14.- Fabio

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Lo último que veo antes de desmayarme es al Hurón cayendo...
***
Will lleva mucho tiempo solo, sin hablar, comiendo poco, sin hacer ejercicio, sin poder dormir, sin poder ver a Katy...
Nadie había entrado en la habitación desde que John había ido a hablar con el, menos por uno de sus amigos que había ido a quitar la bombilla del techo. Lo que significa que hace mas de un día que no ve la luz.
Will estaba pensando en lo que le había dicho John sobre sus amigos, justo cuando se empezaron a oir pasos. Se preparó, había pensado una táctica de huida, aunque solo le serviría si fuese una sola persona la que entrase.
Suena el pestillo y la puerta se abre, entra John con un amigo que lleva una silla y otro que lleva un lampara y un alargador, que parece estar enchufado fuera. John se sienta en la silla, y pone la lampara en su regazo antes de encenderla. Will se estremece, hace mucho que no ve luz, y esta es una muy intensa, así que sus ojos tardaran en acostumbrarse.
-¿Como lo haces?-pregunta John furioso.
-¿Cómo hago el qué?-pregunta Will confuso.
-No te hagas el imbécil conmigo, -dice apretando el puño y levantando la voz- ¿cómo les pasas información y cómo te enteras de esa información?
-Yo no me entero de nada, y mucho menos les digo nada, ¡estoy complamente aislado!
John se mueve rápido y la lámpara se mueve levemente, Will puede observar el moratón que tiene en la parte baj de la mandíbula, justo antes de que éste le aseste un puñetazo en la barriga.
-No vuelvas a subirme el tono, -o la próxima no va a mano vacía, -dice en tono de advertencia levantando el dedo indice- como te vea pasando información te mato aqui mismo y te echo a las ratas, ¿entendido?
-Entendido- dice Will apretando la mandíbula, penso en escupirle, pero no sería buena idea.
Salen de la habitación, antes de que Will pueda cometer alguna estupidez.
***
Toc, toc, toc, suena la puerta.
-¿Quién es?-pregunta Sophia, estamos en una sala de la base de los Halcones, que está destinada a los heridos, aunque solo hay cuatro camas, una ocupada por mí y otra por Sophia que paso la noche ahí. Gustav estuvo hasta tarde, pero después tuvo que irse a ayudar con la limpieza de la "batalla".
-Soy Fabio, conocí ayer a Rick, -dice asomando la cabeza- me salvó de Hurón que me pillo desprevenido y desarmado, ¿puedo pasar?
-Claro.
Fabio entra silenciosamente y cierra la puerta tras de si. Le cuesta entrar porque la puerta choca con una de las camas y el es ancho de hombros. Sophia se fija en que tiene su ondulado bañado de mechones de distintas intensidades entre el rubio y el castaño. En su anguloso rostro destacan unos grandes ojos de un verde intenso, que destacan sobre su piel morena, y su anguloso rostro, tiene un boca grande, con un fino labio superior, que descansa sobre uno inferior más carnoso.
-Hola.
-¿Que tal?-pregunta Sophia para romper el silencio.
-Bien, gracias Rick claro, sino estaría yo en su lugar, -dice rascandose la nuca y sonriendo levemente- ¿y tu?
-Bien, preocupada por Rick por supuesto.
-¿Es tu...?
-Somos mejores amigos.
-Ah, -dice sentandose en la cama colindante- ¿y se ha despertado ya?
-No, ha dormido 13 horas, pero claro, ha coincidido con la noche, y además tenia que estar agotado después de todo.
-En eso estoy de acuerdo, aparte de salvarme, me dijeron que ayudó mucho, como todos vosotros. -dice, y tras una leve pausa añade- no se si alguien te lo habra dicho, pero, muchas gracias a todos por todo, si no llega a ser por vosotros y Jake ahora estariamos la gran mayoria en el hospital, si no muertos.
-No hay de que, Jake también nos ayudó y por lo que nos ha dicho lo volverá a hacer.
Toc, toc, toc, suena de nuevo la puerta, aunque ésta vez se abre un poco y una chica de unos diecisiete años asoma la cabeza.
-Perdón si interrumpo, pero Fabio, te buscan en la sala de máquinas.
-Ah, vale, gracias, ya voy.
-No me has dicho tu nombre- dice levantandose cuando se cierra la puerta.
-Sophia.
-Bueno Sophia, me tengo que ir, pero espero que Rick mejore pronto, está bien acompañado. -dice saliendo mientras guiña un ojo.
-Adiós-se despide sonrojada.
Después de unos minutos, en los que Sophia casi se queda dormida, suena otra vez la puerta, toc, toc, toc.
-¿Quién es?
-Helen.
-Pasa
-¿Como está?-dice Helen entrando cuidadosamente- me enteré hace un rato, estaba con Jake y no me lo quiso decir para no preocuparme.
-Está bien, aunque ha perdido sangre y no se ha despertado todavia.
-Joder, y yo he estado de risas sin enterarme de nada...
-No te preocupes, no es culpa tuya.
-Bueno, pero me siento mal, además solo he podido venir un momento porque estamos limpiando y esas cosas.
Se acerca y me da un beso en la frente, después abraza a Sophia y se va corriendo.
Sophia se acuesta, no duerme pero se acuesta, esperando que me despierte o que venga alguien más, cuando escucha movimiento en la cama vecina.
-¿Donde estoy?-pregunto incorpotarandome, siento un agudo dolor en el muslo y tengo el pie dormido.
-Estas en la "habitación de heridos" idiota-dice Sophia dándome ub cálido y agradable abrazo.
-Eh, eh, como que idiota.
-Sí, idiota, -dice sin soltarme, le devuelvo el abrazo- porque no tienes cuidado, te podría haber matado si hubiese apuntado más arriba, -al decirlo se le escapan unas lágrimas- prometeme que no volveras a ser tan idiota.
-Lo prometo, -digo devolviendole el achuchon- pero no te preocupes estoy bien.
-¿No te duele?
-Que va, estoy perfectamente- miento sonriente, me duele un poco pero no como si me hubiesen clavado una navaja, solo como si me hubiese hecho un cortecito.
-El médico dijo que no te habia dañado nada importante, que los daños era mínimos y superficiales así que mañana ya puedes estar haciendo ejercicio.
-Bien, oye, ¿no te habrás quedado aquí toda la noche no?
-Hace un día precioso, ¿no te parece?
-Jajajaja, no me cambies de tema...
Toc, toc, toc, suena la puerta por cuarta vez en la mañana.
-Joder, llevan toda la mañana así, -dice en voz baja- ¿quién es?
-No me conoces, soy un Halcón, pero Jake ha convocado una reunion con todos...

El Triángulo 1- Rescatando a WillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora