💛 EPÍLOGO 💛

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Era un día caluroso y Colin había querido llevar a Penélope al prado donde se dieran su primer besó, ahora se tomaban de la mano sin ningún remordimiento pues eran esposos y más que eso eran almas gemelas. Estaban abrazados como aquella última vez hacia tanto tiempo, pero ahora sabían que jamás se iban a separar.

C- Siempre soñé con hacer esto en este mismo lugar.

Y comenzó a desabotonar el vestido de su mujer y acariciarla de una manera escandalosa pero bastante seductora.

P- ¡Colin! Alguien puede vernos

C- Nadie nos vera esto es propiedad privada ¿Lo sabías?

P- Si pero no es nuestra

C- Es cierto, no es nuestra, sino tuya

P- ¿Qué?

C- Quería que regresaramos a vivir al campo pero en un lugar nuevo y este me pareció ideal además estamos justo en medio de Eloise y Sir Phillip y de Benedict y Sophie, creí que te gustaría.

Con lágrimas en los ojos Penélope asintió

C- La casa está más abajo es hermosa, más grande que la de Gloucestershire porque deseo que tengamos muchos hijos más. ¿Quieres ir a verla?

P- Me encantaría pero ahora quiero hacer algo más

Penélope beso a su esposo sin miedos, sin remordimientos, sin fantasmas del pasado.
Colin rápidamente termino de desabotonar el vestido de su esposa y beso su cuello y fue bajando por su clavícula y sus hombros hasta llegar a su lugar favorito los pechos hermosos de su mujer. Los acaricio y los contemplo a la luz de la luna y saboreo su sabor perdiéndose y entregándose a ese placer, solo podía escuchar los gemidos de su esposa que lo hacían enloquecer, poco a poco fue bajando el vestido.
Posó su mano de modo muy posesivo por su cintura y le dijo con una voz ronca llena de deseó

C- Eres mía, solo mía

P- Siempre lo he sido

Penélope dibujaba círculos por la espalda de Colin a ella le encantaba notar como el se estremecía de placer con sus caricias. Lo abrazo con fuerzas como queriendo meterse en su piel. El era suyo completamente, la amaba y la adoraba de todas las maneras que ella siempre soño y más.

El estaba dentro de ella, ella estaba dentro de él y ambos estaban destinados el uno al otro no podría ser de otra manera, juntos llegaron al climax de su deseo, de su entrega, jamás tendrían suficiente uno del otro, jamás dejarían de sentirse plenos así como estaban  desnudos abrazados, llevaban solo seis meses casados pero ese deseo sabían sería eterno, estaban destinados a amarse en todas las maneras posibles.

P- Colin hay algo que debo pedirte

C- Cualquier cosa que usted quiera Sra. Bridgerton

P- Bueno creo que serán dos cosas oooooh....

Y ella no pudo continuar hablando ya que Colin comenzó a besar su cuello de manera muy seductora y cuando el la besaba así ella no podía pensar y mucho menos hablar, pero debía decirle algo importante así que trato de seguir hablando.

P- Colin esto es importante por favor

C- mmmm esto también lo es- dijo muy divertido y siguió besándola.

Ahora iba bajando hacia su clavícula y acariciándola de manera suave por el lóbulo de su oreja y su nuca, jamás dejaría de embromarla le encantaba que ella perdiera la capacidad de hablar cuando el la besaba, pero ahora parecía que de verdad ella quería que la escuchará así que se obligó a dejar de besarla de esa manera, pero tomo su cara con su mano y la miro a los ojos ¡Por dios! Acaso siempre perdería el aliento cuando miraba tan de cerca los ojos de su esposa.

C- Está bien te dejaré hablar Sra. Bridgerton

P- Lo primero es que por favor nunca dejes de llamarme Sra. Bridgerton ¡Lo amo!

C. Entendido Sra. Bridgerton

P- Y quería preguntarte ¿Creés que podamos mudarnos a la Nueva Casa en un mes?

C- ¡Tan rápido! Bueno, la casa está amueblada pero yo quería traer algunos muebles de los que tenemos en Bloomsbury en especial el espejo de nuestra habitación- y le guiño el ojo- y comprar unos nuevos muebles también, además habrá que contratar empleados, aunque claro tu sabes hacer todo eso de maravilla pero si nos damos prisa si podríamos mudarnos en un mes supongo

P- ¡Genial!

C- ¿Pero por qué tanta prisa mi amor? creía que querías que pasáramos más tiempo en la ciudad paseando con nuestros hijos y además mi madre y la tuya nos visitan muy amenudo

P- Si me gusta estar en la ciudad pero es por nuestros hijos que quiero venir al campo

C- ¿Los niños te lo pidieron?

P- Con los tres ahora estaremos un poco apretados en Bloomsbury y esta casa me dijiste que es muy grande

C-¿Tres?- Colin tenía una cara de conmoción, parecía a punto de ponerse a llorar
P- Estoy en cinta, seremos padres de nuevo Colin así que con tres niños creo que debemos mudarnos pronto

C- Penélope me haces el hombre más feliz del mundo ooooh mi amor un nuevo hijo fruto de nuestro amor Oooh yoooo soooy oooh....

Y no pudo continuar hablando ya que sus ojos se llenaron de lágrimas de la más profunda felicidad, besó tiernamente en los labios a Penélope y bajo sus manos hasta su vientre y lo acaricio con todo el amor y fervor que sentía en su alma. Y volvió hacer el amor con su esposa, tardo tanto en darse cuenta que su amor le pertenecía a Penélope. Pero el haría todo porque fueran felices siempre, la amaba por sobre todo.

¿Se podría ser más feliz? Se preguntaba Colin, mientras contemplaba a Penélope, ella dormía plácidamente sobre su pecho, jamás en toda su vida había sido tan feliz, era ella, siempre fue ella, nunca existió nadie más, hasta ahora lo sabía con claridad y certeza y jamás dejaría que esa felicidad se le escapara de las manos. Era inmensamente feliz el DESTINO había conspirado a su favor. Eso era amor y se iba a agarrar a él con las dos manos, así que se preguntó ¿Podría ser diferente la vida?

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