Capítulo 13 [3/3]

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Maratón 3/3

De su parte, Lisa entró en sueños lista para tener un recuerdo, para ver de nuevo a aquellas extrañas que no resultaban tan desconocidas.

Al aparecer en aquel bosque, esperó a que algo pasara, a que alguien apareciera, pero como no daban señales, se cansó y comenzó a buscar por sí misma, hasta encontrar una cabellera castaña familiar que sobresalía de detrás de unos arbustos.

Rió un poco y se acercó para ver a la mujer hecha una bolita mientras de escondía, la miró con la misma expresión de sorpresa que había puesto Jennie cuando le dijo que sí saldría con ella.

Era idéntica a Jennie, en muchos aspectos, mismos razgos, su misma piel, su cabello parecía más rizado y desordenado, su vestimenta era más que extraña para Lisa, una tela oscura que parecía una capa que cubría su cuerpo y dejaba ver poco de la remera y los shorts que llevaba debajo, ésta vez estaba descalza.

—¿Joohyun? —preguntó, intentando recordar bien su nombre.

La otra asintió, se levantó sin despegar la vista de ella.

—Eres la actual de Sooyoung, supongo.

Lisa no estaba segura, pero igual asintió.

La mirada de la beta fue a su cuello, se acercó con cuidado, vió la marca con precaución, ya no estaba tan negra como antes, pero si era un tono rojo oscuro igual de preocupante.

—Ey, pequeña —Joohyun tomó su mejilla, sonrió mínimamente—. Vas a estar bien, no vas a sufrir esto por siempre.

Lisa sonrió.

—¿Jennie me dice "pequeña" porque tú también lo dices?

—Lo más probable es que sí. ¿Jennie es tu predestinada?

La menor alzó sus cejas, sorprendida.

—Jennie es mi enfermera, mi cuidadora, mi niñera... Es agradable, como una amiga, conectamos bien supongo.

—Estás hablando con la primera "Jennie" que hubo, y mi destino fue y será Sooyoung, quien da la casualidad que es la primera... Tú, ¿cómo te llamas?

—Lisa.

—Lisa, son predestinadas, tanto como lo somos Sooyoung y yo.

Lisa frunció sus labios.

—En realidad... No creo que la ame, no lo creo así, yo tenía a mi alfa y no quiero que otro tome su lugar como si fuera un vacío disponible a llevar, es ridículo.... Rápido e irrespetuoso.

Joohyun se encogió de hombros.

—Tendrás tus razones, tu parte humana, pero igual de alguna forma, están unidas, y las almas gemelas a veces no son necesariamente parejas, las mejores almas gemelas que puedes encontrar es aquel del de una amistad, una amistad gigante y pura.

Lisa asintió.

—Sí, tengo de esos.

—Ustedes tienen un destino, tienen cosas que hacer —continuó—. Y es un destino grande, gigante. Y que también nos afecta a Sooyoung y a mí, así que te pido que lo cumplas, que lo intentes.

Lisa estaba confundido, no entendía el tono de súplica que tenía la beta.

—Quiero más tiempo con ella, la eternidad poco alcanza para quienes se aman.

>> No dejes que el destino muera.

Lisa no estaba totalmente segura, y quizás por eso creyó que tenía que probar algo, para ella y para probar si en verdad podría ser posible lo que su loba deseaba.

—Joohyun... ¿Puedo hacer algo? No te lo tomes personal, pero... Es que es medio difícil que lo pueda hacer con Jennie pero necesito intentarlo.

La beta asintió.

—Claro.

Lisa sintió sus manos temblar mientras iban en camino hacia las mejillas contrarias, se hundió en sus gatunos ojos por un segundo, antes de acortar toda distancia y besarla finalmente.

Sintió campanas tocar en su pecho, sintió el sabor de aquellos labios contra los suyos, y la castaña correspondiendo con gusto, abrazando su cintura con firmeza, sonriendo bajo los gruesos labios de la omega.

Incluso al separarse, Lisa seguía inhundada por las sensaciones, casi atontada, y miró el rostro de la mayor y de sintió tan raro al ver a Jennie, completamente ella, por un segundo, con una sonrisa en sus labios que la hizo sonreír también, en un parpadeo, fue Joohyun quien volvió a su vista.

—L-Lo siento —murmuró, alejándose un poco.

—Ey, está bien... En realidad, no me estás besando a mí.

Las mejillas de Lisa se tiñeron de rojo de forma inmediata, y escondió su rostro entre sus manos con vergüenza, sólo para risa de la otra.

La beta acarició sus cabellos de forma cariñosa, haciendo que se sintiera mimada a los segundos.

—¿Me dejarías hacer algo a mí ahora? —preguntó Joohyun, a lo que Lisa asintió sin pensar mucho en realidad, por lo que se extrañó cuando la mujer se agachó frente a ella, pasando sus manos de la cintura de la omega hacia su vientre, dejando caricias también, sonrió con ternura—. Hace varias vidas que no pasaba, y en verdad, no recuerdo que en alguna hubieras tenido un bebé de tu alfa, y no mío, sí que esta vida que te ha tocado es especial, Lisa.

La omega la miró extrañada, Joohyun seguía sonriendo hacia su vientre, y se veía en serio linda con ese gesto, en verdad adorable.

—Es un niño —murmuró, dejando caricias con sus pulgares—, es muy hermoso —añadió y dejó un suave beso sobre su abdomen.

Lisa sintió las lágrimas en sus mejillas antes de siquiera pensar en llorar, y no pudo contenerse ni un poco antes de romper en lágrimas, la beta la abrazó con algo de duda, y sabía que iba a terminar despertando, así que murmuró en una suave despedida:

—Estarás bien, pequeña.

***

Despertó entre llantos desconsolados, el aire faltaba en sus pulmones a causa de los sollozos, y fue aquello lo que hizo despertar a Kim.

—Lisa, Lis, pequeña... —Jennie sólo pudo abrazarla con firmeza, su loba ladraba preocupada y desesperada por los llantos de la tailandesa.

Lisa se escondió aún más en su cuello, su nariz se aplastaba ligeramente en la piel de la contraria, pero su aroma familiar y tranquilo a madera no le era suficiente, sus manos se aferraron a la remera del pijama de Jennie.

Temblaba de forma horrible y casi no podía tomar aire por su incontrolable llanto, por supuesto que la castaña se dio cuenta de aquello, la sentó sobre su regazo, mientras intentaba llamarla con palabras suaves para que se calmara, si seguía así por un rato, su loba tomaría el control por un reflejo natural. Si la parte humana estaba muy sensible, su lobo tomaría su lugar por simple defensa.

Sumado a que su loba interior sólo estaba alterando a la loba de Lisa con sus ladridos, nada parecía estar a favor de que pudiera calmarse a tiempo.

—Lisa, por favor, cálmate —la omega negó, no podía, ya sentía demasiado, se sentía a punto de explotar y necesitaba llorarlo todo—. Lisa, vas a cambiar de forma y va a ser peor, por favor.

—J-Jennie... Haz eso, hazlo de nuevo —inclinó su cabeza hacia un lado, dejando a la vista su marca, Jennie la miró un momento antes de acercar sus labios a esta, apenas rozó la piel con sus labios por temor a que ardiera, pero Lisa sólo asintió, así que comenzó a dejar los besos más reales.

La rubia comenzó a suspirar con algo de alivio, su llanto fue calmando con cada toque de esos labios sobre la marca, aunque para sus temblores poco y nada pudo hacer, al igual que sus lágrimas, que no dejaban de rodar por sus mejillas.

Sus manos se enrredaron en los oscuros cabellos de Jennie y la mantuvo pegado a su cuello, la beta se dejó totalmente, hasta que la chica estuvo tranquila y su agarre de aflojó, apartándose por sí misma, la mayor limpió sus lágrimas.

Iba a decir algo cuando fue interrumpida por la menor.

Our last days | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora