Capítulo 10

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Por la mañana Penélope dispuso todo en casa de Colin para el día y dejo todo ordenado y partió muy apresurada a ayudar al pobre Sr. Crane. Colin estaba de un humor de perros y para completar su mal humor llegó su hermana Eloise y aunque se alegraba de verla pues la quería mucho, resulta que por la tarde mientras Eloise jugaba con los niños Amanda se cayó al intentar igualar a su hermano en una competencia de saltos y la pobre Amanda terminó con un raspón muy feo en la rodilla y los codos.

C- Eloise te pedí que vinieras para ayudarme a cuidar a mis hijos mientras su madre no está en casa, no para que los mates a ellos.

E- Colin cálmate, son niños y es normal que se caigan y estén llenos de raspadas y moretones además cuando éramos niños tú y yo hacíamos cosas peores que saltar desde la rama de un árbol.

C- ¡Si tan solo Penélope estuviera aquí esto no habría pasado!

E- No me dijiste que se fue a ayudar a tu vecino, pues el pobre hombre al parecer no tiene idea de nada en la vida, cálmate, no lo voy a repetir de nuevo, además creo que a Penélope le llevará bastante tiempo ayudar al pobre hombre y es posible que llegue hasta la cena.

C. ¡Genial!

Y en un arranque nada propio de un hombre casado y de la edad de Colin le saco la lengua a su hermana y salió furioso hacia su despacho.
Justo un poco antes de la cena llegó Penélope a la casa y antes de que pudiera saludar a Eloise se disculpó por no haberla recibido.

P- Lamento llegar tan tarde pero de verdad Sir. Phillip necesita mucha ayuda con su nuevo hogar y con sus nuevos empleados creo que tendré que ir unos días más a ayudarlo con todo.

Colin estuvo a punto de protestar cuando Amanda captó toda la atención de Penélope.

A- Miss Peny me caí ¡Mira!

Y se sento en una silla para subirse el vestido y mostrarle a Penélope su rodilla toda raspada al igual que sus codos. En un gesto sumamente maternal Penélope se agachó a darle un beso a cada uno de sus rapones y a su frente.

P- Pobrecilla pero ahora ya te sientes mejor ¿Verdad?

A- ¡Si!

P- Bueno, antes de que te duermas te pondré un ungüento para que mejores más rápido. Ahora ve por Oliver para que cenemos todos juntos por favor.

Colin sintió celos de su propia hija pero se sintió sumamente conmovido por ese instinto maternal de Penélope y no pudo más que enamorarse más de esa mujer, no creía que eso fuera posible pero cada pequeña acción de ella lo hacía amarla, incluso su ofrecimiento a ayudar al tonto de Sir. Phillip, pero claro esa era Penélope la mujer más dulce y gentil que el jamás había conocido.

E- ¡Vaya que tienes un don con los niños Penélope! ahora veo porque Colin casi me arranca la cabeza cuando la niña se cayó mientras yo los vigilaba, comparada contigo yo soy una pésima tía.

P- Es solo que he pasado mucho tiempo con ellos, además de que son adorables.

Los siguientes días Penélope paso mucho tiempo en casa de Sir. Phillip lo hacía por dos razones la primera era que de verdad quería ayudar al pobre hombre que estaba totalmente perdido y dos, la más importante, no soportaba estar cerca de Colin sin sentir arder su piel por el deseo de que él la mirara, la tocara o la besara y con Eloise allí ya no tenía que preocuparse mucho por la casa pues Violet Bridgerton enseño muy bien a su hija y aunque extrañaba mucho estar con los niños intentaba dedicarles la mayor parte del tiempo que podía.

E- ¿Cómo es Sir. Phillip?

P- Deberías acompañarme para que lo conozcas por ti misma, me parece un buen sujeto aunque un poco rural y sin idea de las cosas de una casa, casi siempre trabaja en sus viveros y cuando lo consulto sobre alguna decisión importante a todo me dice que si.

E- Colin me dijo que está buscando esposa, no crees que tal vez pueda querer ser tu pretendiente ahora que volvamos todos a Londres.

P- No lo creo, casi no hemos cruzado palabras ya solo me resta enseñarles algunas cosas a sus empleados y ayudarle con algunos muebles que aún faltan por llegar a la casa y ya no tendré que ir casi diario a su casa.

E- Que bien porque me empiezo a aburrir aquí sola con mi hermano, él ya no es tan divertido como antes.

Ese día ya era tarde y Penélope había prometido a los niños ayudarles con sus lecciones de caligrafía, pero de verdad ya era muy tarde por lo cual Eloise tuvo que hacerlo. Cuando estaban empezando a preocuparse por Penélope llegó un mensaje de la casa Crane.

Estimado Sr. Bridgerton

Lamentablemente la señorita Featherinton tuvo un contratiempo en la casa, pues resbaló y su pie está un poco hinchado, ya la revisó el doctor y dice que está bien, solo necesita mínimo dos días de reposo por lo que me parece prudente que ella pase aquí su convalecencia.
No sé preocupen por nada, la señorita Featherinton estará muy bien atendida, todos los empleados la estiman muchísimo y el ama de llaves y su Doncella se encargarán personalmente de ella.

Sir Phillip Crane.

Colin arrojo el papel a la mesa y salió hecho una furia a las caballerizas. Eloise leyó la nota y corrió tras Colin.

E- ¡Colin! ¿Que pretendes hacer?

C- Traer a Penélope a casa no es propio ni adecuado que ella pase allí la noche.

E- Traerla solo empeorará su lesión y además su doncella y el ama de llaves la cuidaran y actuarán de chaperonas, además si Penélope se enamorará de ese caballero y se casarán, bueno, ambos están en edad ¿No crees?

Colin no dijo nada por lo que Eloise continuo.

E- Yo misma había dicho que Pen y yo seríamos solteronas eternas, pero viendo cómo ella ha cuidado a tus hijos y se ha hecho cargo de tu casa y además de la del señor Crane me queda claro que a ella eso le gusta y está podría ser su oportunidad de tener otro pretendiente.

C- ¿Otro?

E- Bueno no estoy segura pero mamá dice que tú amigo Murray pretende cortejar a Penélope en cuanto regresemos a Londres.

C- ¿Murray Atholl?

E- ¿Acaso conoces otro Murray Atholl?

Colin miro a su hermana con una cara poco amigable dándole a entender que no quería rodeos.

Así que Eloise le contó lo poco que sabía, que Pen y Murray se conocieron y que él le mando flores y se les vio paseando por el parque además de que Murray fue invitado a cenar en dos ocasiones a la casa Featherinton.

Colin casi se cae del caballo de la impresión no dijo nada y se fue a su habitación. En qué momento su amigo Murray se había vuelto su rival y por que en todos estos días Penélope no lo mencionó ni una sola vez. Murray era un hombre honorable, un caballero que jamás se acercaría a una señorita de buena cuna si sus intenciones no fuesen serías. Era una pareja perfecta para cualquier mujer menos para esa mujer y aunque trataba de encontrar un ¿Por qué no? Lo único que le venía a la cabeza era porque el amaba a dicha dama y no soportaba la idea de perderla para siempre, pero como podría perder algo que no era suyo.

Penélope le había dicho que lo amaba, que lo había amado por diez años, pero por mucho que se amaran ellos estaban condenados a estar separados ¿No era mejor que Pen se casará y tratara de ser feliz? Pero por muy egoísta que pudiera sonar el no quería que ningún hombre jamás se acercará a ella, ni siquiera el tan perfecto de su amigo Murray.

A la mañana siguiente después del desayuno Eloise, Colin y los niños acudieron a visitar a Penélope y saber cómo estaba, por desgracia Sir Phillip no estaba en casa pues había salido al pueblo a atender asuntos importantes. Eso desilusionó a Eloise quien tenía mucha curiosidad por conocer al caballero. Cuando llegaron el médico estaba revisando el pie de Penélope, dijo que todo estaba muy bien y si todo seguía así mañana podría regresar a la casa de Colin.

Los niños corrieron a abrazarla y le entregaron un regalo, un precioso dibujo que ellos mismos hicieron, el dibujo era sobre el Picnic que habian tenido días atrás y decía "El mejor día de nuestra vida". Penélope no pudo contener que una lágrima escapara por sus ojos y rodará por su mejilla y abrazo tan fuerte como pudo a Oliver y Amanda. Colin prometió regresar por ella y su doncella mañana temprano

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