La Casada Casa Quiere

[𝟗]

—Siempre quieres llamar la atención verdad— aseguró Odalia mientras servía el almuerzo.

Luz la miró desconcertada.

—Es por eso que no llegaste a dormir anoche, querías preocupar a mi hija, ella salió a la calle a esas horas tan peligrosas sólo para buscarte, ¿Es una especie de prueba o qué?

—No, para nada, sólo quería pasar el tiempo con mis padres— respondió Luz molesta

—Ni siquiera llamaste para avisar— Odalia se sentó a lado de Emira que trataba de pasar desapercibida para que no la metieran en sus problemas —no se tú, pero yo creo que al vivir en esta casa mínimo deberías mostrar un poco de respeto y llamar no te toma más de cinco minutos. Oh, espera ya sé, tu familia pobre no tenía crédito.

Luz se levantó de la mesa —ya no tengo hambre.

—No huyas jovencita — Odalia volvió a sentarla en la silla — esta plática no ha acabado.

— Para mi acabo desde que empezó.

—Deja de ser tan malcriada niña, está es mi casa y me debes respeto.

—El respeto se gana — le respondió Luz — y usted me ha tratado como basura desde que llegue.

—No digas tonterías, sólo hago lo mejor para mi hija.

—Y usted cree que no soy yo, porque no soy Willow, ¿qué es lo que quiere?, qué me vaya, qué deje a Amity, pues no lo voy a hacer porque la amo.

—Sí la amaras hubieras pensado en ella, en su futuro y hubieras abortado.

Luz apretó los puños, se levantó de la mesa ignorando las quejas de su suegra y subió a su habitación para dormir todo el día.

Ya tenía suficiente, estaba muy cansada y sus ánimos nunca fueron mejores.

Tal vez sí debió haber abortado pero ahora era demasiado tarde.

Tarde, Amity había regresado más tarde de lo normal, ni siquiera la miró a los ojos, ni la abrazo cuando se acostó en la cama.

Luz odiaba ser negativa pero cada que Amity actuaba así de fría con ella, no podía evitar pensar que la menor ya no la queria.