Capítulo 29

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Aurora

—¡Johnson, por fin estás aquí, te estaba esperando!—Me dice Liam cuando entro en su despacho. —Esto es emocionante, llevo toda la semana esperando a hablar contigo, esto va a ser grandioso.

—Hola Liam—Lo saludo ignorando su comentario y me acerco a su mesa.

—Estoy ansioso por saber todo, si lo que tienes es bueno va a hacernos quedar muy bien, bueno y ya ni hablamos de los beneficios, eso sí que será grandioso—Comenta. —Siéntate por favor—Me pide y asiento antes de hacerlo. —Bien Johnson, ilumíname, muéstrame lo que tienes.

—No tengo nada—Respondo y mi jefe suelta una carcajada.

—Oh por dios Johnson, eso fue bueno—Comenta. —Ahora enserio, muéstrame lo que tienes, tengo más asuntos que atender después de esto.

—No tengo el reportaje Liam, no quiero publicarlo—Respondo.

—¿Has perdido la cabeza?—Grita. —¡Dijiste que habías encontrado una información increíble!—Me dice.

—Y así es, por eso no quiero publicarlo—Niego. —Es algo que no debe salir a la luz, si se publica acabaría con la carrera del grupo.

—¡Y eso es genial, Johnson!—Me dice. —Eso es lo que buscábamos, una gran exclusiva, exponer al grupo más misterioso del país.

—Eso era lo que quería hacer al principio, pero ahora ya no quiero hacerlo—Respondo.

—No puedes no publicar el reportaje—Me dice.

—No puedo publicar algo que no existe, Liam—Le digo.

—¿Qué estás diciendo?

—Lo borré, no existe, no hay rastro de la información que descubrí sobre Moonshine—Lo miro. —Lo que sé, se va a quedar aquí dentro—Señalo mi cabeza.

—Llevamos mucho tiempo trabajando en esto Johnson, no puedes renegar del reportaje solo porque no te apetece escribirlo o lo que sea, me importan una mierda las tonterías que tengas en la cabeza, ya puedes recuperar ese reportaje, o incluso reescribir si es necesario, pero se va a publicar.

—No lo voy a hacer—Niego.

—¿Entiendes lo que estás haciendo, Johnson?—Me dice. —Estás perjudicando a la empresa que te ha dado todo, qué te ha hecho llegar a donde estás.

—He llegado donde estoy por mi trabajo, no por esta empresa—Comento. —Quiero escribir sobre música, centrarme en el periodismo musical, pero tu solo me hiciste caso cuando me metí en el mundo de los cotilleos, yo no quiero escribir sobre eso.

—Así es como funciona el negocio, se escribe sobre lo que los usuarios quieren saber y si el público quiere descubrir los secretos del grupo más famoso del país, nosotros les vamos a dar eso.

—Pues tendrás que dárselo tú, porque yo no voy a hacerlo.

—No sé que porquerias tienes en la cabeza, pero estás poniendo el riesgo en tu trabajo, ¿entiendes eso?

—Lo entiendo y no me importa—Niego. —Llevo años dejándome la piel en esta empresa, intentando ganarme tu aprobación, ¡rechazando ofertas de trabajo en otros lugares! ¿Y todo para qué? Para odiar lo que estoy haciendo, odio como me siento, llevo semanas en las que ni siquiera duermo bien, la culpa me estaba consumiendo a raíz de lo que estaba escribiendo, y ya no quiero eso.

—¡Bienvenida al mundo del periodismo, Johnson!—Me dice. —Así funcionamos aquí dentro, no sirve con que escribas sobre lo que te gusta, o haces lo que se necesita o lo dejas.

—Pues lo dejo—Respondo y en ese momento es cuando me doy cuenta de que estoy rechazando ese trabajo que tanto me costó conseguir, ese trabajo por el que me vine a vivir a esta ciudad, el trabajo por el que dejé todo, pero también el trabajo que me está llenando de culpa, me está haciendo sentir fatal, el trabajo que me hizo encontrar a Nathaniel, pero también me hizo perderlo.

—No creo que seas consciente de lo que estás diciendo.

—¡Soy muy consciente de lo que estoy diciendo, Liam!—Le digo. —No quiero trabajar más aquí, lo dejo, abandono, se acabó—Me levanto y camino hacía la puerta. —¡Y estoy harta de que me llames siempre por mi apellido, tengo un nombre y sirve para algo!—Sentencio antes de salir de su despacho.

Cuando vuelvo a la oficina, todo el mundo me está mirando, lo que me deja saber que mis gritos han sobrepasado las paredes.

—¿Qué mirais? ¿No tenéis trabajo?—Pregunto y todos hacen como si nada, antes de centrarse en sus ordenadores.

Roto los ojos molesta y voy hacia mi mesa, a lo que Emily me mira.

—¿Qué acaba de pasar?—Pregunta. —Se os escuchaba a Liam y a ti desde aquí.

—Lo he dejado.

—¿Has dejado el qué?

—El trabajo—Respondo.

—¿Qué has hecho qué?—Me mira alarmada. —¡Pero si te encanta esto!

—No, me encanta el periodismo, el periodismo músical más bien—La miro. —No quiero escribir sobre cotilleos, quiero escribir sobre música, no quiero convertirme en la mano derecha de Liam si eso va a suponer hundir la vida de la gente—Respondo. —Suficiente daño he hecho ya.

—¿Sigues sin tener noticias de Nathaniel?—Pregunta pues se ha dado cuenta que eso último lo he dicho por él.

—No sé nada de él—Niego. —Ni lo voy a saber—Añado. —Me dejó bastante claro que no quería volver a verme—Añado.

—Lo siento Aurora—Me dice y le dedico una leve sonrisa.

—Sé que lo haces—Murmuro. —Me voy a llevar esto ya, Liam es capaz de robarme el ordenador para buscar entre la papelera o algo así para encontrar el reportaje—Hago una mueca y recojo mis cosas.

—¿Enserio te vas?—Me mira apenada.

—Eso parece—Comento. —No te preocupes, librarme de Liam es lo único bueno que me ha pasado estos días—Hago una mueca. —Será mejor que me vaya.

—¿Quedamos para cenar?—Pregunta.

—Me parece bien—Le sonrio levemente y ella asiente. —Te veo luego—Añado antes de alejarme de allí.

Cuando estoy en el ascensor suspiro un poco, no me puedo creer que haya dejado este trabajo, pero extrañamente me siento bien, siempre había pensado que si algun dia perdia este trabajo ese iba a ser mi fin, que iba a sentirme totalmente perdida, devastada, pero ahora mismo, se que es lo mejor que podría haber hecho.

Una vez fuera, busco mi teléfono, para así marcar el teléfono de Nathaniel, algo que me lleva a ser ignorada, una vez más.

Al llegar a casa no puedo parar de darle vueltas a lo que he hecho, sé que lo del trabajo era la opción correcta, al fin y al cabo realmente Liam no me está dando lo que quiero, no quiero ser una más del montón, no quiero resignar de mis intereses o mis ambiciones y escribir solo sobre cotilleos porque es algo que llama la atención, algo que vende, que da dinero.

Quiero poder usar mi voz para escribir sobre música, estar dentro del periodismo músical que es lo que me hizo meterme en este mundo.

Por otro lado no puedo parar de pensar en Nathaniel, nunca la había cagado tanto con alguien, me siento terriblemente mal, como si tuviese un vacío en el pecho.

Le he escrito, le he llamado, pero es como si intentase comunicarme con una pared, no estoy recibiendo ninguna respuesta. Incluso he ido a buscarlo, pero ya no soy bienvenida en ningún sitio en el que él esté.

Lo que empezó como una bonita historia ahora parece estarse quedando en solo eso, una historia, algo que se ha acabado, algo que no voy a recuperar. Tampoco puedo mentirme a mi misma, este definitivamente no fue mi mejor movimiento, no sé por qué creí que exponiendo al grupo Moonshine iba a conseguir que mi vida mejorase, cuando ha hecho todo lo contrario.

Exponiendo al grupo MoonshineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora