capítulo 62

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Odio este sentimiento, esas ganas de buscarla. Sé lo tonto que me vería haciendo eso, más aún sabiendo que ella está interesada en otra persona. 

Estaba de camino a la piscina. Pienso que nadar me ayudará a sacar esas ideas locas de mi cabeza, el agua hará que entre en razón.

(...)

Ya me había cambiado para entrar a la piscina. Nadie podía molestarme estando aquí.

Bajé lentamente por los escalones y nadé hasta sumergirme por completo.

Pienso que si mi padre librera a ese pueblo ella partiría con ellos, sería lo mejor para mí. También pienso en todo lo que hubiéramos logrado sin la intervención de mi madre, tal vez ella estaría conmigo ahora o ambos estaríamos en Menfis tratando su enfermedad, yo no la dejaría.

Todas esas ideas son alusiones mías, más nunca podrá ser real. 

Mi propósito era no pensar en ella o lo relacionado, pero fue inútil. Terminé saliendo de la piscina mucho más antes de lo que tenía planeado. Para mi sorpresa Nitocris en las orillas sentada observando.

—Te vi entrar, pensé que tardarías —Dijo ella.

Al subir los escalones me sequé el rostro con las toallas y me senté a su lado.

—¿También querías entrar? —Pregunté desinteresado. 

—No. Te vi por casualidad y decidí acercarme. 

Desde aquel día fueron pocas las oportunidades que tuvimos para hablar o conocerla, solo sé que su estadía en palacio está por llegar a su fin.

—quería relajarme... —Dije —Y olvidar algunas cosas...

—¿Y lo logró? , por su expresión yo diría que no lo logró.

—Así es. Solo logré recordarla... y no  como hacerlo si incluso este lugar fue de los muchos que compartí con ella...

Me miró confundida.

—¿Ella?... —Sonrió muy despacio —Ya comienzo a entender las pláticas de Ana...

—¿Pláticas? 

—Entonces la reina me mintió cuando dijo que querías conocerme, esa fue la razón por la que me quedé aquí más tiempo... incluso también lo dijiste...

La miré. 

—Nitocris.

—Mentiste... Y no te sientas culpable, todos mienten alguna vez.

Su tranquilidad y su preocupación para que no me sintiera culpable me conmovieron.

—No era el momento. Te pido disculpas lo todo lo que dije...

—No tienes nada que preocuparte, entiendo que tal vez fuiste presionado... yo te entiendo más que nadie por que también soy de la realeza y pasé por presiones por parte de mis padres, solo que en esta ocasión pensé que no era el caso.

—Nitocris, me siento traicionado por la persona que jamás pensé que me haría algo así... al respecto de la chica que te mencioné–

—¿Azeneth cierto? 

Me sorprendió que supieras su nombre, pero como dijo que Ana hablaba de ella, entonces ahí fue donde conoció su nombre.

—si, azeneth está en otra etapa de su vida y yo también... 

—¿Entonces por que aún la recuerdas?

—Por que me enteré de algo que al final no cambia nada nuestra situación... 

EL CORAZÓN DEL PRÍNCIPE DE EGIPTO [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora