Golden Fox ¦Hunter¦

XXVII

Hunter no sabía bien si es que aquello era su castigo por haber fracasado en la misión anterior o simplemente la misión era larga, pero lo habían enviado fuera de la ciudad en una misión que además de peligrosa se volvió larga. Llevaba varios días fuera de la ciudad intentando encontrar lo que el emperador le había pedido, cabe aclarar que nunca mencionó que aquel objeto era custodiado por un grifo terriblemente temperamental. Por suerte lo consiguieron, era una daga que según el emperador tenía valor histórico, pero muy dentro de sí Hunter sospechaba que ese había sido el primero de muchos castigos luego de su misión fallida.

A parte de los días que les llevó llegar a aquel lugar que fueron por lo menos tres, un día completo para conseguir la daga y otros tres días para llegar, estuvo fuera de Huesosburgo por una semana completa, y más un día entero en la que prácticamente se la paso recostado en su cama, no notó que tenía muchas llamadas perdidas de la pelirroja.

—¿Pero qué? Algo tiene que haber pasado, Harmonie no me llamaría diez veces seguidas por nada —Dijo hablándole al taliamigo posado en su hombro —Iré a verla, vamos escóndete.

Dijo y el taliamigo se escondió entre su capa, Hunter comenzó a caminar a la salida del castillo cuando se encontró con algunos guardias.

—¿A dónde va señor? —Preguntó uno.

—No es de su incumbencia —Les respondió Hunter, aquel que preguntó eso se retiró, pero el otro se quedó ahí.

—¿Puedo preguntarle algo señor?

—Ya lo estás haciendo Steve, pero adelante.

—¿Irá con Harmonie? —Preguntó, Hunter se sorprendió —Se que dijo que no era de nuestra incumbencia pero desde la ceremonia de petrificacion que no se nada de ella.

Claro, Hunter había olvidado que Steve y Harmonie eran amigos.

—Si, iré a verla, tranquilo Steve, le diré que preguntaste por ella y en cuanto llegue te diré como está.

—Gracias señor —Le dijo Steve y se retiró.

Por otro lado Harmonie se encontraba en su casa, llevaba días sintiéndose mal y no quiso quedarse mucho en la casa búho por si estaba enferma y era contagioso, pero hasta donde ella sabía ninguna enfermedad te hiciera perder tus recuerdos. El primero fue de su noche como reina Grom, algo que descubrió cuando Luz le preguntó más sobre ese día, el segundo fue de cuando tuvo su primera transformación, no sospechó que ese día sería un llamado de atención sobre lo que le estaba pasando.

—Arizona tengo sueño —Se quejó cuando el zorro comenzó a pegarle en la cara con la pata —Sea quién sea que esté afuera que se vaya a la mierda —Es última frase salió ahogada pues enterró su rostro en uno de los cojines que había en el sofá.

El pequeño zorro emitió un ruido y Harmonie de inmediato levantó la cabeza.

—¿Dices que Hunter es quién está afuera? —Preguntó y Arizona asintió.

La pelirroja se levantó tan rápido (olvidándose completamente de que estaba "enferma") que se mareó mucho y llegó apenas a la puerta.

—Moonie, ¿Estás bien? ¿Pasó algo? Me llamaste muchas veces, perdón por no contestar no estaba en Huesosburgo —Dijo Hunter tan rápido que Harmonie apenas pudo entenderle.

—¿Cómo? —Preguntó y en ese momento el pequeño taliamigo trinó captando la atención de Harmonie —Hola pequeñin, creí que habías dicho que era peligroso.

El pequeño cardenal se posó en la mano de Harmonie y frotó su cabeza contra su mejilla.

—Oh, así que soy yo quien viene a verte y solo le prestas atención a él —Le dijo a Harmonie quien rió, arrepintiendose de inmediato pues su cabeza dolía —¿Qué tienes? —Preguntó mientras entraba a la casa de la pelirroja luego de que esta se quitara de la puerta.