Capítulo 11

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Narradora

Se pasaron todas las semanas dándose como cajón que no sierra, Mariana estaba empezando a recordar toda su antigua vida, ella solo esperaba que recordara todo y encontrar pruebas de su secuestró para poder terminar fuera de todo. Para poder liberarse de él, para poder recuperar su vida y volver con su familia, con su niña, ella sabía perfectamente que su hija no podía seguir creciendo sin su madre.

Por otro lado, se encontraba Lorenzo disfrutando con Catalina pasándola bastante bien, o más bien la que la estaba pasando bien era Catalina porque Lorenzo estaba pensativo, él pensaba en que su esposa le estaba poniendo los cuernos con otra persona que no conoce o quizás si la conoce, pero él está casi seguro que ella está siéndole infiel, eso lo tenía más que claro.

Tenía que investigas con quien estaba su mujer, tenía que estar muy seguro de ello, porque no quiere perderla, le costo demasiado lograr que Mariana perdiera la memoria y le creyera la mentira de que él es su esposo y que Flavio estuviera cerca de ella no ayudaba mucho que digamos.

Al regreso de Nazaret y Flavio los estaban esperando la pequeña Ana Pau y la señora Liliana, la cual al verlos se dio cuenta de que estaban ambos muy felices y se veían más acaramelados que nunca. De alguna manera eso izo sentir bastante bien a la señora Luz, sabiendo su su nuera estaba recordando su memoria y que pronto volvería a estar con ellos.

Nazaret ese día se fue pasa la casa de la madre de Flavio donde pasarían tiempo en familia, eso la izo sentir muy bien, al saber que pasaría tiempo con la que era en realidad su familia.

Nazaret (Mariana)

Al llegar a la casa, Flavio dijo que llevaría las maletas arriba, Ana Pau me dijo que si sabía hacer postres... yo obviamente le dije que si. Entonces ella me preguntó si podían hacer un pai de limón, yo le dije que solo con la condición de que ella me ayudara.

La sonrisa que me dio fue algo que me lleno el corazón de un amor inesplicable. Era algo hermoso, sentir ese sentimiento me hizo sentir demasiado bien. Tan solo ver a mi hija sonreír fue una gran felicidad.

Al llegar a la cosina buscamos todos los ingredientes y empezamos a preparar la mezcla para nuestro pai de limón, mientras estábamos en eso agarró un poco del betún que sabe a limón y se lo pongo en la punta de la nariz.

Ella entre risas me dice:

-Ahora me toca a mi mamá, es mi venganza -dice para luego ponerme del mismo betún en la nariz, yo no reaccione por la simple razón de cómo me había llamado-.

-¿Como me llamaste? -pregunta aún atónita por como me había dicho -.

-Amm mamá, disculpa si te incómodo Nazaret -dice con cara de apenada-.

-Claro que no, mi amor me encantó su me llamaras así, si tú gustas puedes llamarme mamá yo sería muy feliz.

-¿Enserio? -dijo con una sonrisa, yo solo asentí- bueno, entonces tú eres mi mamá de ahora en adelante -dice para luego abrazarme-.

Lo que yo lo sabía en ese momento es que la señora Liliana estaba pasando por fuera de la cocina y escucho todo  lo que estuvimos hablando con la pequeña Ana Pau.

Mientras que la señora Liliana le iba a contar lo que escucho en la cocina a Flavio, y Ana Pau y yo estábamos cantando y bailando mientras el pai ya se encontraba en el horno.

Mientras estábamos en eso el timbre sono, pero como ese día no había nadie de los de servicio en la casa yo decidí salir a ver quién era la persona que tanto tocaba la puerta y el timbre.

Al abrir la puerta me llevo la sorpresa que la persona del otro lado de la puerta era nada más y nada menos que mi media hermana Soni, supongo que andaba buscando a Flavio... Pero yo no le permitiré verlo, no mientras yo esté viva y cuerda le permitiré que se hacer que a mí familia. Que ella se queda con la estúpida de mi madre quien me abandono cuando era una bebé recién nacida con mi padre.

-¿Esta Flavio? -fue lo primero que dijo sin mirar a la persona que le abrió la puerta-.

-Si pero para ti no -dice enojada-.

Soni levanta la mirada y al verme se pone pálida, su expresión me dio gracia en un momento.

-Ya regresaste -dice con disgusto-.

-Pues si y no te permitiré que te hacerque a mi marido mientras esté viva y cuerda no te acercaras a el.

Dije para luego cerrarle la puerta en la cara.

Flavio

Yo iba bajando las escaleras con mi madre cuando veo a Nazaret serrar la puerta de golpe, se nota que estaba furiosa... decidí acercarme a ella para saber que le pasaba.

Pero cuando me vio frente a ella me dijo:

-Mas te vale no volverte ha acercar a ella, porque si me entero que te ven hablando con ella lo nuestro se acaba -dice enojada y con celos-.

Cuando dijo eso y luego se fue de regreso a la cosina me di cuenta de que se trataba de Soni, ella me había buscado unas cuantas veces cuando Mariana desapareció para volver conmigo.

Yo siempre la rechase, y ahora gracias a ella tengo a una fiera a la que debo domar... Solo espero que sea fácil porque según lo que recuerdo cuando Mariana se enoja no hay quien la pueda calamar.

Salgo detrás de ella en dirección a la cocina, al entrar la veo con una sonrisa mientras ve a la niña comer el pai que prepararon juntas, la niña le cuenta a Mariana lo que hizo mientras nosotros no estábamos.

Lo que me hizo más feliz aún fue cuando escuchaba a la niña decirle mamá y ver el brillo en los ojos de Mariana por escuchar de la forma que la llamaba.

Continuará...

Hermoso recuerdo "Yoloriana"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora