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POV 3RA PERSONA ≻───── ⋆✩⋆ ─────≺
De pie dentro de la oficina del doctor. Ran y Rindou habían estado bastante preocupados cuando vieron la condición de su hermana pequeña.
El doctor se sentó en su silla. "Son bendecidos, ya que su hermanita es una niña fuerte. No tienen que preocuparse por nada, ella está luchando" dijo el médico con su habitual voz tranquila.
Sin embargo, no ayudó a los dos jóvenes a sentirse un poco mejor al respecto.
Rindou asintió con la cabeza en comprensión. "¿Va a estar bien?" Preguntó con la voz temblorosa debido a la lucha contra las lágrimas.
El médico dejó escapar un suspiro audible. "Depende, señor Haitani" Los médicos respondieron con calma.
Ran y Rindou inclinaron la cabeza cortésmente ante el médico. "Gracias" susurró Ran lo suficientemente alto para que el médico lo escuchara.
Ambos salen de su oficina e inmediatamente caminan hacia la habitación de su hermana pequeña.
Cuando llegaron allí, vieron a la madre hablando tan tranquila y suavemente con su hija con los sonidos de las máquinas que rodeaban a Rena.
"Recupérate pronto, cariño, ¿de acuerdo?" Dijo la madre Haitani mientras sostenía la cálida mano de su hija.
Rena miró lentamente a su madre, que ya llevaba horas llorando y le sonrió débilmente.
"Estoy bien, mamá" susurró con voz muy fina mientras respiraba con dificultad.
La madre Haitani notó a sus dos hijos por detrás y decidió irse, dando tiempo a Ran y Rindou para hablar con su hermana pequeña.
Pero antes de salir de la habitación de Rena. La mujer Haitani se detuvo frente a sus dos hijos con la cabeza baja.
"Ran, Rindou. Rena ya está cansada. Y no puedo verla seguir sufriendo así" Susurró junto con sus sollozos. La mujer se tapó la boca para detenerlo pero terminó fallando.
"¿Qué estás diciendo? Nuestro bebé todavía puede pelear. Ella sobrevivirá a esto, creemos en ella. Deja de hablar como si realmente te preocuparas por ella" Ran habló con frialdad, mientras sus ojos estaban enfocados en su hermana pequeña, negándose a mirar a su madre que está llorando frente a él.
La mujer Haitani solo asintió con la cabeza, sabiendo que no podía hablar más debido a sus sollozos e inmediatamente salió de la habitación de Rena.
