Vampire Blood [Jerza, Grayza] - Fairy Tail (EN EDICIÓN)

CAPÍTULO 8

ENTRADA: 

Erza: Wendy, ¿estás bien? -dije con el ceño fruncido-
Wendy: No, no lo estoy -dijo asustada-
Erza: ¿Qué pasa? Cuéntame, soy tu mejor amiga -la animé-
Wendy: No soy normal -me miró a los ojos-
Erza: ¿De qué hablas?
Wendy: Lucy ya lo sabe. Esto me está matando porque tengo mucho miedo.
Erza: ¿Qué pasa?
Wendy: Ayer en la noche fui a visitar a mi tía, la que tiene como tres mil años -hizo señas con sus manos- Cuando llegué, me pidió que me sentara y comenzó a hablar sobre brujas y cosas así. No le tomé importancia porque realmente creía que estaba loca y que sus pastillas ya comenzaban a afectarle el cerebro -respiró agitada- Luego me mostró un libro, lo tomé como un juego. Ya sabes, un libro comprado a 10 dólares o así pero luego me pidió que leyera uno de los hechizos que habían; yo no quería, pero ella me insistía diciendo que tenía que saber la verdad -suspiró- Leí el estúpido hechizo y toda la casa se quedó a oscuras... soy un fenómeno.

Erza: Wendy -ella comenzó a llorar- Wendy. por favor mírame -la tomé por los hombros y ella alzó la mirada- No eres un fenómeno.

Por alguna razón la foto de Ultear Milkovich se me pasó por la mente. Me quedé callada por un minuto y me separé de Wendy para subir corriendo hasta mi habitación y buscar la dichosa foto. Sí, lo admito me había robado la foto de casa de mi abuela, no tenía otra opción. Cuando tuve la foto en mis manos, bajé lo más rápido que pude, tanto que casi me tropiezo en el último escalón, Wendy me miraba sin entender.

Erza: Si crees que eso es malo, pues no eres la única que está asustada -le tendí la foto-

Wendy paró de sollozar y abrió sus ojos a tope. Tomó la foto con sus manos y se quedó observándola fijamente. Tallaba la superficie de la foto con su pulgar y la observaba fijamente sin parpadear.
Apartó la mirada de la foto para posarla en mí, observándome detenidamente y luego volteando a ver la foto, como si estuviera viendo un fantasma.

Wendy: Eres tú -dijo temblorosa-
Erza: No soy yo, Wendy -la miré a los ojos- Se llama Ultear, Ultear Milkovich
Wendy: ¿Por qué es igual a ti?
Erza: No lo sé.
Wendy: ¿Qué está?
Erza: No lo sé, Wendy -me acomodé a su lado y la abracé - No lo sé -susurré-

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"Los demonios se acercan, ellos vendrán. Pocos lo saben, pero están dispuestos a reinar. Ellos quieren lo suyo y se quieren alimentar. Se les ha alertado a pocos pues no quieren desertar, yo solo quiero proteger a los míos y deshacerme de esos malditos".
Cerré ese diario que me había robado de la escuela, era una pieza importante para saber cómo canalizar las cosas en este lugar. Abrí el cajón de mi escritorio y guardé el diario. Me di la vuelta y apareció frente a mí.

Jellal: Tienes que dejar de hacer eso de una buena vez -ella rio-
Ultear: Eres tan lindo -sonrió- ¿Cuántas veces la has besado?
Jellal: Qué te importa -le pasé por el lado golpeándole el hombro-
Ultear: Está bien, no te agrado -rio- Lindo collar el que le diste -la miré, no se suponía que tenía que saberlo- Verbena, es muy inteligente de tu parte- se apoyó sobre el escritorio- Lo nuestro pudo haber funcionado -fruncí el ceño- Claro, si tu patético padre no me hubiera capturado y según él, "matado" -dijo burlona- ¿Sabías que toda esa estúpida historia está en "El Libro de los Muertos"?
Jellal: No me interesa, nada de ti me interesa -dije enojado-
Ultear: Debí de escoger a Gray -sonrió-
Jellal: Deberías de largarte, Ultear -ella soltó una gran carcajada y en segundos me tenía contra la pared apretándome el cuello-
Ultear: No me voy a ir de aquí, no hasta tener lo que quiero -soltó mi cuello y volvió a su posición anterior mirando las cosas de mi escritorio- ¡Vaya! Miren lo que tenemos aquí -tomó la foto y la tendió poniéndola frente a ella mirándome- Soy hermosa -dijo arrogante-
Jellal: Déjala-le ordené-
Ultear: Aún la conservan, eso da mucho que decir de ustedes -rodeé los ojos-
Jellal: No es porque nos dé gusto tenerla -le sonreí-
Ultear: Ay, Jellal -rio- No me molestes -me amenazó- Ocúpate de cuidar de ella, porque no sabes en qué momento puede aparecer muerta -alzó una ceja- En fin, ya me tengo que ir, tengo un poco de hambre y por aquí cerca hay un gimnasio- sonrió para luego marcharse-

Antes que le pudiera decir algo, ella desapareció por la ventana. Esa chica realmente tenía problemas. Bajé las escaleras de nuestra casa y me encontré a Gray sacando verbena y poniéndola en unos envases, a veces me preguntaba si realmente quería esto, o solo lo hacía para divertirse un rato.

Jellal: Te tengo una pregunta -dije llamando su atención-
Gray: No te voy a dar consejos de conquista -dijo sin mirarme-
Jellal: ¿Por qué Ultear puede entrar aquí cuando se le da la gana si es un vampiro y no la hemos invitado a pasar? -escuché su leve risa-
Gray: Lo hacía hace unos siglos atrás, puede seguir haciéndolo cuando se le dé la regalada gana -me dijo-
Jellal: ¿Qué haces? -me acerqué a él-
Gray: Hay que darle verbena a tu princesa, a Wendy y a Lucy. Uno de los amigos de Ultear casi se traga a Lucy hoy -dijo como si nada-
Jellal: ¿Cómo pueden salir con la luz del sol? -me sentía como un completo desubicado-
Gray: Lo que tenemos en nuestros anillos, lo tienen ellos en unos collares o eso supongo, no lo sé no he tenido tiempo de conversar con mi mejor amiga -dijo sarcástico-
Jellal: Me dio una pequeña visita -ahora toda su atención se posó en mi-
Gray: ¿Qué te dijo?
Jellal: Que la cuidara, que no sabía en qué momento podría aparecer muerta.
Gray: Podemos protegerla de las mordidas y el control mental, pero ambos sabemos de lo que es capaz esa loca -asentí- Hay que buscar algo en algún libro
Jellal: Hay que estar alertas.
Gray: Si no me dices no me doy cuenta -a veces podía ser tan parecido a Ultear-
Jellal: Si vamos a hacer esto, por lo menos debemos llevarnos bien -empezó a reír-
Gray: No intentes ser mi amigo ahora, porque de antemano te informo que no te va a funcionar -dijo seco-

Dio media vuelta y volvió a hacer lo que estuvo haciendo minutos atrás con esa verbena, yo solo me quedé de pie observándolo. Todo estaba claro, yo ya no era un hermano para él, ahora me veía como un enemigo y aunque a él no le doliera, a mí sí. Esa era una razón más para deshacerme de Ultear Milkovich.