✧Capitulo.3✧

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El viento frío acariciaba su cabello oscuro dando le un aura pacífica , el cielo comenzaba a oscurecer anunciando que iba a llover.

Él no apartaba la mirada de mi, provocando un pequeño cosquilleo en mi estómago. Su mirada me estaba analizando de pies a cabeza y la detuvo en mis iris, esos hermosos ojos negros me recordaron cada momento que pase con el, cada sonrisa que me sacaba cuando se molestaba.

Es increíble el tiempo que ha pasado.

Keyla me dio un codazo, interrumpiendo la ola de sentimientos que llegaban a mi.

—Acércate a él —dice con voz pacífica, dándome un pequeño empujón. Parece que ya no está molesta.

Asentí aún mirando a Liam, trague grueso y comencé a caminar hacia él.
Las piernas me temblaban, mi respiración se detuvo cuando lo tuve frente a mi.

Abrí la boca para decir algo pero la volvía a cerrar, no sabía que decir. Sin embargo mi mirada lo decía todo. Lo extrañe, lo extrañe demasiado.

Y de la nada, en su rostro aparece una sonrisa en el que sus blancos dientes brillaban.

—Vamos —dice, cortando el silencio entre los dos. El comienza a caminar y eso me deja observarlo mejor, tiene puesta una sudadera negra, parece que aún le sigue gustando ese color tan sombrío —Bleir.

Llama mi atención y empiezo a caminar después de hacerle una señal a keyla de despedida.

Nos dirigimos al estacionamiento del instituto, en trascurso de la caminata no dijimos nada  hasta que llegamos a su  Chevrolet negro, me abrió la puerta cortésmente para que entrara, al hacerlo cerró la puerta y rodeó el auto para montarse en el asiento del conductor.

Se volvió a mi y me preguntó:

—¿Adónde quieres ir?

—Adónde tu quieras —respondo, sin mirarlo.

—Entonces vamos a un café —enciende el motor Y empieza a conducir.

Me pongo a mirar por la ventana y veo autos y edificios pasar sin cesar. De reojo miro a Liam quien está concentrado en la carretera, le hecho un ojo a su auto y si, todo es de color negro y huele a él.

—Parece que todavía tienes una obsesión con el color negro —comento. Sonríe aún sin apartar la vista de la carretera.

—Si vieras mi habitación, te sorprenderías.

Eso no lo dudo.

Dirijo mi mirada a la radio donde cambio la sintonía a una dónde se comienza a escuchar la canción de theres Nothing Holding Me Back una de mis favoritas. Tarareo la canción y me doy cuenta de que Liam también lo está haciendo.

—No sabía que te gustaba está canción —digo, él por un momento desvía la mirada de la carrera a mi.

—No me gusta, tu la cantabas cuando eras pequeña  y de tanto repetirla me la sé.

Me roba una sonrisa, no puedo creer que se acuerde de eso.

—Pero te gustaba cuando la cantada, admítelo —lo señalo con el dedo riendo.

Él se ríe conmigo negando con la cabeza.

—Si cantabas desafinado en cada letra, no me imagino como lo harás ahora.

Lo miro poniendo una mano en mi mecho fingiendo indignación.

—No lo hacía tan mal, no exageres.

Suelta otra risita, esas de las que son contagiosa y me río con el.

Después de un rato discutiendo por qué yo soy buena cantando, se detuvo frente a un café. Él me abrió la puerta después de que el se bajara y la cerró detrás de mi.

Entramos al café y el ruido de una campanita nos recibe, Liam me dijo que iba a pedir los cafés y que yo buscará un lugar donde sentarnos, escogí una mesa al lado de una gran ventana y tome asiento.

Él sitio no está nada mal, da una sensación de paz y serenidad. Un segundo después, Liam llegó con los cafés y se sentó frente a mi. Tome el mío y le di un sorbo, está delicioso creo que este será mi lugar favorito para tomar café.

—¿Cómo está tu madre? —pregunta Liam, tomando un sorbo de su capuchino.

—Bien, aunque a estado mejor —respondo, dejo el café en la mesa y lo miro —¿Y la tuya?

Él me observa pensativo, no he sabido nada de su madre desde una ves que fue a mi casa y por mensaje no ha comentado nada de ella, así que no hay nada de malo en preguntar ¿Cierto?

—Esta bien —dice, cortante.

Por la manera que me respondió se que no quiere hablar de ella, pero  quiero saber más que solo un “bien”.

—De acuerdo, quisiera visitar la tengo muchas gana…

—No —me interrumpe, frunzo mi entrecejo —. Digo… ahora está cansada, no creo que desee visitas.

Asentí desconcertada, me parece raro que me lo diga así pero en parte tiene razón, seguro está cansada y no quisiera molestar la. Seguimos hablando de como le fue en Londres, me contó lo hermoso que es y las comidas que hay, en muchas ocasiones nos reímos de algunos recuerdos que tuvimos como este :

—Te aseguro que tú hamster murió por tanta comida que le diste —afirma riendo.

—¡Claro que no! Se murió porque tú te sentaste sobre él.

Lo recuerdo como si fuera ayer, el pobre Panchito aplastado como un panqueque en el sofá, fue el día más triste de mi vida.

—Eso no es cierto, Bleir —dice muy seguro —,sin pruebas no soy culpable.

—Claro que hay pruebas ¡Yo te Vi!

Y se empieza a reír, claro mi pobre hamster está bajo tierra por su culpa y el se ríe. Trato de estar lo más seria que puedo pero su risa es contagiosa.

Luego de reír hasta que nos dolió el estómago, me ofrecí a pagar nuestros pedidos pero Liam se negó y lo hizo él.

Corrimos a su auto porque como suponía comenzó a llover a cántaros, tuve que abrir la puerta del copiloto yo misma porque no avía tiempo para que él lo hiciera.

Al entra en el, Liam buscó algo en los asientos traseros lo miro de reojo y después me  extiende una chaqueta azul marino, la acepto sin dudar y me la coló en los hombros. Él enciende el motor y empieza a conducir hasta mi casa, no era necesario darle la mi  dirección ya que el fue muchas veces cuando era pequeño.

Cuando llegamos corrí rápidamente a la entrada, le ofrecí pasar pero se negó. Lo ví dirigirse a su auto, las gotas de lluvia mojaron completamente su sudadera y de su cabello caían finas gotitas transparentes.

—Liam —lo llame, la lluvia empeoraba cada minuto.

Liam se volteo a verme con una sonrisa.

—¿Si?

Dude lo que iba a decir, pero si no lo hacía ahora luego me arrepentiría.

—Te extrañe —digo, apartándome un mecho de cabello de la cara.

—¿Qué?

Lo miro molesta.

—Que te extrañe —repito apenada.

—Lo sé —dice, dándome una risa de oreja a oreja —, yo también.

Y con eso se fue entre la abundante lluvia fría.

hola, disculpen la demora no tenía como subir el capítulo. Pero ya se los traje, es lo importante.

¿Que les pareció?

Besos de locura 💋

Alejandra Gonzále.R

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⏰ Última actualización: Sep 23, 2022 ⏰

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Una tentación inesperada ©[En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora