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𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 1. 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐈𝐈𝐈
La promesa de Bianca.
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Los días pasaron y se convirtieron en semanas, semanas que después se convirtieron en meses. Morfeo había estado en cautiverio 10 meses en los que sólo pensaba en su libertad. Bianca hacía que el encierro se volviera menos pesado para él, pero no bastaba él quería salir y poder reparar el daño que había provocado su ausencia en el mundo de la vigilia. Pero encerrado ahí no podía hacer nada.
—Y después de estar 10 años en prisión la vida le dio a Marie la oportunidad de cumplir su sueño de recorrer el mundo, disfruto de recorrer cada árbol, río y montaña; de esa forma pudo sentir de nuevo su libertad, libertad que había olvidado hace mucho. — A pesar de que había terminado de leer la mirada de Bianca no se apartó de la página del libro.
Morfeo la contempló por encima de sus rodilla dobladas y se dio cuenta que se había sumergido en las profundidades de sus propios pensamientos. Al ver fijamente sus ojos, Morfeo noto una cierta familiaridad en ellos y es que ese brillo en sus ojos era el mismo que todo mortal tenía cuando pensaban en sus más anhelados sueños.
—Sabe yo también tenía el mismo sueño que Marie de ver el mundo con mis propios ojos y sentir cada río, montaña, árbol y flor entre mis manos —dijo Bianca atrayendo la atención de Morfeo —. No solo soñaba con eso también con tener mi propia casa y tener muchas Amapolas en el jardín.
Bianca habló con tanta ilusión y anhelo qué hizo que Morfeo se preguntará por qué los había dejado atrás sí era lo que tanto quería cómo pudo renunciar a esos sueños que la hacían tan feliz.
—Qué extraño hace tiempo qué no me acordaba de mis sueños. —dijo Bianca con nostalgia.
El libro se cerró de golpe y un suspiro de satisfacción salió de los labios de Bianca.
—Enterré esos sueños porque ya no pude cumplirlos debido a la muerte de Randall… — Bianca guardó silencio.
Su mirada se perdió en el vacío de la habitación y comenzó a hacer memoria
—No más atrás —retomo Bianca — con la muerte de mi madre.
Por primera vez Bianca después de tanto tiempo recordó su adolescencia después de la muerte de su madre y como tuvo que hacerse cargo de los cuidados de sus dos hermanos menores al ser la hermana mayor. Aparte asumió toda la responsabilidad del cuidado y los deberes del hogar, ya que según su padre esa era su obligación como única mujer en la casa. Toda una vida llena de sueño se había ido entre sus manos.
