At The End Of The River [Thiam]

Chapter 3: Defeat Pt1

Narra Theo

Liam se estaba reincorporando cómo podía, yo quería llamarle pero no logré ni moverme, esa mirada fría estaba clavada en mí, intenté atacarle pero fracasé. Sabía que debía evitar que le hiciera algo a Liam por lo que solté un rugido retador.

La criatura ni se inmutó ante el ruido, así que procedí a clavar mis garras en su costado como él hizo conmigo la noche anterior pero sentí como atravesé la bruma de su cuerpo, de hecho solo provoque que su ojo brillara aún más fuerte y decidiera hacer un ataque más directo.

Cómo si el mundo se moviera a camara lenta pude observarlo todo,  Liam sufriendo por levantarse. El encapuchado levantando una de sus manos. — Muévete. — Pense mientras note con impotencia como alcanzo a sujetarme con fuerza del cuello y elevarme un poco del suelo.

Luchando por librarme del agarre o tomar algo de aire trate de patear y rasguñar sin éxito hasta que algo me hizo detenerme. Conocía muy bien esa sensación, no podía olvidarla desde que me quedé bajo tierra. La experimenté cientos de miles de veces y ahora se repetía en la realidad.

Pude sentir primero la sangre caliente salir de mi pecho en abundancia, mi piel siendo atravesada a la par que el escozor superaba el fuego de un Hellhound, por último mis costillas que debían de proteger aquel órgano siendo destrozadas como si de papel se tratase, dejando así mi vida a merced de esa figura.

Podía sentir esos dedos y su frío toque mientras rodeaba mi corazón, ante eso estaba inmovil por el dolor, el miedo de morir, pero más que nada el miedo de dejar a Liam con esa cosa.

Luche por última vez con la fuerza que me quedaba. Fui un tonto, aquel movimiento me hizo lastimarme, pude oír a esa cosa reír pues seguro sabía que yo mismo me estaba matando, fue ahí que el ser se acercó a mi oído y hablo tetricamente con su voz de ultratumba que no ocultaba lo mezquino de su actitud. — l'un n'est pas à toi. —

Ahí fue donde comenzó a apretar, podía sentir que la sangre brotó de mi boca mientras tosía aquel líquido rojo que me mantenía con vida, al parecer ese sería el momento en que todo acabaría para mí.

Pero sin embargo se detuvo, un rugido resonó por la calle, el poder que emanó con esa simple advertencia hizo a la criatura mirar y por primera tener una reacción, su ojo se agrando como si estuviera sorprendido del nuevo contrincante.

En la calle oscura frente a nosotros una sombra humana con el brillo carmesí en sus ojos mostraba que un hombre lobo, un alfa se mostraba. Para mí no era un misterio la identidad de ese lobo, sonreí un poco ya que frente a nosotros estaba.

Scott McCall.

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Narra el narrador.

Aquella brisa helada en esa noche de octubre sería recordada, el frío no era tanto pero el mismo fue potenciado por una presencia sobrenatural la cuál provocaría a cualquiera quedarse congelado del miedo.

Sin embargo el nuevo oponente, un alfa verdadero se plantaba recto y decidido a enfrentarse a esa cosa que lo miraba con sorpesa mientras aún sostenía el cuerpo de Theo.

El encapuchado parecía estar en trance, cosa que le sirvió a Liam para intervenir.

Ahora dirás, ¿Cómo se levantó si hacía poco sufría por incorporarse? Fácil, una manada se vuelve más fuerte si los integrantes están cerca. Él aullido del alfa también fortalece la chispa de su manada por lo que el beta herido logró recuperar la fuerza para salvar a la chimera.