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—La ropa de estambre causa alergias a los recién nacidos, les rosa la piel y puede ser peligrosa para los bebes, ve el lado bueno, no deje que perdieras el tiempo en esas tonterías.

Se había excusado Odalia cuando le reclamó.

Luz lo sabía, Camila le había dicho que algunos bebes podrían ser alérgicos al estambre, pero no todos, ¿Por qué sus bebés entrarían en esa lista?, además su madre también le había dicho que había comprado estambre de buena calidad para el bebé y que encima de ropa de algodón no habría problemas, se había pasado varios días intentando lograr hacer algo, se equivocó varias veces y cuando al fin pudo lograr hacer un chaleco, todo había desaparecido.

—Eres cruel— le reclamó apretando los puños —nunca te han importado los bebes, ¡Jamás has preguntado por ellos y ahora vienes a decir que te preocupan!

—No grites muchacha esta es mi casa, mis reglas.

—¡Jodanse usted y sus malditas reglas!— volvió a gritar y antes de darse cuenta Odalia ya le había volteado la cara de una bofetada.

Emira que observaba todo desde las escaleras, dejo escapar un grito.

— ¡Madre!— le gritó a Odalia pero ella la fulminó con la mirada.

—¡A tu habitación!— le dijo pero ella seguía ahí sin moverse —¡he dicho...

Se detuvo cuando miró a Luz alejarse hacía donde estaba Emira.

—Vamos arriba— le dijo y ella la siguió.

—No creo que madre quisiera pegarte sólo esta enojada — le dijo ella, Luz asintió dándole una palmadita en la cabeza.

Ella entró a su habitación y ella a la suya, no, no era suya era de Amity lo tenía que aprender muy bien, se deslizó por la puerta y lloró como no había hecho nunca.

[...]

Amity llegó tarde como siempre, la sala estaba vacía o eso creyó hasta que prendió la luz, Odalia estaba ahí y le dio un ligero susto.

—Tenemos que hablar— le dijo, ella asintió dejando sus cosas en la mesita de centro, le dio un beso en la frente y  se sentó a su lado.

—¿Qué ha pasado?— preguntó.

—Le pegué a Luz, en mi defensa ella estaba fuera de control.

Amity la miró con los ojos bien abiertos —¿le pegaste a mi esposa, a la persona que lleva a mis hijos?

Ella se levantó del sillón y se alejó caminando de un lugar a otro tratando de tranquilizarse.

Su madre había cruzado la línea y ella no quería cruzarla también.

—¿Y si no son tus hijos?

Amity golpeo la mesa donde se había recargado.

—Sigues con eso, lo son, son mis hijos.

—¿Pero y si no?

—En qué te basas para decir eso.

—En él tipo que ha estado viniendo a buscarla en el último mes, yo no lo dejo entrar y siempre digo que no se encuentra pero él se ve tan desesperado por verlo, vi sus redes y fue su ex novio.

Amity frunció el entrecejo —¿Cuál tipo?

—Uno delgado y pálido, Se supone que son ex, los ex ya no se ponen en contacto estoy segura que ese joven quiere verla porque sabe que ese hijo podría ser suyo y te lo ha colgado a ti.

—Deja de ser tan venenosa, lo único que sabes hacer es herir, cuando Luz empezó a salir conmigo habían pasado varios meses de su ruptura con él.

—Donde hubo fuego cenizas quedan y que tal si se reencontraron y una cosa llevó a la o...

—¡Basta!— gritó, tomo una estatuilla de la mesa y la aventó contra la pared, rompiéndola en varios pedazos.

—¡Eso era de tu...

—¡Callate, estas tratando de ponerme en contra de Luz para que se me olvide que le has pegado!

—¡Eso no...

—¡No más¡— gritó por última vez y se alejó.

Odalia fue detrás de ella —piénsalo Amity, ni en mi familia ni en la de Alador han habido gemelos, ¿Le conoces otro gemelo a Luz?

Amity no le respondió.

La Casada Casa Quiere Donde viven las historias. Descúbrelo ahora