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◦❥Lilibeth❥◦
Estoy en mi habitación, dándole vueltas a lo que voy a hacer en unas horas. Mi mirada está perdida en el reflejo de mi cuerpo desnudo, donde el leve enrojecimiento en mi piel, resultado de la depilación que Megan me hizo, ya ha desaparecido.
Me observo de pies a cabeza, intentando encontrar respuestas. ¿Realmente estoy preparada para desvestirme frente a los ojos curiosos y lujuriosos de hombres desconocidos?
Suspiro, y mejor dirijo mis pensamientos hacia lo que ocurrió en la oficina de la directora. Desde entonces, una sonrisa persistente ha estado en mi rostro, sobre todo cuando las imágenes de cómo me defendió llegan a mi cabeza.
Pensándolo bien, cada vez que me pasa algo, este chico siempre aparece. Como en el bar, o aquel día en la plaza cuando mi madre destrozó mi mundo. ¿Será que el destino se apiadó de mí y me envió un ángel... o un demonio disfrazado de ángel?
Hoy, por fin, es sábado. Le dije a mi madre que iría con Megan a comprar ropa y después a comer helado. Al escuchar eso, Logan se emocionó tanto que insistió en acompañarnos. Mi madre, viendo la oportunidad de tener un momento de tranquilidad, me pidió que lo llevara conmigo.
Sin embargo, como ya se me ha vuelto costumbre, le inventé una excusa: «Megan se enfermó a última hora», así que le dije que debo ir a la librería por un nuevo libro. Sabía que eso sería suficiente para que Logan no quisiera acompañarme.
Lleno mi pequeña mochila con la ropa que Helen nos indicó que debíamos llevar para la ocasión. Me visto con un conjunto deportivo para no levantar sospechas, y me despido de mi madre antes de salir de casa.
Camino hacia el auto de Megan, que está estacionado a una cuadra de distancia para que mi madre no me vea subir. Me siento en el lado del copiloto y antes de que pueda decir algo, Megan me mira con una ceja levantada.
—¿Traes la ropa que te presté? —pregunta sin rodeos.
—Si, aunque preferiría algo más... conservador —respondo, pensando en lo mucho que hubiera preferido quedarme con mi conjunto deportivo.
—Ya lo hablamos por mensaje, Lili. Si no llegamos "presentables" para la ocasión, no nos van a tomar en cuenta.
Suspiro, derrotada. —Tienes razón —mascullo.
Comienzo a morderme las uñas por los nervios. Trato de calmarme, a diferencia de Megan que parece completamente relajada. Mientras conduce por la ciudad en busca de la dirección, empiezo a cambiarme. Cada vez que el semáforo se pone en rojo, me quito una prenda y me pongo otra.
El proceso termina con los tacones, que nunca me he acostumbrado a usar. Después de unos veinte minutos de trayecto, llegamos a un edificio imponente. En la entrada, un gran cartel dice: "Arquitectos Ziegler S.A.".
—Megan, ¿estás segura de que es la dirección correcta? —pregunto, con un nudo en el estómago.
Un edificio de arquitectura no parece ser el lugar para lo que venimos a hacer.
—Es la dirección que me dio Helen —responde, con una ligera duda en su voz—. Incluso me mandó la ubicación por Waze... Vamos a estacionar y preguntamos en la recepción.
—¿Y qué les vamos a decir? "Disculpe, señorita, ¿nos podría indicar dónde está el lugar de 'modelos webcam' en este lujoso edificio?" —le suelto con sarcasmo.
—Es eso o nos perdemos la oportunidad de ganar un montón de dinero —comenta Megan, sin perder la calma.
—Mejor llamo a Helen.
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Sombras y Destellos
Mystère / Thriller«Él vive en las sombras y ella con tan solo destellos de su pasado.» 🏆Premios destacados: 🥇Ecos Literarios - Primer lugar 2023 🥈Sustos escalofriantes - Segundo lugar 2023 🥉Real Academy - Tercer lugar 2023 🥉Estrellas del mañana - Tercer lugar 2...