capítulo 37

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Me puse de pie inmediatamente, en ojos de amenhotep y paser quedé como una entrometida. Sonreí muy apenada y me sacudí un poco la ropa.

Ambos se encontraban nerviosos , era raro ya que deberían estar molestos y no nerviosos como si el tema del que hablaban me involucraba de algún modo.

— ¿ estas bien ? — Amenhotep me ayuda a sacudirme la ropa. — ¿ que hacias aquí? — por el tono de su voz se notaba que estaba preocupado.

Paser se quedó observando,  también lo noté preocupado, trataba de ocultarlo pero era tan obvio que era imposible no darse cuenta.

— Yo tengo mucho que hacer... — dijo paser — Ustedes tienen mucho que hablar — se fue muy apresurado para dejarnos solos. No entendí el por qué dijo eso.

— ¿ pasa algo ? — Le dije ya que era obvio que había un tema que los puso de esa forma.

— Azeneth , ¿ no responderas mi pregunta?

— Después de que respondas el mío. — Le puse un tono serio a la plática. 

Me llevó de la mano a la banca para poner sentarse y platicar a gusto, pero cada vez que el ignoraba mi pregunta más me daba curiosidad al respecto.

— ¿ ocultas algo ? — Seguía insistiendo.

Tomó aire muy profundo y puso su mano sobre la mía. Sabía que algo fuerte se venía.

— Azeneth... — me miró directamente — Esta mañana... saqué a merivast fuera de palacio y la perdí... y mi abuelo me llamó para preguntar si la encontré ya que ella es importante para ti , temía tu reacción al enterarte.

— ¿ dices esta mañana?  — asintió con la cabeza — Cuando fui a cambiarme a mi cuarto merivast estaba sobre la cama , a lo mejor la perdiste dentro del palacio por que de otro modo ¿ como estaría en mi cuarto? — me reí muy bajito.

Me pareció muy lindo que se preocupara tanto por merivast,  pero gracias a la Diosa bastet ella está de vuelta , no sería la primera vez que merivast hace una cosa igual pero lo bueno es que conoce el camino y siempre vuelve.

Amenhotep se tranquilizó. Decidimos no volver a la sala del trono y platicar un poco del tema de los hebreos.

— Mi padre está seguro de que no vendrá otra plaga y por lo tanto se retractó a la idea de que esa raza sea liberada. 

Me favorece que ellos permanezcan en Egipto,  pero pensar eso sería muy egoísta.

—  por lo que noté la idea de que se queden en Egipto te agrada. — le dije.

— por mí se irían hoy mismo , los quiero lejos de palacio.

—  ¿ Entonces cambias tu forma de pensar al respecto de ellos ?

— Los quiero lejos por que no los soporto , no por que me empiecen agradar.

Platicamos un poco más del tema , también quedamos en que él me ayudaría para que mi padre diga el por qué de mis sueños y entre otras dudas que tengo.

Amenhotep volvió a la sala del trono , yo me fui a mi cuarto.

No será nada incómodo ni molesto que llegue esa señorita que la reina mencionó,  es más, pienso igual que ella que será una amiga para mí,  estoy segura que nos llevamos super bien.

Lo más seguro es que llegará dentro de dos días,  es lo más posible.

(...)

Amenhotep fue de caza con su padre y yo me quedé toda la tarde en mi cuarto hasta que anocheció.

EL CORAZÓN DEL PRÍNCIPE DE EGIPTO [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora