La nueva vida de la heroína legendaria. Parte I.
Ese mismo día regresé al bosque en donde estuve tanto tiempo sellada dentro de una espada.
Me sentía apegada a ese lugar.
El bosque pacifico que alguna vez conocí ya no existía. Había cambiado drásticamente debido al poder del dragón blanco que se filtraba de la espada y de mí. Ahora, todo el lugar emitía un aura amenazante que intimidaría a cualquier persona normal que se atreviera a entrar en ese lugar.
Las criaturas tampoco se habían salvado de ese cambio: las que algunas vez fueron criaturas tan pequeñas como la palma de mi mano ahora eran tan grandes como un humano y, sobre todo, muy poderosas.
Pero lo sorprendente era que ninguna criatura me atacaba.
Todas se comportaban de manera muy dócil conmigo, desde un gran lobo plateado con el que me encontré frente a frente mientras caminaba hasta dos enormes serpientes de agua que se acercaron a mí mientras remojaba mis pies en la orilla del río.
Suspiré sintiéndome relajada, disfrutando las sensaciones que me daba estar en ese lugar.
Me senté sobre una roca y alcé mi vista al cielo; un cielo estrellado con una gran luna plateada que se reflejaba en el agua y de cierta forma iluminaba todo el bosque.
Era un lugar hermoso...
Luego de un rato me puse de pie y camine un poco mas por el lugar, disfrutando de todas las sensaciones que volví a sentir luego de siglos encerrada. Cerré mis ojos y agudice mis sentidos; podía sentir la suave hierba debajo de mis botas con cada paso que daba, me agradaba el olor del aire del bosque, y por último sentí el frío viento de la noche sobre mi piel y como removía mi cabello.
¡Al fin era libre!
Pero...
Lamentablemente ya no quedaban con vida ninguno de mis camaradas; Mi maestro, mi madre, mis amigos, los guerreros que lucharon numerosas batallas a mi lado..., ya no quedaba nadie.
Ahora estaba sola en el mundo.
Sin embargo, eso no me deprimía en absoluto. De cierta forma, me alegraba saber que el imperio por el que tanto luchamos con valor logró progresar mucho con el paso de los siglos.
Aun así quería saber qué había pasado con mis compañeros; como habían vivido luego de ganar la guerra contra las bestias, si habían tenido descendencia y también como habían muerto.
Deje de pensar esas cosas y regrese al lugar en donde estaba la espada sagrada antes de que Ethan la sacara. Luego utilice mis poderes para congelar todo lo que estaba cerca de mí y construí un pequeño castillo de hielo con una cama en el centro.
Esa noche dormiría allí.
Me subí a la cama de hielo que hice y cerré mis ojos para quedarme dormida.
Sería mi primera siesta después de casi mil años sellada.
Ahora, mi objetivo era descubrir que había sido de mis antiguos camaradas.
==== FIN ====
He decido crear una mini trama de Fylia, la cual iré subiendo en capítulos cortos como este.
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Salvaré a las villanas de la historia
RomanceEra un fanático de historias de reencarnación en mundos de fantasías ambientados en la época victoriana. Entre las muchas historias de ese estilo que leí sobresalía una muy similar a la historia de Cenicienta; con la típica protagonista atormentada...