehyung colocó sus manos en mi espalda y poco a poco fue bajando hasta colocarlas en mi trasero, me junto más a él y empezamos a frotar nuestros miembros, sus manos que seguían acariciando mis nalgas pronto las separaron. Kim dejo un beso en mi cuello, tire mi cabeza hacia atrás para que el pudiera seguir besando esa parte porque era de los puntos más erógenos de mi cuerpo.

Cuando uno de sus dedos se introdujo dentro de mi, pude sentir el cambio de tensión en mi cuerpo, incluso detuve mis manos que explotaban el exquisito cuerpo de Taehyung y me concentre en el placer de sentir su dedo penetrando mi culo, me apoye de los hombros de Kim y empecé a gemir en voz baja.

—Oh, sí, así, se siente bien Tae.

—¿Te gusta? —susurró y metió otro dedo por lo que gemí con más fuerza.

—Que pregunta tan tonta —dije apenas logrando hacer que saliera mi voz y no gemidos.

Otro dedo entro y Taehyung empezó a embestir con más fuerza, me dio la vuelta y mi espalda se recargo en la fría pared, la sensación fue extraña, odie el frío pero todavía habían partes de mi que sentía que quemaban. Los dedos de Kim finalmente se apartaron y alzó mi pierna derecha, al mirar a abajo, Taehyung sostenía su pene mientras lo dirigía a mi entrada. Vamos ya, lo quería, lo ansiaba, estaba desesperado por volver a unir nuestros cuerpos.

No desvíe la vista, mire hasta en su pene desapareció dentro de mi, aún cuando me estaba costando adaptarme a la incómoda posición y al placer que sentía. Luego nuevamente Taehyung saco parte de su pene y volvió a empujar, con cada empuje jadeaba y apretaba los dientes. Sus movimientos no se detuvieron y mis gemidos se hicieron más y más fuertes.

Después de un rato soltó mi pierna y me dio la vuelta, mi mejilla chocó con la pared y mi culo estuvo ligeramente levantado recibiendo embestida tras embestida, los gemidos de Taehyung se volvieron cada vez más graves y fuertes.

Sus labios besaron la parte de atrás de mi cuello y bajaron lentamente hasta llegar a mi media espalda, luego comieron a subir y finalmente agarro mi barbilla, hizo girar mi rostro y me beso, con la otra mano atendió mi pene, masturbándome con fuerza para hacer que me corriera, no dure mucho más, después de un rato mientras Taehyung me masturbaba por delante y embestía por detrás, me corrí, la mano de Taehyung se mancho de mi esperma y en vez de abrir a la llave nuevamente para limpiarnos el sudor y los fluidos sexuales , lamió y me guiño el ojo.

Apenas se empezó a calmar mi respiración, Taehyung fue por otra ronda más, por lo que te se día inevitablemente llegamos tarde a la oficina.

Malas decisiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora