24.- Alcantarillado

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Y me doy cuenta de lo que está pasando...
-Jake, -digo- ¿esa voz no es de...?
-Sí, -responde antes de que termine- de Will, vamos a intentar averiguar a donde lo trasladan.
-¿Y como sabias tú que le trasladan?-pregunto anonadado.
-Cuando estabamos encerrando a Alexandre, -me explica- le preguntamos que porque nos traicionó y el nos respondio que nunca había estado de verdad con nosotros, y que somos unos creídos, después, cuando Fabio no le escuchaba, dijo que si fuesemos listos sabríamos que Will no iba a permanecer mucho en el mismo sitio.
-¿Y supusiste que lo trasladarían hoy?
-Eso pense, -responde- y parece que estaba en lo cierto.
Se oye un insulto de Will y se ve a John pegándole un puñetazo en la barriga. Entonces sale un Hurón con varios sacos, en los cuales suenan metales en el interior, y los mete en la cabina de la furgoneta.
-Vamos ya, -dice subiendose-tenemos que hacerlo rápido y aprovechar la noche.
Todos vuelven a sus respectivos sitios en la furgoneta y se oye el rugir del motor.
-Vamos, hay que seguirlos, -me dice Jake- pero que no te vean.
Pone un spray al lado de la rueda y empieza a pedalear, el spray sigue hechando pintura, aunque no la consigo ver.
-¿Para que sirve ese spray?-pregunto pedaleando.
-Solo se ve con luz ultravioleta, -responde- asi sabrenos como volver a donde vayan.
Después de veinte minutos pedaleando por las sombras, llegamos a un descampado. Estoy muy cansado y me duelen mucho las piernas. Se bajan todos de la camioneta y después de abrir una puerta en el suelo empiezan a desaparecer poco a poco.
-Cierra cuando entres, -dice el penúltimo entrando- ya sabes donde vamos.
Antes de que yo o el último Hurón nos demos cuenta, Jake placa al Hurón y caen al suelo, se intenta resistir pero para de moverse a los cinco segundos.
-¿Que ha sido eso?-pregunto alterado.
-Cloroformo, -responde bajando las escaleras- vamos rápido, tenemos como máximo diez minutos.
Entramos y llegamos a tiempo para ver a un Hurón girar en una esquina hacia la derecha. Corremos silenciosamente en su dirección. Huele muy mal y hay poca iluminación, hay un canal de agua sucia que recorre el centro del túnel, con tan solo un espacio de tres metros a cada lado. Entre el ruido del goteo de tuberías que recorren el techo y el canal de agua, no se oyen nuestras pisadas, ni las suyas, por lo que tenemos que ir rápido para conseguir ver a donde van.
Después de girar cuatro veces más se paran delante de dos puertas de metal oxidado. Voy a asomarme un poco más, cuando piso el cadáver de una rata. Al escuchar el sonido de los huesos rotos, los Hurones se dan la vuelta y nos miran perplejos. No hace falta que nadie diga nada, para saber que nosotros tenemos que huir de los Hurones, y ellos atraparnos, asi que salimos corriendo sin pensarlo.
Conseguimos llegar hasta la escalera con diez metros de ventaja, pero una vez salimos, el Hurón que estaba fuera cuando llegamos, ya se ha despertado. Nos apunta con una navaja, pero antes de que pueda hacer nada Jake gira y le da una patada en la mano al Hurón, y da otra vuelta asestandole una segunda patada en el pecho. Mientras el Hurón cae, cierro la puerta para que los Hurones de dentro no puedan salir.
Nos subimos en las bicis y pedaleamos lo más rápido posible. Como no tenemos la luz ultravioleta y no recordamos por donde habíamos venido, al cabo de cinco minutos nos perdemos.
Estamos merodeando por ahi mucho tiempo, buscando un camino conocido.
Al fín conseguimos regresar al Nido cuando a penas falta una hora para el amanecer. Cuando entramos, parece que alguien se dio cuenta de que nos habiamos ido...

El Triángulo 1- Rescatando a WillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora