Never leave me (Jos Canela & Tu)

Capitulo 19

*NO POV*

TN y Jos iban caminando por la calle hablando y hablando sobre cosas sin sentido.

Jos se debatía si sería demasiado tomarla "casualmente" de la mano, pero la manera en la que ella actuaba no dejaba mucho que pensar, mantenía su distancia notablemente.

-Y... -comenzó a decir Jos sin saber muy bien que decir-. ¿Qué película quieres ver?

-Uh... -dudo un segundo antes de negar con la cabeza-. La verdad no lo se, la que quieras.

Llegaron al cine y optaron por una que se veía realmente aburrida pero era la única que estaba a esa hora, a Jos no le importaba realmente la película, sabría que estaría distraído todo el rato con TN.

Por otro lado, ella estaba realmente nerviosa con Jos a su lado, había quedado de salir con Tristán esa misma tarde y eso la mantenía alegre y risueña.

-¿Por qué entramos a ver esta película? -pregunta el castaño levantando las manos al aire y recibiendo unas quejas por parte de los señores de mediana edad que llenaban la sala.

-La verdad no lo se -TN suelta una pequeña risa-. ¿Y si salimos de aquí?

-Gran idea, vamos -asintió mientras se levantaba de golpe, recibiendo aún más quejas que antes.

Salieron y caminaron sin rumbo por toda la plaza, al final decidieron sentarse en una banca a platicar.

-Ya en serio no es divertido -se quejó por milésima vez TN mientras se sonrojaba-. Creo que ya se por que no invito amigos a mi casa.

-Oh vamos, tu abuela es adorable -le responde el, picando una de sus mejillas-. Y baila genial.

-Se hubiera lastimado y tu hubieras sido el culpable, ademas, ¿El taxi, Jos?

-¿Qué? -levanta las manos en señal de paz y ríe ligeramente-. Admitelo, te gusta la canción.

-Me tiene harta la verdad -sonríe con sinceridad.

-Oh vamos, no puede ser tan mala -le dice mientras le da un leve empujón en el hombro-. Oye, ¿Y si jugamos algo?

-¿Cómo que?

-De preguntas, para saber más acerca del otro -propone mientras sonríe tímidamente.

-Esta bien -sonríe al notar que se a sonrojado-. Comienza tu.

-¿Color favorito? -pregunta el, sabiendo que es una pregunta sumamente tonta.

-Azul -sonríe mientras juega con el borde de la banca-. ¿Comida favorita?

-Lasagna -responde el orgulloso y sonriendo-. Haber... ¿Eres una chica de rosas y cartas?

-Eh, no -ríe nerviosa-. La verdad no me gusta que me regalen flores, creo que no tienen ningún sentido, pero amo que me escriban cartas se me hace muy lindo, y que me regalen dulces.

Jos toma nota mental para más tarde, se le había ocurrido una idea bastante demente pero planeaba llevarla a cabo.

Siguieron así su tarde, hasta que decidieron volver a casa de ella pues se había excusado con que estaba cansada.

-Bueno -Jos pasaba su peso de las puntas de sus pies a los talones, estaba realmente nervioso-. Me la pase muy bien, TN, gracias.

-Yo igual, Jos, podríamos hacerlo más seguido -sugiere ella sin saber que le esta dando falsas esperanzas.

-Claro, cuando quieras -contesta el sonriendo aún más-. Cuídate.

Se despiden y cada quien entra a su casa. Jos, quien emocionado por contarle a su mama como le a ido y también platicar le sobré su plan, corre escaleras arriba.

Mientras TN, corre escaleras arriba para cambiarse para su cita con Tristán muy emocionada.

*

-TN, cariño -su abuela asoma su canosa cabeza dentro de la habitación-. Un chico te busca.

Ella se mira por ultima vez en el espejo, había decidido usar un vestido y alisarse el cabello, sonríe para si misma y baja las escaleras.

Ya abajo se puede ver a un nervioso Tristán, que sostiene una rosa en la mano.

-Para ti -murmura nervioso y se la entrega, sonrojandose ligeramente.

-Eh, gracias -toma la flor y corre a la cocina para ponerla en agua, hace una mueca hacia la rosa y sale de ahí.

-¿Nos vamos? -pregunta el, sonriendo y tendiéndole su mano.

-Claro -sonríe tímidamente, se despide y sale junto a Tristán.

*

-¿Cómo vas? -Marina entra a la habitación de su hijo, quien esta concentrado en el papel en blanco frente a el.

-No muy bien -hace una mueca y se rasca la nuca con la goma de el lápiz.

-Ya llegara la inspiración -lo alienta y sacude un poco su cabello.

-Eso espero -suspira-. Tal vez debería ir a caminar para inspirarme mas.

-Es buena idea -levanta sus cejas sorprendida, pues su hijo nunca actuaba de forma tan extraña.

Justamente se había sorprendido aún más al ver a Jos llegar tan emocionado para contarle sobre su salida con TN, y aún más al enterarse de que quería escribirle una carta para declararle su amor.

Salió de la habitación sonriendo más que nunca, mientras Jos movía el lápiz con rapidez sobre la hoja.

*

TN y Tristán caminaban por el parque tomados de la mano, riendo como una pareja de enamorados.

-Eh, TN -Tristán comienza a sonrojarse y aprieta su agarre en la mano de TN-. Necesito decirte algo...

-Dime -le contesta emocionada e impaciente.

-Se que esto es muy apresurado y se que tal vez piensas que soy patético...

"Por favor por favor, TN. Déjame volver a sentir tus labios, por favor, se que tal vez no empezamos de la mejor manera pero, quiero arreglar todo, y ahora lo que me haría más feliz en este momento sería volver a sentir tus labios contra los míos... Por favor, se que sueno patético."

TN, sacude su cabeza ante el recuerdo pero se recompone rápidamente y sonríe, la cara de Jos vuelve a sus pensamientos y la hacen dudar de lo que está a punto de hacer.

-...pero esa es toda la verdad -continúa hablando Tristán y ella nunca se enteró de todo lo que dijo-. Y por eso te quiero preguntar, ¿Quieres ser mi novia?

Algo en su cabeza le dice que eso no está bien, los ojos de Jos no dejan de acudir a sus pensamientos y eso no hace más que estresarla.

-Si, Tristán -susurra TN, conmocionada-. si quiero ser tu novia.

Tristán junta sus labios con los de su ahora novia y sonríe sobre ellos.

A lo lejos, Jos, quien había estado parado ahí el suficiente tiempo como para ver todo, arruga la carta que tenia entre sus manos mientras unas cuantas lágrimas surcan por sus mejillas ahora rojas. El papel que sostenía en sus manos, la carta terminada en donde le confesaba todo lo que sentía.

Suspiro, se había ilusionado de nuevo y le habían arrebatado todo.

Y corrió, con todas sus fuerzas hacia su casa, y en el camino tiró la hoja inservible que había estado apretando en sus manos con furia.

El pecho le dolía y le costaba trabajó respirar, sabia que no debía enamorarse, todos se lo habían dicho.