Y entre las cosas rotas en mi interior, en algún lugar de mi corazón o cerebro está Clay Bruke.
La razón de mis insomnios, ataques de ansiedad, depresión y alucinación.
Clay fue el inicio de las preguntas en mi cabeza, fue mi mayor problema, porque después de él comenzó el agujero negro, el caos y el quiebre de todo a mí al rededor.
-!Arcie¡ deja ya de perder el tiempo, y baja por favor almorzar, que te llama mamá.
Lara estaba de pie frente a mí, moviendo las manos de un lado a otro, intentando llamar mi atención.
Mis ojos se encontraban detenidos en la pared blanca de mi habitación, donde no miraba absolutamente nada, pero pensaba en todo. Levante la mirada y distraída, le mire entendiendo que me había acabado de quedar ensimismada.
-Hermana ¿Cómo puedes vivir en esté desorden? Apenas terminemos de comer vendré ayudarte a ordenar.
Yo em... Creo que así esta bien.
Al bajar de mi habitación, en la mesa estaba mamá esperándome con un refresco de frambuesa, y los medicamentos nuevos "de la felicidad" aquellos que por mucho tiempo en secreto tratamos de evitar.
-
De verdad ¿Ya no hay nada más que podamos hacer? si vamos y le inventamos otra cosa al doctor o si solo me dejan dormir cuando siento sueño.
Prefiero cualquier cosa menos esto, dije observando fijamente el bote de pastillas.
-Arcie, querida ya no podemos evadirlas más, sé que son fuertes, que te marean, y te hacen sentir rara, pero me aseguraron que si las tomas a tus horas, y cumples con el tratamiento tu cuerpo se acostumbrará a ellas y todo después será casi normal.
¿Casi normal? No, mamá tú y Lara saben que esto es algo que no se va.
Lara: Arcie no seas así.
Pero hermana tú sabes que la última vez...que las tome.
Mamá: Si se cariño la última vez fue horrible, pero debes estar tranquila, porque no volverá a pasar otra vez, Lara y yo estaremos al pendiente, todo estará bien.
-
Bueno pues ya no tengo escapatoria.
Cogí una de las cápsulas del bote de plástico, me la puse en la boca, cerrando mis ojos y me la tragué sin más.
-
Mamá: Estarás bien, solo es cosa de tiempo, ahora come algo y luego te vas acostar.
Está bien mamá, respondí.
-
Cuando estábamos terminando de comer, mamá no dejaba de mirarme, al punto de llegarme a incomodar.
Lara miro a mamá y moviendo los ojos señalando algo, me miro nuevamente y sonrío.
Sentí un ligero clavado en la cabeza que me hizo quitar la vista de ambas por un momento.
Lo que me avisa que he estado lo suficientemente despierta como para que, en cualquier momento, el sueño comience a venir.
-
Mamá: Arcie, Tina me hablo sobre tu tratamiento...
¿Paso algo malo entonces? Mamá.
Mamá: Tranquila, no es nada malo solo me mencionó que lo mejor para seguir el tratamiento, era acompañar tus medicamentos con música que te relaje.
Pero ¿Crees que eso va funcionar realmente?
-Pues solo nos queda intentarlo, y por eso te tengo algo que entregar.
Espera, dije deteniendo el movimiento de Mamá, quien se acababa de parar de la silla.
No gastes dinero en mí, sabes que todo esto está saliendo muy caro, el tratamiento los medicamentos, la terapia, las consultas, la casa, el coche, de verdad evita hacer más gastos que se traten de mí, sé que desde que papá te dejo la vida para las tres se ha hecho muy difícil. Mi enfermedad, Lara que esta por entrar a la universidad, yo que aún no te puedo apoyar, enserio que estas cosas no hacen falta.
Mamá me miro y antes de que Lara apareciera menciono.
Estoy muy orgullosa de ti cariño, y me encanta que pienses así, pero lo que más quiero es verte sana y feliz.
Yo también quiero estar sana, pensé.
-
Lara apareció de repente en la cocina con una pequeña caja con un lazó de color azul en las manos.
Toma y espero que te ayude mucho hermanita.
Recibí aquella pequeña y hermosa caja y me senté.
Mamá y Lara se quedaron en un rincón observando, mientras yo vaciaba aquella caja llena de papel picado de colores.
Expectantes a mi reacción.
Es un... Un pequeño estéreo con unos audífonos, y un casete de Beethoven, pero y ¿Esto de dónde salió? Pregunté muy emocionada.
Mamá: Eran míos Arcie, cuando era una joven adolescente como tú tenía ese pequeño estéreo, con el cual salía y disfrutaba mi música. Y luego se dañó lo guardé por unos años, y con lo del tratamiento decidí mandarlo a reparar.
¿Y el casete?
-Digamos que me lo conseguí. Y ahora que sé que te puede ayudar quiero que lo tengas tú, que lo cuides, sé que no es lo mismo que un celular, ni reemplazará tu cuenta de Spotify, pero está alejado de las notificaciones y del estrés de los anuncios en línea.
No inventes mamá esta super lindo, es vintage y me encanto, es mas es mucho mejor de lo que esperaba, porque tiene un valor especial para ti, así que prometo cuidarlo.
!Ya basta de cursilerías¡ dijo Lara. Quien estaba celosa, y apunto echarse a llorar.
-
Hace mucho tiempo no me había sentido tan bien. Es increíble todo lo que ellas hacen por mí, pensé.
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PERDIDOS EN LA VÍA LÁCTEA© [TERMINADA]
Teen Fiction"PORQUE NI LAS BRÚJULAS PUEDEN ENCONTRAR LA DIRECCION DE UN CORAZON ROTO". Arcie Mckley padece de una extraña enfermedad del sueño, donde lo más inimaginable y las pesadillas, pueden convertirse en una realidad. Cansada y abatida de las dudas de la...