Capítulo 7

4.2K 224 2
                                    

Penélope cada vez se encariñaba más con los hijos de Colin y ellos la adoraban a ella, le pedían ayuda con sus tareas y querían jugar con ella, les gustaban las comidas que ahora se servían en casa y todo gracias a la señorita Peny, extrañaban a su madre claro, pero ella no era tan divertida cómo Pen, con su madre nunca se divertían así.

Penélope estaba muy atenta a la salud de Colin y lo obligó a quedarse en cama mínimo dos días completos, el lo acepto al principio de mala gana pero en cuanto vio que Penélope era la única que lo atendía, le llevaba ella misma la comida y esperaba que el terminará, acomodaba sus almohadas y se ofrecía a leerle historias para que no se aburriera, él se quedó gustoso convaleciendo en su habitación.

Los niños no habían dado ningún problema iban por las noches y por las mañanas a ver a su papá y ya no los escuchaba correr y pelear a cada rato por toda la casa sin control.

C- Creo que podría acostumbrarme a estar enfermo ¿Sabes?

Pen solo lo miro muy intrigada hasta que Colin continuo.

C- Eres una enfermera muy atenta y además creo que haz logrado domesticar a mis hijos.

P- Hablas de ellos como si fueran unas bestias salvajes.

C- Oooh pero lo son, ¿Por qué crees que regrese tan rápido? temia por tu vida. Oliver y Amanda son adorables, pero todo el tiempo andan buscando hacer travesuras. ¿Sabes que una vez pegaron el vestido de una institutriz a una silla? Tuvimos que cortar el vestido y tirar la silla.

P- Creo que los niños solo necesitan atención, las criadas me han hablado de las lejendarias travesuras de los niños pero desde que yo los conozco han sido los más adorables angelitos.

C- Creo que serás una estupenda mamá

P- Creo que ambos sabemos que eso no será posible, estoy destinada a ser una solterona ya tengo 26 años. (Aunque en ese instante recordó a Murray, pero no lo mencionó)

C- No se cuánto tiempo los niños podrán conservar el buen humor así que por eso le escribí a Eloise para que venga a ayudarme con los niños.

Penélope se sintió un poco desepcionada por eso pues ella estaba encantada de asumir por unas semanas el papel de ama de casa y cuidar de Colin y sus hijos, era lo más cerca que había estado de sus sueños de adolescente, cuando soñaba que talvez algún día Colin pudiera fijarse en ella.

P- Lamento si he hecho algo incorrecto con los niños o con las disposiciones de tu casa- dijo aflijida Penélope.

C- No para nada, no es eso Penélope, todo lo contrario haz hecho más en una semana que lo que Marina o yo hayamos hecho durante estos ocho años, solo que no me parece justo que debas tener tanta carga cuando tú eres una huésped.

Era la primera vez que mencionaban a Marina en una semana y eso le recordó a Pen cuál era su lugar y que por mucho que ella disfrutará sus nuevas responsabilidades ella no era más que una intruza y estába viviendo la vida de otra mujer, que ella no tenía ningún derecho de disfrutar esa vida.

DESTINO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora