Corazón de Hielo

Dolor.

No surge de mí, no es algo que yo cree a voluntad. Simplemente está ahí, alojado en mi pecho.

No crece ni reduce su tamaño. No tiene forma, color, olor, no hay nada en ello que me ayude a describirlo, que me ayude a descifrarlo.

Solo presiona, presiona sin ceder ni un segundo.
Intenté alejarlo de mí, pero ya no es posible.

Ella siente dolor, dolor no solo de mi pasado en tinieblas, si no un pasado y presente juntos, es como vivir en lo más profundo de la tierra y no ver el sol salir.

Ella es golpeada una y otra vez por la misma piedra y lo peor es que la piedra cambia de cara una y otra vez. Dolor de esperar sus lindas palabras y solo recibe más y más regaños de si misma.

Ella ya no soporta más ese dolor, se siente sola, no sabe que hacer, las personas que le deberían ayudar solo la lastiman sin más, me siento como un fantasma porque por más que le hablo ella no me responde, le digo al cerebro que me ayude pero él solo me dice que es culpa del corazón, mi corazón sangra y cada gota de derrama de va cayendo al suelo para que los demás lo noten y nos ayuden pero ninguna persona se da cuenta.

El corazón nos dice que no vale la pena esperar a la persona que nos ayude, pero nosotros pensamos que, si la hay, pero cada día que pasa nos desilusionamos más los tres, miro el cielo estrellado en espera de una estrella fugas pero no la encuentro, mis ojos se van apagando y no se como hacer para que se prendan, mi corazón se quebró y solo queda una milésima de él, hasta mi cerebro me abandonó y ya no piensa en cómo salir de ésta.

Por lo visto los tres nos quedamos solos en este mundo injusto que sólo nos lastimó sin nosotros buscarlos.