RONALD
Camino a la empresa me comuniqué con Cristal. Esa mujer es un genio con los números y siempre me ha ayudado con las cuentas de las empresas donde soy accionista mayoritario y algunas donde solo tengo un mínimo porcentaje.
—Estaré allí en unos veinte minutos, no dejes que ninguno se vaya hasta que yo llegue —le informo a ella.
Necesito a cada uno de los accionistas en esta reunión, porque si alguno de ellos es quien me está robando, no volverá a ver la luz del día a partir de hoy.
Aunque la reunión me tiene pensativo, más me tiene la llamada de la rubia. Hay una posibilidad de que decida escaparse con este tipo y eso no está en mis planes.
—Muy tarde para algo tan importante —habla mi padre.
—Ahora no, padre. Cuando salgamos puedes decir todo lo que quieras —camino hasta la sala donde están esperando por nosotros.
Entramos y cada uno toma su puesto. Yo como presidente me siento en la silla principal y espero a que la secretaría empiece hablar y de los temas a tocar durante la reunión.
Primero hablamos de los proyectos que hay y el hotel que se está construyendo en Hamburgo y que por desgracia será manejado por el padre de la rubia. Aunque esto no me gusta, tengo que aceptar que esto hace parte del acuerdo que se firmó.
—Ahora lo más relevante y por lo que realmente estoy aquí —interrumpo a Charles.
Uno de los accionistas más valiosos, pero sin el dinero que genera aquí, no sería nadie. Mi padre me da una mirada de muerte, pero lo ignoro. Sus reproches se los puede meter por el culo.
—Hace un tiempo se está llevando un desfalco en algunas de las empresas y luego de revisar descubrimos que todo comienza desde aquí. Construcciones Richter.
—¿Por qué no habías dicho antes? —pregunta Charles.
—Porque no queríamos poner en sobre aviso a quien lo venía haciendo —dice mi padre.
—Ahora bien, sabemos que quien lo está haciendo no va a decir "yo lo estoy haciendo, soy quien te ha visto la cara y quien ha llenado sus bolsillos con tu puto dinero los últimos meses".
Me altero más de lo debido, pero no es por la reunión o el dinero. Todo esto es debido a la llamada que escuche, al miedo que siento al creer que ella puede abandonar todo esto y me jode. Me jode demasiado pensar que lo que siento por ella es mucho más de lo que puedo admitir.
—Si checamos los ingresos de todos y las compras, podemos descubrir quién es el ladrón —habla el padre de Greta. «Más ingenuo que la hija».
—Gregorio, tu nombre debería llevar la palabra ingenuo adelante —me cabrea lo estúpido que puede ser.
La persona que está cometiendo el desfalco no va a llevar todo ese dinero a sus cuentas, seguramente tendrá cuentas fantasmas donde guarda todo.
—¿Quién nos dice que no eres tú quien está robando? —tiene agallas al decir eso. Tiene mucho valor al enfrentarse a mí.
—En cada reunión jodes mis pelotas, estoy harto de ti. ¿Cuál es el porcentaje de tus acciones comparadas con las mías?
—Tu reacción no te ayuda Ronald.
—Tus agallas te ponen en peligro Charles. No juegues con mi paciencia. Sabes que es más bajas que tus putos ingresos.
—Todos sabemos que no somos nosotros los que estamos robando —interviene mi padre.
—Debiste quedarte tú al frente de todo, tu hijo aún es un crío y no tiene la capacidad de manejar todos tus negocios.
—¿Quieres que mi padre los siga manejando para que tú sigas haciendo lo mismo? —preguntó con sorna.
ESTÁS LEYENDO
GRACIAS AL ACUERDO. ©
RomancePrimer libro de la serie amores de la mafia. Mi vida es la que todos quisieran tener, o eso es lo que muchos dicen, yo pienso todo lo contrario, quisiera haber crecido rodeada del amor de mi familia, pero ellos decidieron todo lo contrario. Cuando...