Cap.10

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-No te preocupes -me responde, sonrojada y retirando su mano. Pero en seguida vuelve a estornudar.

-Te enfermarás por mi culpa -le recuerdo, frunciendo el ceño.

-Bueno... -me mira con duda-. Y tu te enfermarás si no te cambias.

Miro mi pijama, que solo consistía en un pants, una playera sencilla y me había puesto unos tenis para salir, ahora empapados.

-Creo que tengo algo para ti -me sonríe, y me doy cuenta de que me eh estado acostumbrando a su sonrisa-. Ven, acompáñame.

Se dirige hacia la escalera, voy pisándole los talone, se dirige a una habitación, la abre y los dos entramos. Va directo hacia el ropero y comienza a husmear, al parecer tiene mucha ropa de mi talla.

-¿Tienes hermanos?-le pregunto, espero que no crea que soy un chismoso.

-No... -suspira-. Pero en mi anterior casa mis primos iban muy seguido y pues su ropa se quedo en mi casa, la verdad no se como llego a la mudanza, y mi abuela decidió ponerla aquí. Por si algún día nos visitan.

-Oh... -es lo único que se me ocurre decir.

Me tiende unos pants como los que estoy usando solo que azules y una playera blanca.

-Te dejare para que te cambies -murmura antes de salir de la habitación cerrando la puerta tras de si.

Me cambió rápidamente y como me ah dejado unas calcetas, no me pongo los tenis que traía.

La habitación es espaciosa y se ve que alguien la ah arreglado especialmente para alguien. Comienzo a caminar por la habitación y veo múltiples fotos, en algunas sale TN con otros chicos más. Están sonriendo y ella se ve hermosa.

Suspiro, estoy sonriendo como tonto.
Bajo las escaleras y la veo, ya cambiada y viendo la televisión.

-Aleluya -exclama, levantando las manos hacia el techo-. Creí que te habías desmayado o algo. Jos, pareces señorita.

Suelto una carcajada pero luego me detengo, aún no se si sus padres están en casa o si esta sola, pero ella parece bastante relajada, me siento a su lado.

-¿Ya te sientes mejor?-le pregunto, desviando el tema de mi.

-Si -me responde, muy segura de si misma-. Te dije que no era nada.

-Bueno... -contesto no muy convencido.

-Bueno -suspira-. No hay nada bueno que ver en la tele, ¿Por qué no piensan en la gente que no puede dormir en la madrugada?

Me río y la veo de reojo, su cabello esta mojado y las mejillas sonrosadas, tiene el ceño fruncido y me dan ganas de pasar mi dedo índice por ahí o de depositar un dulce beso entre sus cejas, para sentir el tacto de su suave piel contra... ¿Pero qué demonios me pasa? Esto ya me esta asustando, ¿Desde cuándo pienso tantas cursilerías? Sacudo mi cabeza para ahuyentar esos pensamientos.

Comienza una serie extraña y TN bosteza.

-Si quieres puedo irme... -comienzo a decir, aunque la verdad no quiero alejarme de ella.

-No, no te preocupes -me sonríe-. Estoy bien, de todas maneras antes de que llegarás no había podido dormir.

-¿De verdad?-le pregunto, sorprendido.

Mi parte idiota me dice que debería de preguntarle si es por el casi beso, pero le hago caso omiso y me hundo aún más en el cómodo sofá.

A los pocos minutos siento los ojos pesados y comienzo a cabecear, pero no quiero quedarme dormido. Siento un peso sobre mi hombro, y giró la cabeza lentamente. TN se ha quedado dormida sobre mi hombro, sonrió mientras la observo dormir. Estiro mi mano libre para apartar unos mechones rebeldes que caen por su cara, y cumplo lo que había estado deseando desde hace un momento, posó mis labios suavemente sobre su ceño fruncido que se suaviza al instante.

Never leave me (Jos Canela & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora