El Diario Real: Princesa Lúa

Capítulo 14

Namjoon

Después de leer el diario de Lúa decidí saltarme algunas de las horas de comida y le pedí a alguno de mis primos que hiciera lo mismo. Me justifique con que me sentía mal y no quería preocupar a mis padres. Ninguno de mis primos pregunto más.

Hoy me decidí a bajar, estaba dolido y secretamente había llorado un poco cuando me duchaba. Mi corazón estaba destrozado pero estos días me habían permitido pensar en todo sin llegar a una conclusión. Ella probablemente no sabía que yo era Príncipe cuando decidió entrar al concurso y cuando entró ya venía con la idea de su historia.

Eso no me dice nada sobre porque decidió continuar con su idea, aún después de saber que yo estaba aquí. Ya habíamos tenido algo que ver, algo que fue fortuito pero que me mantuvo pensando en ella durante todo un maldito año. Eso no significa que ella lo haya hecho.

Tome asiento en mi lugar y espere para que entrará. La vi aparecer por la puerta, hermosa como siempre y sin ningún rastro de culpa. Al menos no a simple vista y no en los dos segundos que la vi antes de girarme hacia en frente. El rencor volvió a aparecer en mi pecho y dolió, pero también me lleno de ira. Quería herirla como ella me hirió a mi, pero no era el lugar así que la ignore todo el desayuno a pesar de sentir su mirada sobre mi muchas veces, más de las que me habrían gustado.

Luego del desayuno y cuando creí que no la vería el resto del día, Katherine nos indicó que la clase de hoy era para todos. Entramos al salón cuando ellas ya estaban sentadas y para mi suerte me toco estar en el grupo de Lúa. La tarea era debatir y esta era mi oportunidad, no importaba cual tema nos tocara, aprovecharía cualquier cosa para herirla.

Después de discutir un poco y de coquetear con la pesada de Becca, supe que la había incomodado pero no esperaba su respuesta. El tema eran las prioridades de un Rey y mencione que la familia, incluyendo a mi futura esposa. Después de que se burlaban de mi opinión decidí hacerle saber de manera indirecta, que no todas las mujeres eran como ella.

Por supuesto que no, nadie nunca sería como ella. Ninguna.

Mi corazón se apretó un poco más y luego me respondió. Dijo que tal vez si reacción fue a algo que yo hice primero y entonces mi mente viajo a todos los días que llevamos aquí. La Princesa Johana me sacó de mis pensamientos e intento desviar mi atención de Lúa para que dejáramos de discutir. Vi que su actitud cambió, ahora estaba seria y apagada, parecía resistirse a llorar . Mordi mi labio y me agarre de los bordes de la silla para no ir a abrazarla.

Becca estiró su mano y acarició mi brazo, había estado coqueteando con ella toda la clase y seguramente su tonta cabeza ya nos veía caminando al altar. Vi que los ojos de Lúa viajaban a la mano de Becca aún sobre mi y jale de golpe mi brazo. Caí en cuenta que no era la primera vez que Becca coqueteaba conmigo delante de Lúa y yo no la detenía.

Después de clase asistí a una junta y regrese a mi habitación para trabajar. Revisar documentos y situaciones legales del Palacio normalmente me entretenía, hoy simplemente no pude concentrarme. La extrañaba tanto que incluso dolía más que lo que sucedió. Tal vez tiene razón y yo la lleve a continuar con esto, pero aun debo averiguar algo mas.

Una vez que todos estaban en sus habitaciones y que sabía que Lúa ya estaría acostada, baje al jardín trasero y me escondí mientras avanzaba por los jardines entre las sombras. Es mi palacio, pero esta en las reglas no ir a las habitaciones de las Princesas. Subí por los muros como.siempre lo habíamos hecho mis primos y yo cuando queríamos salir y no se nos permitia. Todos sabemos andar por el Palacio sin ser vistos y no dudo que alguno de ellos ya hay utilizado esto a su favor. Sonrei al pensarlo.

Empuje su ventana y sentí una gran satisfacción al ver que estaba abierta. Se que me espera, lo sé porque la primera vez que entré por la ventana, tuve que colarme más temprano a abrirla yo mismo ya que ella casi nonlo hace. Desde ese día siempre la dejo abierta esperándome, a excepción de la vez que se molesto conmigo por no frenar a Becca.