One Piece: 𝕶𝖎𝖓𝖐𝖙𝖔𝖇𝖊𝖗 2022 (En pausa)

28. Sword(play). {Roronoa Zoro x Reader}

(T/N) salió corriendo de una tienda a toda prisa, aquel día el botín no había sido de lo mejor pero algo había conseguido. Se dedicaba a robar de forma profesional aunque en la mayoría de ocasiones tenía que salir corriendo por ser descubierta ya que no hacía mucho tiempo que había empezado.

Mientras huía del dueño de la tienda quien le estaba dedicando diversas lindeces mientras corría tras ella, haciendo un poco de acopio de sus habilidades de parkour logró escapar de él hasta perderlo de vista llegando al puerto de aquella villa. En éste se alzaba un barco imponente, algo cómico de ver al principio y curioso a partes iguales, con un león en proa, arboles de mandarinas y sobretodo, colorido.

(T/N) observó aquel barco durante unos segundos y pudo percatarse de que, obviamente, serían piratas, de lo contrario no llevarían un barco tan llamativo.

"Esta es mi oportunidad de salvar el día" pensó acercándose al barco sigilosamente.

Se coló en éste e inspeccionó con cuidado que no hubiese nadie, primero miró por toda la cubierta, después subió, bajó, recorrió todo el barco y miró en todas las estancias. Habían dejado el barco completamente solo y eso la extrañó bastante pero decidió que era su oportunidad y la aprovechó.

Habiendo saqueado el que parecía un camarote compartido por hombres, encontró el que parecían compartir varias mujeres y comenzó a rebuscar entre todas sus cosas encontrando diversas joyas que se guardó rápidamente.

-¿Se te ha perdido algo? -resonó una voz a su espalda.

(T/N) se quedó petrificada al instante, una cosa era huir de una tienda y otra tener que huir de un barco que estaba completamente cerrado, además, esa voz parecía venir desde la puerta del camarote por lo que, literalmente, no tenía escapatoria. Se giró encontrándose con un hombre de pelo verde, éste estaba apoyado en el marco de la puerta con cara de pocos amigos mientras la observaba con desdén con su único ojo.

-Yo... Emmm... -ella se quedó completamente en blanco al intentar justificarse.

-Estabas robando. -dijo él de forma seca.

Entonces ella cayó en que conocía a aquel hombre, había visto su cartel de recompensa.

-¡Tú eres Zoro, el cazador de piratas! -dijo ella entusiasmada.

Él hizo un sonido gutural afirmativo y afiló su mirada.

-Y tú eres una ladrona. -repitió él irguiendo su espalda y comenzando a caminar hacia ella.

El mango de sus espadas relucía en su cintura, (T/N) tragó saliva y miró la puerta disimuladamente pensando en cómo de cerca podría dejar que él estuviese como para salir corriendo y que no la pillase, para poder huir, pero parecía demasiado tarde por lo que, en un intento desesperado, una vez más aquel día echó a correr.

Zoro tenía unos reflejos increíbles, además de que había visto sus intenciones de huir antes siquiera de que echase a correr por lo que pudo atraparla entre sus brazos y cuando ella comenzó a patalear y gritar, la estampó contra la pared. Tomó dos de sus espadas y atravesó las mangas de su chaqueta anclandola a la pared e inmovilizandola de aquella forma.

-Ríndete, ladrona. -dijo él alejándose un poco de ella mientras se cruzaba de brazos.

-Mierda... -suspiró ella.

-¿Qué haces aquí? -preguntó él.

-Robar, ¿no es obvio? -contestó ella con sarcasmo.

Zoro frunció el ceño y se acercó a ella comenzando a palpar su cuerpo, ella se revolvió poniéndose roja como un tomate y él la tomó por el mentón haciendo que parase.