Mensajes

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Senku llegó a Brasil por la tarde del sábado, cansado por el largo vuelo, y desesperado por echarse a dormir en la habitación de hotel, por lo que se aseguró de escaparse de Ryusui y Gen y llegó a su cuarto, arrojando las maletas a un lado y lanzándose a la cama.

Sus ojos comenzaron a cerrarse, pero entonces un destello llamó su atención. Era el anillo todavía en su dedo anular. De pronto, recordó que quería mandarle un mensaje a su prometida antes de dormir.

Bostezó mientras sacaba su celular, escribiendo un rápido mensaje para la leona testaruda:

Escoria: Acabó de llegar a Brasil y estoy bastante cansado, así que me iré a dormir. Intentaré escribirte mañana, y también puedes escribirme si quieres, mientras sea breve.

Leona impaciente: ¡Ja! No te preocupes, no eres el único que está ocupado. Buenas noches.

Escoria: Buenas noches.

Se durmió con una sonrisa de idiota que no se le borró hasta el desayuno del día siguiente, momento que aprovechó para volver a escribirle.

Escoria: Aquí son las siete de la mañana, así que allí deben ser las siete de la tarde. Hoy es domingo, así que imaginó que fuiste a pasar el día con tu familia, ¿verdad?

Leona impaciente: Buenos días para ti. Sí, estaba ayudando a mi hermana a preparar la cena, aunque ya casi terminamos.

Escoria: ¿Y qué cenarán?

Leona impaciente: Curry, pescado al horno, onigiri, tarta de carne y verduras, un poco de sushi y helado de postre. Eso para mí, los demás cenaran okonomiyaki, pollo, arroz y sushi.

Escoria: Wow. Y yo aquí pensando que era un plato para cada uno...

Leona glotona: ¡Ja, siempre como mucho! Aunque tendré que pelear por el pescado al horno con mi padre, ¡pero es una batalla que no estoy dispuesta a perder! Por cierto, mi padre está furioso contigo.

Escoria: ¿Y eso por qué? ¿Es amigo del barman agresivo?

Leona glotona: ¡Jii-san no es agresivo! Y no es eso, es solo que se enteró que yo ya conozco a tu padre, y está enojado porque no te he presentado con él.

Escoria: Bueno, es un punto razonable. Aunque ya conocí a tu cuñado, pero me falta tu padre y tu hermana, y supongo que tu sobrino también.

Leona glotona: ¡Amarás a mi sobrino! Ruchiru es un niño muy inteligente, ¡adora la ciencia también! Ya le he hablado de ti y dice que suenas "muy malote".

Escoria: ¿Y eso se supone que es bueno?

Leona glotona: ¡Muy bueno!

Escoria: Bien, lo tendré en mente. Ahora debo volver a trabajar. Hablamos mañana, tal vez.

Leona glotona: ¡Ten un buen día! :D

Senku terminó de desayunar y salió de la habitación con todas las ganas de preparar todo para la conferencia que sería mañana. Estaba seguro de que lograría obtener la financiación que necesitaba, no había forma de no conseguirlo, con lo rentable que era su proyecto.

Y sobre todo quería acabar con todo ese asunto lo más rápido posible para poder volver a Japón.

.

Al día siguiente, Senku no le escribió a Kohaku, que empezó a preocuparse un poco luego de salir del trabajo.

Sabía que para esas horas él ya debía haber terminado esa conferencia importante que le mencionó, y estaba un poco nerviosa respecto a cómo le fue, porque sabía que era algo muy importante para él.

Anillo sin parDonde viven las historias. Descúbrelo ahora