El Triángulo 1- Rescatando a Will

28.-Herida en la huida

Y nos encontramos con un mal mayor al de dentro...
De alguna manera, los Hurones han conseguido fusiles de balines, como nosotros, y hay una batalla, en la que están metidos todos los Hurones y los Halcones y miembros del Triángulo que estaban por la zona.
Bordeamos la casa huyendo del caos para ver que hacemos, y una vez llegamos Sophia le comunica a Jack y Harry la situación, puestos que los Hurones nos doblan en número. Despues de hablarlo unos minutos, decidimos subir al piso de arriba, encerrando a todos los Hurones de dentro, y ponernos a disparar desde las ventanas del piso superior.
-¿Recordais que las bolas del paintball les aturdidos por la fuerza?-pregunta Fabio- bueno pues estas son tan potentes que pueden dejarlos inconscientes si le dais en la cabeza o pecho.
Asentimos y entramos en la casa, encerramos a todos los Hurones despues de dejarlos KO, no resulta dificil porque son pocos y mal armados. Dos minutos después de entrar ya estamos arriba preparandonos, abriendo las ventanas, decidiendo las posiciones y decidiendo los turnos para vigilar las escaleras. Primero vigila Jake, después Helen, después Fabio, después Sophia, seguida de Gale, al que sucede Gustav, seguido de Max y finalmente vigilo yo.
Ya estamos preparados asi que nos ponemos manos a la obra, Fabio se coloca a la derecha del todo de los ventanales y en orden desde el hasta mi, que estoy a la izquierda del todo, estamos, Sophia, Gale, Gustav, Max, Helen, y Jake vigila.
Empezamos a disparar a todos los Hurones que vemos, aunque, menos Fabio, todos tardamos en acostumbrarnos a apuntar.
Al cabo de unos segundos, se oyen disparos a nuestras espaldas, y me doy la vuelta instintivamente. En vez de ver algo terrible, como me esperaba, veo a Jake sonriente.
-Un Hurón estaba subiendo, -nos comunica- repito, estaba.
Nos reimos y seguimos disparando, a los cuatro minutos cambiamos de turno, le toca a Helen.
La batalla es muy intensa, los Hurones se escondes detras de bidones o coches, se resguardan tras los froncos de los árboles y matorrales. Los Halcones y miembros del Triángulo también se cubren en sitios parecidos, solo que son menos. Nosotros ayudamos desde aqui, pero ya nos vieron después de los primeros disparon y se cubren mejor. Algunos Hurones intentan dar la vuelta y subir pero el que esté vigilando los suele mantener a ralla porque no suelen ser mas de uno, como mucho dos.
Gale es el que vigila ahora la escalera, una bala enemiga alcanzó a Max en el hombro y Gustav se la tuvo que llevar al Nido saliendo por la puerta trasera de la casucha. La bala no le dio de lleno pero aún asi no podia mover el brazo y sentía un dolor muy intenso. Aunque todos estamos preocupados, Gustav nos dijo que nos avisaria si algo iba mal.
Algunos de los Halcones que vigilaban el Nido han tenido que venir en coches para recoger a los heridos en la parte de detras.
Unos minutos después los Hurones empiezan a llevarse también a sus heridos y la masacre y caos del campo de batalla disminuye notablemente. Aunque las balas no perforen la piel, fracturan huesos, provocan hemorragias internas y dañan músculos, por lo que, aunque no haya sangre y muerte, sigue habiendo mucho sufrimiento y dolor.
-Ya nos estamos igualando más o menos con respecto al número de combatientes en ambos bandos, -dice Fabio- hay veinticinco Hurones, dieciséis Halcones y cuatro miembros del Triángulo.
Los miembros del Triángulo que todavia no han resultado heridos son Maggie, Carl, Tom y... ¿Sam? Está luchando a nuestro lado, parece que ya se ha dado cuenta del tipo de persona que es su hermano. Fuese lo que fuese lo que la impedia luchar a nuestro lado, ya lo ha superado, ella siempre supo que lo que hacían el hermano y su banda no estaba nada bien, pero algo la detenía cuando quería pararlos. Por fín es algo, ha desaparecido.
>> Jack, << digo por el auricular >> Sam está luchando de nuestro lado, con nosotros.
>> ¿Qué qué? << pregunta Jack desconcertado >> no me lo puedo creer, teneis que sacarla de ahí antes de que John la vea, es muy importante, aunque no os lo puedo explicar ahora.
>> Está bien, << le digo a Jack esperanzadoramente >> nosotros nos ocupamos, cambio y corto de momento.
-Te acompaño, -dice Jake apartandose de la ventana- no puedes llegar ahi abajo y salir así por así, necesitarás ayuda.
-No hace falta en ser...
-Yo también voy, -dice Sophia decidida- vas a necesitar a más de uno.
-De eso nada, -decimos Fabio yo a la vez, aunque después continúa Fabio- mmm, somos... muy pocos aquí arriba, necesitaran que les cubramos desde aquí, así tendran más posibilidades.
-Os agradezco que os preocupeis, -responde amablemente- pero yo tomo mis propias decisiones y creo que ayudo mas ahí abajo.
Fabio suspira y se quita un colgante que esconde bajo la camisa, no lo había visto hasta ahora. Tiene el dibujo de un ojo de halcón, es de oro, aunque en el centro de la pupila hay una gema roja brillando como fuego.
-Me lo regaló mi hermano mayor antes de... -empieza a decir Fabio, aunque cierra los ojos y va directo al grano- te dará buena suerte, te quiero.
Fabio le da un beso suave y largo. Jake besa a Helen y le susurra algo al oido, se separa y se une a Sophia y a mi.
Bajamos las escaleras expectantes, yo por delante sin parar de apuntar al frente, y mis amigos detras apuntando también. No vemos a nadie en el piso de abajo, pensamos en salir por la puerta trasera y rodearla hasta acabar en la zona controlada por lo Halcones y miembros del Triángulo.
No encontramos ningun Hurón ni ningún otro obstáculo hasta que llegamos. Nos cubrimos detras de un coche, Sam está a veinte metros de distancia en diagonal hacia el bosque. Tan solo contamos con unos contenedores de cobertura hasta llegar a donde se encuentra Sam. Podriamos gritar su nombre, pero Jack parecia querer ocultar la presencia de Sam, por lo que gritar su nombre sería contraproducente.
-Voy a asomarme por encima del coche a disparar, -les digo a Sophia y a Jake señalando con la mano cada acción que les digo- cuando os diga salís corriendo hasta los contenedores y os cubrís, después tendre que disparar mientras corro o disparais desde ahí.
Los dos asienten y se preparan para correr. Me asosmo por encima del coche y veo que casi no hay fuego cruzado, lo que significa que tendré que disparar a los que tenemos delante y a la derecha de estos.
-Vale, corred a mi señal-disparo indiscriminadamente a bocajarro sin apuntar muy bien, para que lo Hurones se cubran y ninguno dispare mientras Sophia y Jake corren- ¡Ya!
Los dos corren mientras disparo y se cubren tras los contenedores sin recibir ningun balazo. En cuanto me agacho para cubrirme, las balas empiezan a chocar contra el coche, me levanto y disparo hacia uno de los Hurones, y una dos de las balas le dan a su arma, pero la tercera le acierta en la mano, y se tira al suelo agarrandose la mano y gritando de dolor. Enseguida los otros Hurones se agachan, algunos para cubrirse y otros para socorrer a su amigo. Aprovecho para correr, y cuando estoy apunto de llegar, una bala le da a mi arma, salto para cubrirme detras de los contenedores justo a tiempo para esquivar el resto de las balas.
-Uff, ha estado cerca, -digo pasandome la mano por la cara para quitarme el sudor- un poco más y vengan a su amigo.
-¿Un poco más?-pregunta Sophia abriendo mucho los ojos-que manera tan optimista de verlo, no vuelvas a jugartela tanto, por favor.
-Tiene razón tio, -dice Jake- nosotros te podríamos haber cubierto.
Miramos a Sam, que está tan solo a diez metros de distancia y ella también nos ve a nosotros.
-Necesitamos que vengas con nosotros, -le grito en susurro- es muy importante, no hay tiempo de explicaciones.
Aunque yo no sepa porque tenemos que sacarla de aquí, si le decimos que tiene que abandonar la batalla porque su novio nos lo ha dicho, no nos hará caso.
-Voy -dice imitando mi susurro gritado.
Se levanta y dispara, empieza a correr hacia nosotros, y a tan solo dos metros de nosotros, una bala le impacta en el muslo...