¡ siete !

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Justo en ese momento, una tonta película de terror se reproducía en la televisión, y ellos no habían encontrado mejor opción que tirarse en el pequeño sofá de dos cuerpos en donde sus hombros se rozaban y evitaban mirarse lo más posible.

Y allí estaba Hyunjin, mordisqueando su mejilla interna e incapaz de prestarle atención a la película porque hasta la respiración de su mejor amigo le desconcentraba y los dedos ajenos estaban tentativamente cerca de los suyos. Hasta el aroma a chocolate que tenía Jeongin le llamaba, y él se sentía tan nervioso que en cualquier momento diría cualquier idiotez con tal de quebrar el incómodo momento.

Ni si quiera era capaz de levantarse para ir a mojarse la cara al baño, porque el tacto de Yang contra su hombro era demasiado agradable y temía no poder volver a estar en una situación así sin que se viera demasiado extraño. ¿Desde cuándo le gustaba tanto que Jeongin le tocase? Ugh, definitivamente en esa semana había descubierto ese raro gusto por él que no paraba de crecer y crecer.

— Es suficiente —Jeongin de pronto paró el filme en la televisión con el pequeño control y se enderezó, desestabilizando a Hyunjin, quien de igual manera le copió y miró por un instante algo confundido.

— ¿Suficiente de qué? ¿No te gustó la película? —preguntó curioso, sin comprender, sintiendo la televisión ser apagada por un alterado pelinegro que arrojó el control remoto a la cama.

— No, de la película no, de ti —auch, eso había dolido, Hwang jamás se acostumbraba a lo sincero que era Jeongin la mayoría del tiempo, y este último pudo ver que había sonado demasiado crudo y tenía una mueca inconsciente en el rostro—. Y de mí... de ambos, nosotros, algo así.

Oh, a eso iba.

Por alguna razón, aquel nosotros había sonado tan jodidamente bien desde los labios de Jeongin que fue imposible que Hyunjin no tragase saliva nervioso y con el estómago caliente en una sensación rara que no supo explicar con palabras. Era la primera vez en esa semana que ambos se miraban a los ojos por más de cinco segundos. Y era genial, porque al fin uno de los dos había tocado el tema, aunque hubiese preferido ser él. Pero estaba bien, estaban solos, podían hablar de eso, y con un poco de suerte, Hyunjin podría volver a besar a Jeongin.

— Nosotros —repitió, pestañeando un par de veces y con su dedo índice apuntando entre el menor y él. Dios, sonaba realmente bien.

Yang asintió, acomodándose en silencio, seguramente pensando qué decir, el mayor lo conocía, y cuando miraba hacia un costado y al suelo seguro estaba pensando en sus palabras antes de soltarlas.

— Uh, nos venimos ignorando toda la semana luego de que... me besaste y, y estoy harto —apretó los labios, alzando los ojos hacia él y logrando que la respiración del castaño se atascara por alguna razón.

— ¿Harto... de qué? —preguntó cauteloso, Hyunjin lo sabía, él igual estaba harto, pero quería escucharlo, así que hacerse el desentendido no estaba mal.

— De que estemos así, no estoy acostumbrado a no hablarte o reírme contigo y... y me frustro, porque me pongo nervioso y no lo sé —Jeongin se cubrió el rostro con las manos por un momento, Hyunjin percatándose de que tenía las orejas rojas y volviendo a lucirle tan adorable aquel acto que fue imposible no sonreír—. ¿Por qué me besaste?

La pregunta le tomó por sorpresa, Jeongin aún no le miraba ni quitaba las manos de su rostro, pero el mayor aún así se sintió sin habla y los nervios se apoderaron de sí porque no había ninguna razón. Él simplemente tomó la oportunidad de besarlo luego de que la idea llegase como un flechazo a su cabeza.

En realidad ni si quiera sabía si lo que estaba sintiendo era algo amoroso aunque le hubiese dicho lo contrario a su hermano y cuñado la semana pasada, necesitaba sacarse la confusión y el terror esa vez y sólo dijo lo más acertado, pero ahora no sabía qué demonios estaba sintiendo porque era su primera vez en una situación así. Todo lo que estaba sintiendo era tan repentino, caótico y rápido que temía que se fuera igual de rápido, y no podía tomárselo a la ligera porque se trataba de él, su mejor amigo.

── clumsy and shy boy !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora