9.-Atrapados

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Antes de oir la mala noticia...
>>Chicos, teneis k salir de ahí, rápido<< dijo Maggie por el pinganillo, al estar en el grupo Y está a medio camino entre la construcción y nosotros, y ayuda, vigilando, advirtiendo, aconsejando, distrayendo, etc.>> John y los amigos están volviendo.
>>¿Es broma?<< pregunté asustado >>¡Acaban de irse!
>>Pues parece que les ha olvidado algo, teneis k iros ya, estara ahi en menos de un minuto.
>>¡No podemos!<< gritó Sophia >> Rick está en la azotea.
>>Pues siento decir esto, pero el resto iros de ahi, el saldra después.
>>Tiene razón, escondeos en el árbol, o volved a la construcción, << advertí >> yo saldré cuando pueda.
>>Y una mierda, no te vamos a dejar solo.Entonces se vio el viejo coche acercandose calle arriba.
>>¡Iros de una puta vez! Sino será peor para nosotros y Will.
>>¿No lo puedes estar diciendo enserio? << preguntó Helen atonita >> no vamos a dejarte.
>>Odio tener que decir esto, pero Rick esta en lo cierto<< razonó Gustav apretando la mandíbula >> si nos ven nosotros podremos escapar corriendo, pero el estará atrapado, en cambio si nos vamos ya, no sabrán que el está en la azotea.
>>Porfavor, iros ya, estare bien.
Después de tanto insistir, salieron corriendo. No sabía que hacer, podria bajar como subí cuando entrasen, pero me podrian ver por las ventanas, me podria quedar hasta que se fuesen, y bajar entonces, pero me arriesgo a que suban o no se vayan en horas. Después de treinta segundos de reflexión, decidí que iba a hacer, por muy arriesgado que fuese.
***
Ya desesperado por la espera, el hambre, el miedo, el dolor, y la nostalgia, Will se levantó sobre los pies, con la silla pegada aún a la espalda, el culo, y las manos. Estaba decidido a, al menos, a tener luz. Fue con la cadera pegada a la pared, buscando el interruptor de la luz, convencido de que tenia que haber alguno, y después de tres paredes, encontró el interruptor y lo pulsó. La luz le cegó, llevaba aproximadamente un día rodeado de completa oscuridad, los ojos le ardían y expulsaban lágrimas, que se mezclaban con la sangre seca, que le cubría parte de la cara y cabeza. Después de unos dos minutos acostumbrandose, vió con más exactitud, donde se encontraba. Era una descuidada habitación de 25 metros cuadrados, 5x5, no habia ventanas, el suelo era de cemento al igual que las paredes y el techo, que estaban moteados de manchan de humedad y alguna que otra gota de lo que lo que supuso que era sangre, la puerta era metálica, aunque no parecia muy gruesa ni pesada. La silla a la que estaba atado, era una clasica silla de plástico de jardín, y las manos estaban oprimidas por sogas, que habian quemado toda la superficie de las muñecas, las cuales tenia hinchadas y teñidas por el color de su propia sangre.
Aunque suspuso que la puerta estaba cerrada con llave, intento abrirla, sin éxito. Pero se fijó que la cerradura no era muy complicada, era un sencillo seguro de los del palo por fuera, lo que significaba que la puerta se abria hacia dentro. La rendija de debajo de la puerta era demasiado pequeña como para pasar la mano, pero lo suficiente como para pasar un papel, u objeto plano como un cubierto o lápiz.
Entonces recordo la primera razón por la cuál había encendido la luz, leer el papelito que le habia dado Katy.
***
Habíamos ido hasta ahí para coger el portatil de John, o algo que nos sirviese para averiguar donde tienen a Will, o lo que piensan hacer con el y cuando, así que iba a hacer lo que había ido a hacer.
Ganzuas en mano, corrí hasta la puerta, y en un par de golpes de muñeca, conseguí abrir, entré y palpe por la pared hasta encontrar la luz. Al encender la luz, vi que estaba a tres pasos de una trampilla con escalera de mano, que bajaba al segundo piso. Bajé y cerré la trampilla de nuevo, justo mientras se empezaba a oir la ruidosa puerta del garaje y el pesado sonido del motor del coche, corrí por la todas las habitaciones, hasta que encontre un desastrado despacho, junto a la ventana habia plantas de marihuana, y sobre el escritorio, papeles y papeles. Empecé a abrir cajones, pero solo habia bolsas llenas de polvos de distintos colores, papeles de fumar, botes con líquidos, jeringuillas, y estuches que no abrí. Hasta que encontre un portatil en el último cajón. Me disponía a salir rápidamente de la habitación, cuando se empezaron a oir pasos por el pasillo, asustado, abrí una puerta que habia en el despacho y me metí, mientras se abría la del cuarto. Me había metido en el baño. Asustado por la proximidad de John o alguno de sus amigos, salí por una pequeña ventana y estaba colgado decidido a salir, cuando en el jardín aparecieron dos amigos de John, que se estaban fumando un porro. Me moví lateralmente por la pared, hasta llegar a la esquina de la casa. Parecia que no había salida, no podia bajar al jardín, no habia ventanas abiertas, y no podía volver a subir, pero entonces, para mi sorpresa, descubrí algo que me podria ayudar. Había una fina cuerda para tender la ropa, que iba hasta la casa del vecino, que era muy similar a ésta. No estaba seguro de que aguantase mi peso, pero tenía que intentarlo...

El Triángulo 1- Rescatando a WillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora