One Piece: 𝕶𝖎𝖓𝖐𝖙𝖔𝖇𝖊𝖗 2022 (En pausa)

18. Size difference. {Charlotte Katakuri x Reader}

(T/N) era incapaz de recordar cuantos años llevaba trabajando para la familia Charlotte, bueno, no para todos ellos, para Katakuri en concreto.

Recordaba la primera vez que le vio, era alto, muy alto comparado con ella, para nada una altura normal, e imponente, tanto que ella quiso salir corriendo en cuanto pudiese, pero no lo hizo y aquella la consideró la mejor decisión de su vida.

(T/N) era una aclamada repostera en su ciudad natal, se la conocía incluso fuera de ésta llegando a tener pedidos de lejos pero jamás pensó que sus creaciones llegasen tan lejos como para recibir una oferta de trabajo de la familia Charlotte liderada por Big Mom. Por suerte, como pensó en aquel momento, no era para trabajar personalmente para ella, la oferta se la había mandado su hijo Katakuri quien quería contratarla como su chef de repostería privada porque sus donas eran las que decidió que eran sus favoritas en cuanto las probó un día de casualidad. Finalmente, (T/N) se acabó mudando a la isla Komugi donde obtuvo un sueldo y una casa comenzando así a trabajar para Katakuri.

Al llevar tantos años trabajando para él, el contacto fue invitable, además a ella le gustaba hablar con Katakuri para saber si le gustaba la remesa de donas diaria y los inventos que ella llevaba a cabo mezclando sabores, Katakuri estaba encantado con todo ello y logró abrirse a su manera a ella entablando así una amistad ambos.

Aquella mañana, (T/N) se dirigió hacia el castillo habitado por Katakuri en aquella isla, como de costumbre llevaba una enorme remesa de donas para él y él la esperaba en la puerta, aunque llevase siempre la bufanda que tapaba la mitad de su rostro (T/N) sabía lo emocionado que él estaba de verla llegar, de alguna forma podía llegar a notarlo.

-Buenos días. -dijo ella sonriente mientras se acercaba.

-Buenos días. -contestó él amable dejándola pasar mientras le sujetaba la puerta.

Todo en aquel lugar era demasiado grande para ella pero Katakuri siempre tenía un pequeño rincón preparado para cuando llegaba. Había enmoquetado una habitación entera solamente para colocar un montón de cojines en el suelo y poder disfrutar de la compañía de (T/N) mientras comía ya que era de las poquísimas personas con las que él no se sentía juzgado por su apariencia.

Ella siempre lucía muy feliz de verle disfrutar de sus creaciones y él las disfrutaba aún más de verla tan alegre por ello, además de vez en cuando (T/N) también le acompañaba y mantenían su ratito de charla de mientras.

Aquel día, Katakuri parecía algo más desanimado de lo normal, hacia poco había sucedido todo lo de Whole Cake y estaba preocupado por la situación, además, entre sus hermanos habían comenzado ciertas trifulcas debido a que Perospero había sacado el tema de qué sucedería en el caso de que Big Mom muriese y no se ponían de acuerdo. Katakuri se sentía muy agobiado con todo y (T/N) lo notó al instante.

-No quiero verte con esa cara de flor mustia. -dijo de repente (T/N) sorprendiendole. -Al menos, no mientras comemos. -sonrió ella.

Él esbozó una pequeña sonrisa de vuelta pero sus ojos se veían tristes.

-Es una situación complicada, (T/N). -dijo él suspirando.

Ella se levantó y de estar frente a él caminó hasta estar a su lado y apoyarse en una de sus rodillas mirándole.

-Lo sé, Kata, lo sé, pero éste es nuestro momento del día. -le dijo ella con ojos brillantes. -Bueno, tuyo, claro. -soltó una pequeña carcajada tímida.

Él volvió a suspirar escuchándola y asintiendo, él también necesitaba relajarse y aquel era el único momento en el que podía hacerlo realmente.

-Siempre eres tan buena conmigo. -dijo él como si aquello le sorprendiese.