直接冲突 : CAPÍTULO 20

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TEN & DEJUN

Los días que los aproximaron no estaban siendo del todo fáciles, tenían sus buenos momentos que ayudaban bastante a sobrellevarlos, pero aún existían importantes temas pendientes.

La rutina de Ten continuaba siendo la misma que días atrás, dura y agotadora. Lo más positivo era que ahora, los dolores de cabeza que eran provocados por compartir techo con Dejun se habían quedado por completo en el pasado. 

Luego de aquel día lleno de nuevas sensaciones para ambos, no pudieron ni quisieron mantenerse alejados. Eran ellos de nuevo, pero ahora compartían un lazo mucho más íntimo.

Dejun todavía seguía con medio cuerpo en su burbuja y todavía usaba los videojuegos para huir. Ten hacía sus esfuerzos por sacarlo y a veces lo lograba, hasta que poco tiempo después del cariño, el otro volvía adentro como imán a un metal.

Es que el menor de los dos estaba muy asustado. Le contó a Ten sobre la beca de la carrera de Literatura que le ofrecieron en la Universidad de Artes y que como hacía poco la había aceptado, pero lo ponía ansioso el hecho de saber que su padre llegaría en menos de dos días. Eso significaba que tendría que hablar con él y no podría hacerlo solo.

En menos de dos días también se cumpliría la mitad de la cuarta semana de Ten en Taipéi y a pesar de que ya había decidido qué haría, por momentos le surgían dudas que eran totalmente entendibles.

Quería estar con Dejun y creía que, después de todo lo que estaban viviendo juntos, no se retractaría ni lo dejaría, pero, a veces...el pensar que podría ceder ante su padre, amenazaba con romperle el corazón.

Y no quería que eso sucediera una vez más.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Ten a Dejun y posó toda su atención en él. Este último traía los cabellos un tanto despeinados y la mirada fija en la televisión. Ten presentía que no tendría muchas ganas de hablar del tema, pero faltaba muy poco tiempo.

—Aterrado. —Dejun dejó caer con cuidado el joystick sobre sus regazo y observó al mayor— Estoy aterrado. No sé cómo lo haré.

Lo que Dejun no sabía, era que su compañero de piso también estaba transitando aquel estado.

—Yo también lo estoy. —tomó la mano del castaño y le sonrió con suavidad.

No supo si decirle el real por qué, ya que no quería que el otro se lo tomase mal o algo por el estilo.

—¿Por qué? Ya has decidido que te quedarás, ¿no? Y conmigo, claro está. —Ten soltó una risita.

—Cierto, no quieres que me quede allá porque habrá muchos chicos. Aún así, no sé por qué te preocupas tanto, seguro la gran mayoría es hetero.

—Pero eres tan lindo que podrías quitarle lo hetero a cualquier chico. —se quejó Dejun y se cruzó de brazos. El mayor acercó su cara a la suya y le brindó un beso en la mejilla— Pero de en serio, ¿por qué estás aterrado?

Sabía que no dejaría ir la pregunta tan fácilmente, así que dirigió su mirada hacia la mesa de madera ubicada frente a ellos e inspiró por la boca una porción de aire antes de contestar.

—Me da miedo que...que todo termine mal. —hizo una pausa en la que supo que fue observado con confusión— Es decir, me has contado de tu padre y es obvio que ha sido una persona muy importante en tu vida. —ahora miró al menor— ¿Y si...te echas para atrás? Por momentos me es difícil creer que porque aparecí yo, podrás romper eso de un día para el otro.

Dejun quiso enojarse porque no le gustaba que pensase así de él, pero a la vez sabía que tenía sentido y que si se ponía en su lugar, le entendía.

—Por eso necesito que estés conmigo cuando vaya, por favor. —tomó al tailandés de las manos y lo miró— Si estás conmigo, sé que podré hacerlo porque me recordarás la razón detrás de todo este avance.

El tailandés le miró, le sonrió con ternura y a la vez asintió ligero.

—Ahora...juega una partida conmigo, siempre perderás sino practicas. —el menor empujó cariñosamente al mayor con su hombro y sonrió.

—Está bien, juguemos.

(...)

DOS DÍAS DESPUÉS

TEN

­Como era el mayor de los dos, sintió, de forma algo tonta, que tenía que ser el más fuerte en la situación. Se dio ese lugar porque lo veía a Dejun tan preocupado y no podía permitirse no hacerlo. 

Se encontraban viajando hacia la casa de los padres del menor, Ten tomó la mano de su acompañante y la acarició. Parecía que se desmoronaría en cualquier momento y siendo sinceros, él también quería hacerlo. Su miedo aún no había desaparecido y a pesar de que intentó no centrarse en este porque no tenía caso hacerlo hasta llegado el momento, estaba realizando sus mejores esfuerzos para destensar su cuerpo.

—Hey. —le susurró— Todo estará bien. —dijo cuando obtuvo su atención, sabiendo que era una de esas mentiras con intención de sentirse reconfortantes y de generar esa famosa sensación ''fíngelo hasta creértelo''.

Dejun le obsequió una sonrisa triste y su semblante serio transmitía que estaba intentando no llorar.

Ten lo tomó por la cabeza y lo condujo a recostar parte de esta en su pecho, enterrando luego sus dedos en sus cabellos para, finalmente, brindarle cariñosas caricias.

Dejun, por su parte, envolvió sus brazos en la cintura del mayor y se aferró a él.

Así estuvieron hasta que el viaje finalizó, sin emitir ninguna palabra más. 

straight conflict ‹ xiaoten;tenxiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora