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Un estruendo hizo que me levantará de golpe, mi corazón de acelero por el miedo, me levanté rápidamente para bajar a ver si no había pasado nada malo, al llegar a las escaleras pude ver a mi padre en el suelo.

Dios mio, padre, ¿Estás bien?.-estaba dispuesta a bajar las escaleras para socorrerlo, pero este no me dejó.

No cielo, quédate ahí, estoy bien solo venia por un vaso de agua y me tropecé, ve a la cama, por favor.-este aun seguía en el suelo y sin renegar camine lentamente hacia mi cuarto, al llegar a la cama solo me recosté y espere un poco para escuchar como mi padre volvía a su habitación.

La mañana llegó y con eso la alarma empezó a sonar, me levanté con un poco de sueño por el alboroto de la madrugada pero eso no arruinaría el buen humor que tenia, ya quería ver a Finney, me ponía feliz que fuéramos pareja. Me levanté de la cama y comencé a arreglarme más de lo normal, quería demostrar lo bien que me sentía y que mejor que lucir linda. Una vez que terminé baje a la cocina, donde se encontraba mi padre desayunando mientras leía el periódico, lo saludé y empecé a desayunar.

Por cierto cielo, ¿no tomaste tus pastillas para dormir?.- bajó su periódico y me miró fijamente esperando mi respuesta, pasé el hot cake que tenía en la boca y respondí.

No, no las necesité y creo que no las volveré a necesitar.-le di una sonrisa, estaba feliz de ya no tener que depender de unas pastillas para descansar, pero las palabras siguientes de mi padre hizo que toda esa felicidad se esfumaran.

Aun así, debes tomarlas, por si las dudas y no es de que quieras, te estoy ordenando, ahora come y vamos a la escuela.-sin decir nada más se levantó de la mesa y fue al baño, de mala gana terminé de comer mi desayuno y me levante para tomar mi mochila.

Durante el camino esperaba que mi padre cambiará de opinión, pero no fue así, solo tuvo la mirada sería todo el camino y no dijo absolutamente nada, incluso cuando baje del coche no se despidió de mi y solo arranco el auto, me sentía mal con esa actitud que tenía, nunca se había comportado así conmigo. Al llegar al salón me dirigi hacia Finney quien estaba de espaldas hablando con Robin, con mis manos cubrí sus ojos y este inmediatamente dijo mi nombre.

Cristy, estaba esperando a que llegarás.-tomó mis manos y depositó un beso en una de éstas.

Así, para qué?.-deje mi mochila a un lado de su asiento.

Bueno, quería invitarte a mi partido de béisbol terminando las clases.-me miró con una sonrisa de orilla a orilla.

Va a competir contra Bruce Yamada, dicen que es el mejor en la escuela, aunque Finney es igual o mejor que él.-Robin habló mientras inmitaba como si bateara.

De eso estoy segura, y claro que estaré ahí apoyándote Finny.-le sonreí mientras revolvía su cabello.

El maestro no tardó en llegar y empezaron las clases, al estar sentada junto a Finney este tomaba mi mano por debajo del escritorio, de vez en cuando nos pasábamos notas y dibujabamos cosas en la libreta del otro, era agradable pero a la vez distractorio, aunque en ninguna ocasión nos llamaron la atención o algo parecido. Las clases llegaron a su fin y era momento del partido, Finney se adelantó junto a Robin en lo que yo iba a dirección a pedir el teléfono para llamar a mi padre para avisarle que llegaría tarde a casa. Una vez que el teléfono empezó a sonar, no tardó nada para que escuchara la voz de mi padre.

Call me (Finney Blake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora