10.- Los Hurones

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Pero tenía que intentarlo...
Me agarré a las dos mangas de una cazadora de cuero k habia colgaba y me disponia impulsarme para ver si deslizaba, cuando vi un chico de unos 16 años, vestido con baqueros y una camisa negra, que me miraba desde detras de un seto de la casa vecina. Me hizo señas con la mano como diciendome que iba a distraerlos, que bajase al suelo, lo cual agradecí, porque la cuerda no parecía muy estable. No sabia si podia confiar en el, pero era mi unica oportunidad. Cuando el chico saltó el muro ágilmente, pude ver un feroz, aunque precioso, halcón tatuado en la parte derecha del cuello. Aprovechando la oportunidad, bajé y salte el muro, dejando atrás los gritos de la pelea. Unos segundos después, aparecio el chico corriendo, con un moratón en la mandíbula, y me dijo:
-Corre.
***
Intentó desesperadamente conseguir sacarse el papelito del bolsillo, pero estando atado a la silla era conplicado. Despues de 5 minutos dando vueltas poniendose en posiciones raras y cambando el cuerpo de distintas maneras, consiguio el papelito, para leer lo que tenia escrito:
Eres idiota, ¡no tenias que haberme ayudado! Ahora estas encerrado por mi culpa. Saldremos de esta. Eres idiota... pero te amo.
Tenía que salir de ahí cuanto antes, y decirle a Katy lo que sentía.
***
-¿Quién eres y porqué me has salvado?-pregunté intrigado.
-No es el mejor momento-dijo irritado- ahora corre, luego hablamos.
Entonces aparecieron tres amigos de John, uno con la nariz sangrando y el labio partido y el otro con el ojo amoratado, el otro parecia ileso, aunque se tocaba las costillas con una mueca. En cuanto aparecen, el chico que me salvó salió corriendo y sin dudarlo un segundo, le seguí.
Saltamos a la casa colindante y con ayuda de un árbol, nos subimos a la azotea donde nos paramos para ver donde estabas los perseguidores.
-Rick- dijo entre jadeos.
-Jake- dice tendiendome el puño.
Se lo choco justo cuando el primero de los lastimados perseguidores sube a la azotea torpemente.
Corremos y saltamos a la azotea vecina, que esta a metro y medio de distancia, y seguimos así hasta que llegamos a la última casa. Los tres perseguidores estan a dos azoteas de distancia, y por la carretera aparecen cuatro más montados en moto. Jake y yo nos miramos sin saber que hacer. A la derecha está la carretera, y delante y a la izquierda hay un barranco, al que a veces voy con la bici. Me permito pensar durante dos milesimas, nuestros perseguidores están a tres a metros.
-¡Tengo una idea, sigueme!- exclamo mietras me cuelgo del borde y me meto por una ventana que gracias a dios está abierta, Jake me sigue.
-¡Salta!-grita John mientras para la moto.
-Ni de broma.
-Me cago en todo.
Caminamos silenciosamente por la casa, hasta que encontramos la escalera, bajamos cuidadosamente. Pero no lo suficiente.
-¿Quien coño sois vosotros y que haceis en mi casa?-pregunta un hombre gordo con bate en mano.
-Ya nos ibamos...-decimos los dos a la vez y salimos corriendo.
Encontramos una ventana que da al barranco, la abrimos y saltamos. Me clavo un par de piedras en las manos, pero prefiero eso a que me pillen los amigos de John o el tipo gordo. Jake cae a mi lado perdiendo un poco el equilibrio, pero lo recupera rápidamente.
-Hay un camino rápido que nos lleva al otro lado del barrio- explico mientras camino.
-Vamos rápido, porque no tardaran en llegar.-dice siguiendome.
-Muchas gracias por lo de antes, pero, ¿por qué lo hiciste?
-Digamos que tenemos objetivos similares, - dice frotandose la mandíbula- además pareces un tio legal.
-Tu también, pero, ¿que quieres decir con objetivos similares?
-Los Hurones nos deben mucho dinero y estamos buscando la manera de recuperarlo.
-¿Los Hurones?
-Así se hacen llamar.
-¿Y porque hablabas en plural? ¿perteneces a alguna banda?
-Los Halcones, -dice señalandose el tatuaje del cuello- pero no te equivoques con nosotros, no somos como Los Hurones, nosotros intentamos desmantelar a bandas como ellos, solo vendemos la droga que ganamos al detener a otras bandas, y esa droga que vendemos, a su vez, la usamos no solo por el dinero, sinó que asi sabemos que otras bandas hay.
-Entiendo, por eso estabas espiando.
-No, en realidad te espio a ti desde que subiste a la azotea, ¿que hacias ahí por cierto?
-Los Hurones secuestraron a un amigo por defender a la novia de John cuando este la agredia.
-Joder, que hijos de puta.
-Dimelo a mi, a lo mejor podemos cooperar, pero tengo que hablarlo con mis amigos.
-Vale, en ese caso, ¿falta mucho?
-No, ya casi hemos llegado, -digo señalando una plaza.
Vuelvo a conectar el pinganillo para avisar a Jack.
>> Hola, ¿alguien me oye?
>> ¡Rick! ¿Estás bien? << pregunta Sophia preocupada.
>> Sí, no te preocupes.
>>Que susto nos has dado cabrón << dice Gustav suspirando.
>> Ya salí, pero necesito que vengais a la plaza de la roca Sophia, Gustav, Jack, Helen y Maggie.
>> Vale, estamos ahí en cinco minutos.
Seguimos caminando, hay una empinada cuesta de resbaladiza tierra, así que en lo que subimos y llegamos a la plaza ellos ya estan ahí...

El Triángulo 1- Rescatando a WillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora