12 || Lazos inquebrantables

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Todos se petrificaron ante la nueva silueta que hizo acto de presencia de la nada y sin aviso. Debieron darle prioridad a cerrar la puerta antes de continuar con sus riñas, eso habría evitado que el rostro de Foo se retorciera en una cómica confusión y que Jolyne se sintiera menos avergonzada de las palabras con las que ella hizo su entrada.

-Creo... creo que llegué en un mal momento. -Menciona tras frotar sus ojos un par de veces, comprobando si lo que estos le mostraban era real. Si embargo, Jolyne fue más rápido y logró arrastrar a su amiga del cuello de su ropa al interior de la casa, impidiendo que huyera.

-¡Tienen treinta segundos para que está maldita casa vuelva a estar tan impecable como antes! -Grita autoritariamente, ganándose un buen número de miradas atónitas. Solo cuando dio inicio a su cuenta regresiva en voz alta todos empezaron a correr y acomodar los animales y objetos con movimientos torpes. Incluso Foo, que poco conocía de la situación, sabia de sobra que no le convenía hacer a su amiga enojar y por eso mismo hizo lo que pudo para ayudar.

-¡Tres, dos. uno...! -Para cuando dio por finalizada su cuenta regresiva, sus familiares y amigos de alguna forma se las había arreglado para dejar todo como antes. No, ¡incluso la casa lucía mucho mas limpia y ordenada ahora! 

Todos miraron con expectativa cuando Jolyne, aún con una enorme arruga entre la cejas, inspeccionó cada zona de la casa. Una vez satisfecha, se dejo caer pesadamente sobre el sofá con un resoplido agotado. Poco le importo que todos la miraran como si fuera un animal hambriento, asustados de que en cualquier comento gruñera y los desmembrara.

-Ne~, Jolyen-chan, ¿estas enojada? -Josuke fue el valiente que se animo a acercarse a su sobrina y tirar con suavidad del dobladillo de su vestido. 

En otra situación el bonito puchero en los infantiles rasgos del yaanke habrían endulzado su corazón, pero el latente recuerdo de sus travesuras lograba quemar con irritación cualquier respuesta suave.

-No lo estoy. -Gruñó, aún cuando su voz y lenguaje corporal traicionaban su respuestas. Los demás intercambiaron miradas nerviosas.

-¡Sa-sabes Jolyne, como te ausentaste decidí traerte las tareas de hoy! -Foo hace un nuevo intento, Jolyne eleva un ceja con inquisición. 

-¿Enserio?

-No, en realidad vine aquí porque sabía que Anasui te ayudaría... y quería copiar tus respuestas... -Confiesa con voz pequeña, desviando los ojos de la venenosa mirada de Jolyne y jugando tímidamente con sus dedos.  

-¡Idiota! -Anasui exclama, golpeando con un puño la cabeza de Foo. 

Otro silencio incomodo acaparo el reducido espacio en la sala, la tensión parecía estar a punto de engullirlo todo cuando una presencia pequeña salvo el día. El pequeño Jonathan abandono el carrito con movimientos torpes y desequilibrados, con toda la fuerza y energía que un infante de su edad tenía se dispuso a gatear hasta donde la adolescente yacía. 

-¡Lyne! -Las palabras salieron torpemente de sus regordetes labios, mientras se aferraba fuertemente a la pierna de la fémina. Jolyne lo observo estupefacta, sintiendo como el ardor de la ira era remplazado con una calidez extasiaosa que nacía de su pecho y sonrojaba sus mejillas.

-¿Q-qué fue lo que dijiste...?

-¡Lyne! -Repitió, riendo tontamente y dando saltitos sin dejar de aferrarse a la pierna de una ahora emocionada Jolyne. Sin perder más el tiempo, tomo a Jonathan entre sus brazos y lo levanto chillando con emoción.

-¡¿Escucharon eso?! ¡Dijo sus primera palabras, sus primera palabras! -Exclama con una gran sonrisa, girando con el niño en manos mientras este grita y patalea igual de emocionado. -¡Dijo Jolyne! 

Babies Joestar | JJBA  | Finalizado [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora