17.

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Chapter seventeen
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Logan Carter

Los almohadazos que recibía hicieron que despertara de golpe. Mis ojos se abrieron lentamente mientras la luz que entraba por mi ventana me pegaba en la cara. Ladeé mi cabeza y allí ví a una rubia malhumorada, parada con los brazos en jarra. Solté un bufido molesto.

—¿Donde estuviste anoche, Logan Carter?—exclamó molesta.

Rodé los ojos inconscientemente.

—Me mantuve preocupada.

Podría jurar que escuché una risa salir de mi boca. Si que pasó, porque los almohadazos volvieron.

—¡Para!

—¡Si no me dices donde estuviste te mataré!

¿Ahora «matar» significaba dar almohadazos? La generación de Lili va de mal en peor.

—¡Déjame!

La rubia no paró en ningún momento, en cambio, solo seguía haciendo lo mismo.

¿Que esta chica no se cansa?

—¡Estuve con Amelie, ahora déjame dormir!

Y finalmente, como lo supuse, los almohadazos pararon. Suspiré aliviado, pero no duró mucho, gracias a la curiosidad de la rubia.

—¿Qué hicieron?—dió un salto en mi cama.

—Nada.

Mi subconsciente gritaba que «nada» significaba que finalmente besé a Amelie.

—Como siempre, nunca haces nada, ya te dije que le digas algo y no seas idiota.

Bufé.

—Logan... , ¿le dijiste algo?

Mis hombros se tensaron. En realidad, no entendía porque, si simplemente nos besamos, ¿no?

Bueno... , le dije que me gustaba. Bueno... , le dije que estaba enamorado de ella, y después nos besamos, y me sentí como un adolescente estupido. Realmente me sentí como un idiota, mis sentimientos fueron un revoltijo, ¡hasta me dolió el estómago! Pero cómo no estaría así, si literalmente besé a Amelie, a esa dulce chica que tanto me gusta. Su aspecto no ayudó en nada, se veía jodidamente bien.

—¿Por qué sonríes así?

Me sobresalté.

Lili seguía allí...

—Estaba pensando—dije después de borrar mi sonrisa.

—¿En Amelie?

Puse mala cara y Lili tenía una expresión burlona en el rostro.

Me levanté de mi cama y empujé a la rubia hasta sacarla de mi habitación. Lili soltaba pequeñas risitas y mi mala cara no se iba.

Tomé un short deportivo y me di una ducha. Me coloqué una camiseta azul y bajé a desayunar. Jade estaba en el desayunador junto con Lili, y las dos hablaban animadamente. Salude a la peli-negra y me serví un cereal.

—¿Sabes donde está Amelie? No he hablado con ella—habló Jade.

—La dejé en su casa, no te preocupes.

Lili levantó una ceja burlona.

En cambio, Jade, solo asintió y retomó su desayuno.

Al terminar mi desayuno, subí por mis auriculares y salí a correr. Las canciones se reproducían mientras mi mente estaba en Amelie. Era un puto virus esa chica. No podía quedarse solo en mi cabeza, tenía que expandirse por todo mi cuerpo, y cada vez quería tenerla más cerca.

Waiting on you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora