One Piece: 𝕶𝖎𝖓𝖐𝖙𝖔𝖇𝖊𝖗 2022 (En pausa)

11. Furry. {Rob Lucci x Reader}

-Que esos inútiles no sean capaces de hacer su trabajo no es mi problema, Kaku, esto es una misión suicida. -gruñó Lucci después de recibir las indicaciones de la nueva misión del CP0. -Y para colmo, tenemos que lidiar con los novatos.

-Llevan ya algunos meses siendo entrenados, hay buen potencial entre ellos. -dijo Stussy con los labios curvados en una sonrisa haciendo que Lucci no supiese si hablaba en serio o no, como de costumbre.

-Sí, la chica ésta, (T/N), creo que se llamaba. -recordó Kaku.

Hacía meses, el CP0 había añadido a sus líneas a unos cuantos agentes de otros números del Cipher Pol según su potencial a la hora de luchar, no habían conseguido sacar uno de cada grupo pero al menos algunos sí habían logrado ascender, entre ellos se encontraba (T/N) a quien, directamente, pusieron bajo las órdenes de Rob Lucci. Él sería su mentor y la ayudaría a perfeccionar sus técnicas hasta tener su nivel e incluso llegar a superarle, al menos, así lo deseaba ella. Aunque él no parecía estar demasiado contento con la idea ya que le resultaba bastante engorroso el hecho de tener que encargarse también de algo así además de sus misiones y de sus propios entrenamientos, por lo que solía ser bastante duro con ella en éstos, pero su ánimo no decaia aunque en aquellos meses no hubiese recibido ni un solo halago de Lucci.

De vuelta a la actualidad, aquellos tres seguían discutiendo cuando los novatos irrumpieron en la sala. Encabezandolos, (T/N), que parecía haber sido invocada, buscaba a Lucci con desesperación.

-¡Al fin! -exclamó ella. -Este sitio es enorme, madre mía. -se quejó por llevar buscándoles ya un buen rato. -Llevamos horas esperando ya, el entrenamiento de hoy era importante. -dijo cruzándose de brazos.

-Hemos tenido una reunión, (T/N), no seas insolente. -gruñó Lucci levantándose del sofá.

-Entiendo que estéis ocupados, pero podríais haber avisado. -continuó ella.

-Basta ya. -le cortó Lucci en seco. -Vamos. -dijo señalando la puerta para irse ambos a la sala de entrenamiento.

Como Lucci era tan quisquilloso con todo le habían concedido una sala de entrenamiento privada solo para él, allí aprovechaba y entrenaba a (T/N) quien en cada entrenamiento daba lo mejor de sí misma, aunque Lucci siempre le exigía más.

-¡Vamos! ¡Sé que puedes hacerlo mejor! -gruñó él instandola a atacarle.

Ella se lanzó sobre él con fiereza, utilizó varias técnicas sin miedo alguno pues Lucci siempre controlaba la situación a la perfección, además, ella aún no era rival para él ni mucho menos.

Lucci la paró en el aire y la lanzó lejos, ella cayó bien al suelo sin hacerse ni un solo rasguño y volvió a lanzarse sobre él velozmente. Él volvió a pararla y acabaron forcejeando unos segundos.

-Vas mejorando. -la halagó él al fin tras meses de entrenamiento.

-¿En serio? -preguntó ella sorprendida.

-No bajes la guardia. -avisó él.

Debido a que ella se había distraído con sus palabras, Lucci pudo reducirla sosteniendola entre sus brazos sin siquiera esforzarse y en un momento (T/N) se vio totalmente aprisionada. Él la tenía agarrada del cuello con una mano mientras que con la otra había conseguido sujetarle ambas muñecas a la espalda, la cual mantenía pegada a su pecho desnudo pues Lucci siempre entrenaba desnudo de cintura para arriba mostrando sin vergüenza alguna todas las cicatrices de su cuerpo.

Sus cuerpos estaban empapados en sudor y sus respiraciones agitadas hacían que estos chocasen el uno contra el otro con cada bocanada de aire que tomaban.