5장.

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La rubia llegó a su casa, cerrando la puerta fuertemente y corriendo hacia su cuarto, sin saludar a su madre que la miraba confundidamente al ver a su hija molesta

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La rubia llegó a su casa, cerrando la puerta fuertemente y corriendo hacia su cuarto, sin saludar a su madre que la miraba confundidamente al ver a su hija molesta.

La rubia se tiró en su cama para luego enterrar su rostro en su almohada y soltar un grito de frustración. Lágrimas caían sobre sus mejillas, sus ojos ardían.

¿Porque a ella le tenía que pasar esto?.

Extrañaba los abrazos de su hermano. Iba cada noche para buscar a su hermano por toda la ciudad, pero no había nada, no más de aquella camisa que pertenecía a el. La policía no hacía nada, su mamá estaba empezando a tomar nuevamente, su padre no aparecía por ninguna parte, cometió una locura el día de ayer y se enteraron los protagonizantes de aquella locura, su cámara ya no servía, las fotografías las había agarrado dahyun y para el colmo, su mejilla ardía horriblemente debido al golpe que recibió anteriormente.

Se levantó y se dirigió a unos cajones, para luego agarrar la bolsa en donde estaba la camisa y tomarla con sus manos. No le importaba si huellas o marcas quedaban pegadas en la tela, ella solo quería sentir el olor de su hermano.

Porque si.

Todavía se sentía su olor.

Llevo a su pecho la prenda y se recostó abrazándola.

Lentamente el sueño le fue ganando, hasta quedarse dormida.

La peliceleste llegó a su casa, subio a su habitación y tomo las fotografías rotas

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La peliceleste llegó a su casa, subio a su habitación y tomo las fotografías rotas. Agarró una cinta y fue juntando las pequeñas imágenes, como si de un rompecabezas se tratase. Luego de unos minutos, por fin las pudo juntar, formando una grande fotografía con Irene en ella.

La calidad no era mucha, solo se alcanzaba a ver su silueta pero sabía que era de su amiga. Poco le importaba el hecho que fue fotografiada con solo un sosten, después arreglaría ese caso, pero ahora solo le importaba su amiga.

Tendría que buscar a Momo para que la ayudase a mejorar la calidad de la fotografía.

Por ahora solo guardo la fotografía en unos cajones de su escritorio y con un suspiro se acostó en su cama.

Pequeñas gotas empezaban a caer por sus mejillas.

Agarró su móvil y le mando otro mensaje a su amiga de los muchos que le había mandado.

Pero no le llegaban. Decidió marcar pero le mandaba a buzón.

Empezaba a desesperarse, todavía no había hablado con la madre de su amiga.

Tomo nuevamente el móvil y le pico al contacto de la madre de Irene.

Un tono y al tercero se escuchó una voz en la otra línea.

— ¿Dahyun? – la suave voz de la señora se escuchó.

— H-Hola, perdón por llamar a esta hora – se disculpo – pero, ¿de casualidad Irene se encuentra en casa? – sus nervios aumentaban cada vez más.

"Pensé que mi hija se quedó contigo, ayer me comentó que iban a hacer un trabajo del colegio, por lo que supuse que durmió en tu casa, ¿Esta todo bien?.".

La voz de la señora Bae sonaba preocupada. Esto entristeció a la coreana, quedando en silencio un momento hasta que dicidio hablar.

— Lo siento, me olvide que se fue a comprar frituras – rió forzadamente y colgó.

cayó de espaldas en su cama, enterrando su cara en su rosada almohada, mientras lloraba de preocupación.

Nunca debió dejar a su amiga sola.

Nunca debió discutir con ella.

Nunca debió meterse al cuarto de Jaehyun.

Ambas chicas se encontraban en su cuarto llorando, por diferentes situaciones pero del mismo tema.

La peliceleste cerro sus ojos, para luego caer rendida en un sueño profundo.

La peliceleste cerro sus ojos, para luego caer rendida en un sueño profundo

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DISAPPEARED|| DAHMO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora