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直接冲突 : CAPÍTULO 10

TEN

Debía ducharse, sin embargo, ya había tenido suficiente con el rostro de Dejun por esa noche. 

La simple idea de tenerlo enfrente suyo una vez más le generaría ganas de darle un gran puñetazo a esa cara tan...

Quizás debería haber aceptado la oferta de Kun. 

Me pregunto si estará libre ahora. Lo que sea para darme una ducha y no ver a este tipo.

De nuevo, él no era violento, pero después de su manera de actuar...

Es que detestaba a las personas desagradecidas, detestaba que el menor fuera tan exagerado incluso en los momentos que habían tenido que vivir horas atrás. 

Después de enviar un mensaje y recibir una respuesta positiva por parte de su compañero de academia, Ten preparó su bolso para el día siguiente y se dirigió hacia la habitación de Dejun.

Dudó en sobre decirle si se iba, después de todo, ¿por qué al otro iban a importarle sus planes?

Terminó tocando la puerta de todas formas y en su mente se imaginó de una manera muy distinta el futuro que se le aproximaba. No haría más que decirle lo que tenía que decirle y alejarse de la puerta, sin esperar que fuese abierta y de nuevo, mejor para él si ese era el caso, porque no quería enfrentarse al chino.

No obstante, sucedió algo diferente. 

Un Dejun con los cabellos mojados, una musculosa negra y unas bermudas simples, lo recibió. Parecía que recién salía de bañarse. Compartieron una mirada intensa cuando sus ojos se encontraron y Ten no supo diferenciar si lo que quería acercar al rostro opuesto eran sus puños o sus labios.

—Si necesitas el baño, acabo de terminar... —la mirada del castaño huyó rápidamente.

¿Qué sucedía? Dejun actuaba muy...dócil, comparándolo con su comportamiento habitual.

—No. Sólo venía a avisarte que me voy a la casa de mi amigo, vuelvo mañana.

—¿Por qué? —preguntó el otro, todavía sin mirarlo.

¿Por qué me pregunta esto?

—¿Desde cuándo te importa lo que hace una persona asquerosa como yo?

DEJUN

Dejun continuaba siendo víctima de la filosa mirada de Ten sobre él y no era capaz de devolverla de la misma forma, no después de haber pensado en lo que había plasmado en la aplicación mientras se duchaba, por eso huía como un cobarde.

—Tienes razón. —uno de sus puños se cerró con fuerza.

Mejor que se vaya. No necesito verlo justo ahora.

Cuando se atrevió a mirar hacia arriba, deseó no haberlo hecho. Se topó con unos orbes que desprendían seriedad, enojo y vaya a saber qué más.

—Vete de una vez, entonces. —tomó fuerzas y le hizo frente.

''Un amigo.'' Dejun pensó entonces en la posible identidad de ese chico e inevitablemente sintió celos. Estaba siendo altamente hipócrita consigo mismo, porque podría haber tenido a Ten sólo para él solo, sin embargo, no hacía lo que hacía a propósito.

Ambos tomaron distancia ahora, la puerta la habitación fue cerrada y más tarde, el menor oyó como su roomie abandonó el departamento.

AL DÍA SIGUIENTE

TEN

Eran pasadas las ocho de la mañana y Ten viajaba junto a Kun en el transporte público.

La sonrisa y la compañía del chico a su lado serían suficientes para olvidarse de Dejun por las próximas horas. No tenía ni la más mínima intención de preocuparse por su compañero de piso en todo lo que quedaba del día.

Y las primeras horas de la mañana venían transcurriendo bien. Fue tranquilo con sus compañeros e igual de duro que los anteriores en términos de entrenamiento.

Su cuerpo se había acostumbrado con el pasar de los días, pero, en ocasiones, a veces sentía algún que otro dolor producto del esfuerzo en alguna zona específica.

Durante las primeras horas de la tarde, mientras almorzaban, Wong Yuexin se acercó a la mesa en donde se hallaban Ten, Kun y otros chicos más. Ella era una muchacha con la que Ten se llevaba muy bien y además que consideraba una excelente bailarina. Aquella agradable joven pertenecía al grupo de mujeres aprendices y a veces, compartían prácticas con el grupo de hombres.

Según tenía entendido el tailandés, Yuexin poseía un tiempo siendo aprendiz en la agencia afiliada a la academia y era una posible candidata a debutar en el próximo grupo femenino, el cual sería revelado mucho antes que el de hombres.

La cosa era que, en un par de días, celebraría su fiesta de cumpleaños. 

—Los espero ¡No falten! —fue lo que dijo a todos los chicos de la mesa luego de haber entregado invitaciones con decorados holográficos.

—Irás, ¿verdad? —le preguntó un curioso Kun luego de que se despidieron de la chica

—Claro, Yue me cae muy bien y además, tampoco me perdería la comida y bebida gratis. —bromeó y codeó ligeramente al mayor, mostrándole luego el apartado en la invitación que decía "Barra libre toda la noche" — Le compraré uno o dos mangas como regalo, me dijo que le gustan mucho.

—Qué bueno que la conoces más, te robo la idea.

—Oye, no se vale. —se quejó en broma. 

—Será más feliz, hay series con pocos tomos. Entre los dos, podríamos regalarle una serie entera. —Kun guiñó un ojo.

—Bueno, bueno. Eso tiene sentido, pero no te quita lo copión. —el otro chico golpeó suavemente a Ten con la tarjeta y luego la guardó también.