直接冲突 : CAPÍTULO 22

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TEN & DEJUN

Dentro de las posibilidades finales, no podía negar que una de las que se paseó por su cabeza también incluía a Dejun lastimado. No deseaba un final así, pero luego de lo que había escuchado sobre el padre de su roomie, sus esperanzas no eran muy altas.

Lo habían llevado al hospital, pues el menor no solo había sufrido un desmayo por el puñetazo, sino que también presentaba signos de deshidratación y mala alimentación. Por esto, Ten también se culpó un poco. No estaba durante toda la tarde, por lo que no podía controlar que Dejun estuviese alimentándose bien.

—Por Dios, ¿cómo te sientes? —preguntó con desesperación a Dejun en cuanto este comenzó a abrir los ojos de forma dificultosa.

—¿Ten? —se encontraba desorientado.

—Sí, soy yo. —tomó su mano y se aferró a la misma— ¿Te duele algo?

—..¿Por qué estamos en el hospital? ¿Dónde...dónde están mis padres?

—Tu madre fue al baño y pronto volverá. Tu padre...

Dejun comenzó a recordar y con esto, el dolor volvió a atacar su corazón.

—Oh. Lo recuerdo.

Uno de sus mayores miedos se había cumplido y su padre le había pegado un puñetazo. No obstante, debía admitir que fue él quien comenzó primero.

Se desconoció en ese momento, es que esas palabras...no supo cómo, pero algo dentro de él se movió y reemplazo la tristeza con bronca por unos instantes.

—Pobrecito. —Ten acarició su rostro y lo miró fijo.

—Si te tengo a ti, perderé a mi padre. —sentenció Dejun y devolvió la mirada.

El tailandés asintió. Aquí venía, pensó...si quería hacerlo un lado, debía hacerlo ya mismo, de lo contrario, sería demasiado fuerte.

—...si no quieres esto, por favor dímelo ya. —pidió.

—¿De qué hablas?

—Si quieres...si quieres que me aleje de ti y que nunca volvamos a vernos, puedo hacerlo. Lo único que te pido, es que me lo digas antes de que me enamore por completo.

—No, no quiero que te vayas. —el menor agarró las manos del mayor y las sostuvo— No, yo...mi padre no me quiere. Él no me quiere más...—los lagrimales del castaño tomaron temperatura y empezaron a mostrar las primeras lágrimas— ...debo aceptar que no me quiere más.

—Dejun...—el pelinegro le regaló un cálido y reconfortante abrazo que se prolongó hasta que volvieron a enfrentarse y decidieron compartir un beso— Yo sí te quiero. —le susurró cuando sus labios tomaron un poco de distancia— Tu madre te quiere, tus amigos te quieren. —besó su morada mejilla con mucho cuidado.

Dejun iba a responder, pero Qian ingresó a la habitación.

—¡Dejun! —exclamó ella y Ten se separó del muchacho para que pudiera hablar con su madre.

—Los dejaré solos un rato. —informó el tailandés— Debo ir a tomar aire. —Qian le sonrió y le susurró un ''gracias'' antes de que se marchase por la puerta.

DEJUN

El chino se dio cuenta de que todo lo que necesitaba para ser feliz, eran su madre y Ten. Todavía le dolía y tenía esporádicas vueltas hacia atrás que su cerebro le enviaba, mas su cuerpo rechazaba.

La admiración que alguna vez le tuvo a su progenitor, ahora se percibía como una decepción teñida en bronca.

Su madre no pronunció palabra alguna y solo se dedicó a acariciarle los cabellos. El ambiente que los envolvía era tranquilo y el aire que se respiraba parecía limpio.

straight conflict ‹ xiaoten;tenxiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora