¡ once !

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— Ya sé que no puedes vivir sin tu mejor amigo Jeongin en todo el día, pero hey, sigo siendo tu otro amigo —Sanha aplastó sus libros a su costado, Hyunjin sobresaltándose porque estaba demasiado concentrado en un punto muerto que no le estaba prestando atención, y frunció el ceño, girándose a su escandaloso amigo.

— Eres aburrido sin Bomin —Sanha abrió la boca ofendido antes de asestarle un golpe en el brazo que le hizo soltar un quejido.

— Te iba a comprar un juguito en caja como símbolo de amistad —anunció, levantándose seguido de Hyunjin, quien comenzó a tomar sus cosas—. Pero no lo mereces.

Hwang soltó una risa ante el dramatismo del contrario, quien le ignoro y salió dando tumbos del salón donde había terminado la clase de composición musical.

Bomin y Sanha eran sus únicos amigos, los había conocido el primer año cuando por casualidades de la vida eligieron los mismos electivos y se sentaron juntos. Sus clases eran más llevaderas junto a ellos, pudiendo suprimir un poco lo mucho que extrañaba a Jeongin y como deseaba verlo.

Se sintió algo extraño cuando al salir al lado del castaño, vió a varios grupos de estudiantes nuevos pasear acompañados de los de segundo por los pasillos y el patio, pensando que si se vió así de patético hace un año mirando todo como si fuese una maravilla.

— Nos hubiésemos ofrecido junto a Bomin, míralo, está hablando pero las chicas sólo lo miran a él —apuntó a lo lejos el grupo de diez personas.

Hyunjin soltó un bufido, Bomin no se había ofrecido especialmente de guía para coquetear, solamente era muy buena persona, pero de lejos se podían ver los nervios de su amigo por si alguna persona de su grupo se le tiraba encima.

— Yo estoy bien así, seguro terminaba tirándole el croquis a alguien.

— Claro, como tú nunca has sentido nada por nadie... —el pelirrojo apretó los labios, sonriendo hacia su amigo que seguía quejándose; nop, nadie sospechaba de su íntima relación con quien todos consideraban su mejor amigo.

Y justamente pensando en él, el grupo de Jeongin se hizo presente en su campo de visión a lo lejos. Su novio siendo guía con el uniforme ajustado a todas sus curvas y el cabello rubio brillante bajo el sol. Hyunjin casi suspira por lo lindo que se veía mientras sonreía y caminaba mostrando todo el instituto a los de primer año. Quería ir y comérselo a besos como lo hizo ayer, tenerlo encima suyo y perderse en esa sonrisita de dientes blancos y bonitos. Ugh, odiaba haber iniciado nuevamente el instituto, tener que contenerse de besarlo frente a todos luego de no haberlo hecho en dos meses y medio era demasiado difícil para él.

Cruzando el patio para ir al casino y sin dejar de ver a Jeongin, casi choca con un árbol y escuchó las risas fuertes de su castaño amigo que lograron llamar la atención de su bonito novio tímido. A lo lejos, Yang miró en su dirección cuando fue agarrado por Sanha hacia el casino, y sólo pudo ampliar su sonrisa y estirar una mano para saludarle, saludo que Hyunjin correspondió a rastras del patio antes de entrar al casino y ser empujado hacia la fila.

— Ya es la hora del almuerzo, ya lo vas a ver —jugueteó Sanha, y Hwang borró su sonrisa para entrecerrar los ojos y mirarle mal mientras se estabilizaba.

Pero en todo caso tenía razón, así que avanzando en la fila hasta llegar su turno, recibió el almuerzo en su bandeja para ir hacia alguna mesa vacía lo suficientemente grande para sentarse con su novio y amigos.

Ver a tanta gente nueva le era algo incómodo, desde ya podía ver a los de primer año verlo como si estuvieran frente a una bestia horrorosa y por poco inclinarse hacia él mientras pasaba, tan dramáticos, como si él pudiese hacerles algo sólo porque sí, pero a la vez tenía que estar mirando para allá y para acá para localizar a su dulce novio.

── clumsy and shy boy !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora