XXXVI

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-¿Escuchaste eso? -Preguntó Harmonie

Nuevamente estaba soñando con la bestia búho, se encontraban en un bosque nuevamente y de la nada una risa se escuchó. La bestia búho asintió y la risa se escuchó por segunda vez provocando que sus plumas se erizaran.

-Uuuh alguien se puso nerviosa.

Parecía la voz de un niño.

-¿Quién eres? -Preguntó Harmonie mientras que la bestia búho se ponía en una posición de ataque, aumentando también su tamaño.

-¿Eso realmente importa? ¡Quiero jugar! Pero el tonto de tu emperador no me quería dejar venir.

-¿Eh? ¿Belos?

-Si, si, ese mismo, pero lo hice igual así que ahora quiero que juguemos juntos -De pronto un niño de cabello blanco, ojos rojos y vestido con un pijama apareció frente a ella.

Harmonie gritó por la sorpresa y la bestia búho se lanzó contra el niño, pero solo consiguió chocar contra el árbol pues el niño se elevó del suelo en el momento justo.

-No pienso jugar a nada contigo, eres cómplice de Belos y estás en mi sueño, eso no puede ser significar nada bueno -Dijo Harmonie.

-¡Pero yo si quiero jugar! ¡Quiero jugar contigo! -Dijo el niño enojandose, la tierra de sus sueños comenzó a temblar, pero luego se detuvo cuando el niño recuperó su sonrisa -¿Se te ocurre algo?

-U-Uh, bueno hace mucho tiempo que que no juego a nada -Harmonie pareció pensar un momento -¿Qué tal a las escondidas? Es un clásico.

-¡Me gusta! ¡Escóndete yo te busco! ¡Tengo cinco minutos para encontrarte! -Dijo el coleccionista antes de voltearse y comenzar a contar -Uno, dos, tres...

Harmonie miró a la bestia búho, está volvió a ser pequeña y comenzó a volar guiando a Harmonie hacia el mejor escondite que pudo encontrar. En el tronco de un árbol había un agujero, y justo en frente una enorme piedra, a simple vista ni se veía el escondite, por lo que Harmonie hizo un esfuerzo y entró en aquel agujero, la bestia búho voló lejos del lugar pero atenta, si no le agradaba ese niño, a Harmonie tampoco.

Para Harmonie, fueron los cinco minutos más largos de toda su vida, temblaba, y podía escuchar al niño hablar mientras la buscaba.

-¿Dónde estás pequeña búho? Voy a atraparte~ - Decía con un tono cantarin.

En un momento, el niño se puso frente a la piedra, pero justo cuando iba a mirar detrás se le terminó el tiempo.

-¡Rayos! Ya puedes salir de donde quiera que estés -Dijo y Harmonie lentamente salió de detrás de la piedra -¡No puede ser! ¡Ya te tenía! Bueno, siempre puedo ganarte escondiendome.

Antes de que Harmonie pudiera hablar, el niño se había ido, por lo que sin más remedio, la pelirroja comenzó a contar.

Desde lo alto la bestia búho le señalaba una dirección, comenzó a caminar en aquella dirección buscando en todos los escondites que se le ocurrían, le daba miedo encontrar al niño ya que este podía molestarse por perder, pero le daba todavía más miedo no encontrarlo.

En ese momento una idea vino a su mente, si el niño podía volar, era probable que se escondiera entre las copas de los árboles, quizás fue su instinto de supervivencia, el cual tomaba cada vez más control de su cuerpo, pero algo le dijo que debía subir. Se concentró tanto como pudo y se convirtió en arpía, era la primera vez que podía hacerlo en su sueño. Comenzó a volar y en poco tiempo encontró al niño.

-¿¡Cómo!? -Preguntó, se estaba enojando, era el temor de Harmonie -Da igual, podremos jugar otra ronda.

Harmonie perdió la cuenta de cuantas rondas llevaban, pero estaban empatados, y ella ya se estaba cansando, por lo que cuando el coleccionista le dijo que volviera a esconderse se dejó caer de rodillas, sin duda iba a despertarse más agotada de lo que se acostó.

Golden Fox ¦Hunter¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora