CAPÍTULO 45

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RONALD

Hace dos semanas fue el cumpleaños de mi mujer e hice del día lo más especial que se pudiera. Aún sigo sorprendido de que no haya aceptado la empresa, pero si el arma, ya que creía que esta última la iba a rechazar de inmediato.

En estas dos semanas hemos practicado y su puntería ha mejorado mucho al igual que los movimientos con el cuchillo —esto último fue ella quien tomó la iniciativa en aprender— y se ve extremadamente sexy manejando un cuchillo. Ella se ve sexy con cualquier arma en sus manos.

—Deberíamos levantarnos —mis pensamientos se evaporan cuando ella me habla.

—Deberíamos quedarnos todo el día aquí —atraigo su pequeño cuerpo hacia mí mientras ella intenta escapar.

—Yo también quiero quedarme contigo aquí, pero ya tengo planes con nuestras madres —me recuerda.

—Deja que ellas hagan todo y tú te quedas aquí, junto a mí —hago que su pequeño cuerpo quede sobre mí.

Ella es una verdadera obra de arte. Observar su cuerpo desnudo mientras su rubio cabello cae por su espalda es lo que me gustaría ver hasta el último día de mi vida.

—Es mi boda, no puedo dejar que ellas hagan lo que quieran.

—Nuestra dulzura. Es nuestra boda.

Siempre menciona la boda como si fuera de ella sola, como si se casara con la nada.

—Como es nuestra, deberías acompañarme hoy —trata de levantarse, pero la detengo.

Quiero verla así por más tiempo.

—¿Qué vas a ver hoy?

—Los centros de mesa junto con la decoración del lugar —responde de inmediato.

—¿Tienes algo en mente? Sé que escogimos el color plata, pero quiero saber qué más tienes en mente.

—Flores, quiero muchas flores, también quiero un arco en el altar —menciona con ilusión—. También me decidí por pequeñas flores de color rosa, en las fotos de la planificadora se ven muy lindas.

De un rápido movimiento agarra su teléfono y empieza a enseñarme las decoraciones que le han enviado —son demasiadas— hay algunas con flores, otras con globos e incluso hay trapos que hacen ver hermoso todo lo que ella me muestra.

—Quiero esta —muestra exactamente una imagen donde hay un arco rodeado de flores blancas, rojas y rosas junto a una tela blanca que cuelga desde lo más alto del arco—. Es preciosa. ¿Verdad mi amor que es preciosa?

—Es preciosa, pero no al punto de cómo lo eres tú —nunca antes había sido un hombre romántico, pero mi mujer saca cosas que creí no existían en mí.

—Cómo te gustaron, voy a elegir estas.

Me muestra algunas cosas más hasta que decide que es momento de levantarnos e irnos a encontrar con las otras mujeres de la familia.

El tiempo que ella utiliza para terminar de arreglarse, yo voy a mi oficina para poder hablar con Arno. Él le ha estado siguiendo la pista a Charles, pero como era de esperar. Cada vez que creo que lo atraparé, el muy astuto huye, pero estoy seguro de que uno de mis hombres, «por no decir la mayoría», lo ha estado ayudando.

—¿Información falsa? —pregunto. Algunas de las ubicaciones que hemos conseguido han sido falsas.

—Los hombres de Múnich dicen haberlo visto en esa ciudad, pero no están seguros —me da una respuesta inconclusa.

Esto de Charles es un dolor de cabeza que no desaparecerá hasta que él lo haga.

—Quiero información verídica —más de dos meses desde lo sucedido y aún nadie lo encuentra.

GRACIAS AL ACUERDO. © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora