Lowood (Edward Cullen x Oc)

Pasos

Charlie se encontraba acostado en su viejo sofá, sentía como los años pasaron y él estaba estancado en aquel viejo y mullido sofá. El sofá fue testigo de la vida de Charlie, fue testigo de cómo cada día estaba más retraído y solo.

Su ex mujer Reneé, volvió a embarazarse. Era desolador saber que ella superó la muerte de su hija Bella. Charlie aún se culpaba, y también creía que René lo culpaba de la muerte prematura de Bella.

Vio que ya eran a las 11:00pm de la noche, y empezaba las noticias, no le prestó demasiada atención a las primeras noticias, se levantó para prepararse un sándwich cuando algo le llamó la atención.

En las noticias vio a una persona. El conocía aquella niña. El conocía aquella chiquilla que estuvo en su casa, en esta cocina preparándole la comida. Era su hija adoptiva; Shirley.

Esa noche lloró. Lloró de la impotencia, lloró de alegría al saber que ella estaba bien. Lloró porque era tiempo de avanzar como aquella lo estaba haciendo. Esa noche Charlie se había prometido que no volvería hacer irresponsable y negligente.

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Estaba sentada cerca de un ventanal dentro de una cafetería. Saboreando su desayuno que se veía exquisito cuando ve a lo lejos un hombre de aspecto elegante, ella solo sonrió. Vio de nuevo su desayunó y vio aquel hombre. Alguien cambió la música y puso música instrumental pero no de la que te da sueño como las que tocaba Edward, esta canción te hacia que tu sangre se calentara de anticipación y euforia.

Volteó a ver hacia donde estaba el señor elegante ordenando su desayuno. Sus miradas se conectaron y en ese momento Shirley está segura que sus alarmas se encendieron. Aquel hombre elegante marcaba peligro. Dejó el plato intacto y buscó posibles ataques. Vio que en la puerta se encontraba un par de hombres vigilando y observándola disimuladamente.

Shirley suspiró pesadamente y con una mueca de tristeza dejó su desayuno sin haberle dado un mordisco. Se levantó disimuladamente mientras dejaba a propósito su bolsa. Dejó treinta dólares escondidos debajo del plato y fue hacia los baños.

Pensó que ya la había librado pero aquel hombre elegante estaba parado en la entrada de los baños y solo le sonrió.

—Hola Shirley.

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Lewis estaba exhausto por la tarea que le encomendaron. Atrapar el tipo había sido difícil estos días en dar con su paradero. Una vez localizado, tomó las órdenes del cliente y lo llevó a un subterráneo de alguna construcción abandonada.

Vio a la persona que estaba inconsciente dentro de la jaula y suspiró por la mala suerte del tipo.

—Lewis.

Escuchó la voz del cliente.

—Señor, el trabajo está hecho.

— ¿Es este hombre?

—Lo es.

—Se ve más muerto que vivo...

—Me excedí un poco, pero si lo deja descansar unos días regresara a la vida.

—No, mi hija no tarda en llegar.

Lewis solo asintió y vio de nuevo al hombre inconsciente.

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— ¿Quieres ir al cine conmigo?

Shirley no sabía que decir o que contestar la última vez que el la invitó, ella terminó por pagar los boletos y las chucherías, y ahorita ella no tenía suficiente dinero disponible. Estaba estresada por lo que había descubierto, estaba estresada en no estar preparada para dar el siguiente paso, estaba aturdida y poco insegura de querer hacer esa llamada. Estos días había sido un caos y el hecho que Lewis había desaparecido le decía que era por culpa de ese hombre que dice ser su padre... suspiró cansadamente mientras veía a Jared que la seguía viendo como un cachorro en busca de afecto.

—No.

— ¿Por qué?

—Odio... —Shirley le iba a decir que odiaba estar a su lado. Que la hacía sentir incomoda. Desafortunadamente lo que dijo él la sacó fuera de su balance.

— ¿Quieres ser mi novia?

— ¿Por qué? —esta vez fue ella quien hizo la pregunta.

—Me gustas. —"Masoquista" pensó Shirley.

—Pero tú a mí no. —declaró viéndolo con un poco de desconfianza.

— ¿Qué? —Jared alzó un poco la voz, parecía que el rechazo no lo aceptaba bien— ¿Enserio? Tu siempre me estas mirando y haces que me sentía atraído. Las veces que hemos estado juntos te he hecho reír... sé que odias a todas las personas porque tienes miedo en confiar. Sé que te duele hablar del pasado, pero solo cuando quieres dar tu opinión mencionas un poco de tu pasado. Eres morbosa de una manera extraña, e incluso pienso que eres una psicópata a ciernes, pero me gustas. Me gustas mucho.

Shirley lo miró un poco sorprendida, parpadeó varias veces para saber si aún estaba soñando. Definitivamente Jared era una persona masoquista.

—Y-yo...

—Sé que no puedes amarme de la noche a la mañana, pero ya llevamos dos meses conociéndonos, llevó dos semanas tratando de conquistarte. ¿Puedes darme la oportunidad de conocerte un poco más?

Shirley negó con la cabeza aun aturdida.

Muchas cosas pasaron por su cabeza, muchas palabras resonaron en su mente, pero algo que permaneció en su mente actual fue; dos meses. Ella olvidó la remembranza de Polly.

—No puedo... lo siento pero no puedo.

Vio como Jared entraba en pánico y trataba de acercarse pero ella dio dos pasos atrás. Sintió la cara húmeda y se dio cuenta que estaba llorando. En ese momento su celular vibró.

Llorando y con las manos nerviosas por estos sentimientos que estaban desbordándose contestó.

—Bueno...

—Lo tengo.

Ahí Shirley se dio cuenta que tenía dar ese paso que se negaba a dar

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despues de dos años actualizo. Espero que se encuentren bien. y espero que les guste.